You seem to need hope [ChanBaek]

Capítulo 8

ADVERTENCIA: Contiene escenas que pueden herir la sensibilidad de algunas personas.

************

Estaba con ChanYeol en mi cocina. Él iba y venía por el lugar, preparando la cena, y yo estaba sentado con el pie lesionado en una silla y mi computadora portátil sobre la mesa.
Entré a mi cuenta de correo electrónico y vi que tenía un email de XiuMin preguntándome cómo estaba todo. Le escribí un breve resumen del día, de la discusión con ChanYeol y de mi situación actual, lo envié y apagué la computadora. Suspiré con la mirada perdida.
─ Toma─ dijo ChanYeol depositando un plato frente a mí.
─ Gracias─ serví jugo en dos vasos, que él había puesto previamente en la mesa hacía un rato, y esperé a que se sentara para empezar comer.

A mitad de la cena, ChanYeol se puso de pie para acercarse a la mesada, volviendo enseguida con un frasquito de pastillas en su mano.
─ Cuando termines de comer, toma dos de estas. Eso dijo el médico─ asentí con la cabeza, viendo como las dejaba a mi lado. Por cómo me cuida, parece que se siente muy culpable.
─ Está delicioso, ChanYeol. No imaginé que supieras cocinar tan bien─ sonreí amistosamente, temiendo que se lo pudiera tomar mal.
─ Bueno, aprendí un poco con el tiempo. En general yo cocino en mi casa─ tomó de su vaso. ─Chen siempre intenta robarme el almuerzo cuando llevo─ sonrió.
─ ¿A tu familia no le molesta que te quedes aquí?─ pregunté, cambiando de tema.
─ No creo. Mi mamá está visitando a su hermana y mi papá nunca está en casa. Supongo que ella prefiere que no me quede solo─ terminamos de comer y se paró, empezando a levantar los platos para lavarlos ─La medicación, no te olvides.
─ Sí, papá─ se rio y se dispuso a ordenar la cocina. Ingerí dos pequeñas pastillas, como me había indicado el médico, y lo miré a ChanYeol que estaba de espaldas a mí, lavando los platos ─¿ChanYeol?
─ ¿Qué pasa?
─ Ahora cuando subamos puedes dormir en la habitación de mi mamá─ le informé.
─ ¿Seguro? Puedo dormir en el sillón, no hay problema─ terminó de lavar y empezó a secar.
─ ¿Estás loco? Si mi mamá se llega a enterar de que te dejé dormir en un sillón me mata─ me acomodé la venda, estirándome hacia abajo y mis anteojos se cayeron al suelo, quedando fuera de mi alcance. Intenté llegar a ellos, pero por el pie no podía. Escuché una pequeña risa y unos pasos, viendo la mano de ChanYeol un poco borrosa agarrarlos antes de ofrecérmelos.
─ Gracias─ murmuré, tomándolos y poniéndomelos rápidamente.
─ No es nada. Ya terminé, ¿qué quieres hacer?─ lo miré confundido ─¿Piensas quedarte sentado en esa silla toda la noche?─ levantó una ceja.
─ No, claro que no─ pensé un momento ─Supongo que dormir. En la habitación de mi mamá hay una televisión, puedes usarla si quieres─ comenté mientras guardaba la computadora portátil y algunos cuadernos en mi mochila, para poder subir todo junto y de una sola vez.
─ ¿Tienes todo?─ se acercó a mí.
─ Sí, pero...─ no pude terminar de hablar porque ChanYeol me había levantado en sus brazos de nuevo ─¡Ahh! ChanYeol, ¿es necesario que me cargues como si fuera una princesa? Podría caminar apoyándome en tu hombro...─ lo miré con el ceño fruncido.
─ Más bien parecemos recién casados, ¿no? El novio que carga a la novia hasta la habitación en su noche de bodas─ empezó a subir las escaleras de manera muy delicada, cuidando de que mi pie no se golpeara con nada. ¿Qué está diciendo? Me pregunté sonrojado.

***

Entramos a mi habitación y me dejó sentado en la cama.
─ BaekHyun...─ lo miré mientras agarraba de abajo de la almohada la camiseta y el pantalón que usaba para dormir. Él seguía al lado mío. Me devolvió la mirada intensamente por unos momentos y suspiró ─¿Necesitas ayuda para algo más?─ me dio la impresión de que eso no era lo que en realidad me quería decir.
─ No, gracias. No deberías estar haciendo todo esto─ me saqué la camiseta y la sudadera que tenía puesta y lo reemplacé por la ropa de dormir.
─ No puedo dejarte solo sin poder caminar, simplemente no puedo, no soy así. Y además ya te dije, es mi culpa─ no estaba del todo de acuerdo con lo último, pero no se lo iba a decir.
─ Gracias, de verdad. Si quieres usar el baño usa el del pasillo, no el de la habitación de mi mamá─ asintió ─Si te quieres bañar, en el armario que hay ahí hay toallas limpias.
─ Sí, gracias─ miró con una mueca divertida como intentaba sacarme el pantalón estando sentado y sin hacer fuerza con mi pie lastimado. Se rio y, avergonzado, dejé de desvestirme y miré por la ventana.
─ Cada vez llueve más fuerte─ comenté viendo la espesa lluvia que no había dejado de caer ─No me sorprendería que empiecen a caer rayos.
─ Sí, puede ser. Mejor me iré a acostar yo también, y de paso dejo que te cambies tranquilo─ me miró ─Cualquier cosa... no sé, grita─ se puso de pie.
─ O te llamo al móvil, es más simple y menos ruidoso─ opiné.
─ No lo había pensado, supongo que no es mala idea─ se rio.
─ Que descanses─ dije, mirando como caminaba rápidamente hacia la puerta.
─ Igualmente. Intenta no mover mucho el pie─ me miró una última vez y cerró la puerta.