Capítulo 12

871 126 89
                                    


Me aclaré la garganta, dudando de si iba a poder hablar o no, y decidí que lo mejor era decir algo. Lo que sea. Pero antes de que pudiera hacerlo, su expresión cambió. En ese momento sonreía con picardía. Sus ojos volvieron a bajar a mis labios y comenzó a acercarse. Abrí mis ojos, sorprendido, cuando vi su clara intención de besarme. Y esta vez estaba sobrio.

Como la vez anterior, corrí mi rostro antes de que llegara a mis labios, escuchando un suspiro frustrado por parte de ChanYeol.
─ En la boca no...─ susurré nervioso. Lo sentí vacilar, sintiendo su respiración en mi mejilla y su aroma invadiéndome. ChanYeol levantó su cabeza para mirarme a los ojos. Intenté descifrar su mirada, pero antes de que pudiera ver, o decir algo más, volvió a inclinarse sobre mí, esta vez yendo directo al cuello. Dejando pequeños besos con la boca abierta ─¿Qué... qué haces?─ pregunté con voz ronca y la mente un poco nublada.
─ Dijiste que en la boca no─ lamió lentamente la zona, haciendo que me estremezca nuevamente ─Pero no dijiste nada del cuello─ su voz se escuchaba una octava más baja.
─ No lo hag...─ no pude terminar lo que iba a decir porque ChanYeol, como si lo supiera de antemano, mordió en la parte más sensible de mi cuello. Un pequeño lugar casi llegando a la nuca que me volvía loco. Con un jadeo perdí toda resistencia y apoyé mis manos en su cintura, aferrándome a ella, clavando mis uñas. Siguió lamiendo y mordiendo ese punto al notar mi reacción.

Se alejó y fue al lado de mi cuello que todavía no había sido tocado, acariciando el costado de mi torso con una de sus manos. Lamió y luego mordió a la misma altura de antes. Reprimí un vergonzoso sonido que quiso escapar de mi garganta. Había olvidado lo sensible que podía llegar a ser.
─ Eso fue por lo del campamento.
─ ¿Qué?─ cuestioné, abriendo los ojos que ni me había dado cuenta de que había cerrado.
─ Eres bastante acosador cuando estás ebrio─ acarició con su nariz mi mandíbula ─Me besaste, simples roces, pero lo hiciste. Y después...─ deslizó lentamente su lengua por mi nuez, para después morderla suavemente. Dejé salir un agudo gemido que no fui capaz de retener ─Hiciste eso en mi cuello. Llevo desde entonces intentando convencerme de que no fue nada...─ una de sus manos empezó a acariciar mi ya desnudo abdomen ─pero la verdad es que eso me excitó mucho más que todo lo que me hizo Suyin al día siguiente.
Recordé ese momento en que lo había visto en una situación comprometedora con su novia. Recordé lo mucho que me había gustado su expresión y, porque mentirme, los sonidos que habían salido de sus labios.

Deslicé mis manos adentro de su camisa, suspirando de gusto ante el tacto de su suave espalda. Mientras él acariciaba mi pecho, yo hacía lo mismo con sus omóplatos. Su boca seguía abusando de mi cuello sin descanso, mordiendo y succionando.
Lo abracé por la cintura, acercándolo más a mi cuerpo, haciéndonos jadear cuando nuestras entrepiernas se rozaron a través de la fina tela del pantalón del uniforme.

Ambos detuvimos todo movimiento al sentir la excitación del otro. Nos miramos intensamente a los ojos, muy sonrojados, respiraciones aceleradas y nuestros cuerpos completamente pegados.

ChanYeol movió su cadera levemente, casi como si estuviera probando qué pasaba si lo hacía y, tirando mi cabeza hacia atrás, un gemido escapó de mis labios. Otro movimiento por parte de él. Abrí mis piernas para hacerle espacio entre ellas y lo abracé por el cuello, enterrando mi rostro en este, comenzando a dejar pequeños y torpes besos. Hacía años que no hacía nada parecido y estaba un poco nervioso. Al ver que yo no me negaba, siguió con el vaivén de cadera que había empezado. Lentamente tomé algo de confianza y lo imité, haciendo más profundos los roces de nuestras partes bajas. Cada uno gimiendo en el cuello del otro.

Sin parar se enderezó levemente, alejándose lo menos posible. Sosteniéndose de una sola mano, intentó desabrochar su camisa con la otra sin éxito. Al ver eso, cegado por el placer y las ganas de sentir su piel contra la mía, usé mis dos manos para abrir su camisa sin molestarme en desabrocharla. El ruido de los botones volando por la habitación de fondo, la respiración entrecortada y los leves gruñidos de ChanYeol contra mi oído. Le ayude a sacársela y él la tiró al suelo, cayendo sobre la playera que nunca había llegado a ponerme. Aproveché la nueva piel expuesta, mientras él seguía con el placentero vaivén. Su boca volvió a mi cuello, el cual estaba seguro que iba a estar lleno de marcas al día siguiente.

You seem to need hope [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora