You seem to need hope [ChanBaek]

Capítulo 15

─ Vamos, baila un ratito conmigo─ me agarró de la cintura, pegándome a él ─Vi cómo te frotabas contra ese chico─ comenzó a mover su pelvis, con la clara intención de excitarme, pero fallando horriblemente en el intento.
─Me parece que no quiere bailar contigo─ se escuchaba amenazante.
A pesar del prisionero agarre, me retorcí consiguiendo un poco de espacio libre para poder descubrir de quién se trataba. La necesidad por saberlo me estaba ahogando. Me sorprendí al darme cuenta de la presencia de ChanYeol.
─ Cállate, chiquillo, no te metas en donde no te llaman─ respondió de mala manera el hombre, ignorando mis esfuerzos por soltarme. La expresión de ChanYeol se endureció y se adelantó, poniendo sus manos entre mi cuerpo y el de la desagradable persona que me sostenía. Separándonos con una fuerza increíble.
─ En realidad no me parece, sé que no quiere bailar contigo. Así que mejor vete antes de que le avise a la seguridad que hay un pedófilo intentando abusar de los jóvenes del lugar─ le amenazó cortantemente, haciendo que el hombre se aleje insultando al aire.

Cuando estuvimos solos lo tomé de la ropa, a la altura del brazo, y apoyé mi frente con vergüenza.
─ Gracias...
─ No es nada─ me pasó la mano por el pelo ─Vi que Kai te dejó solo y no te lo podías sacar de encima.
─ Normalmente puedo solo, pero estaba... distraído─ confesé.
─ Me pregunto por qué─ comentó irónicamente ─Suyin desapareció─ se encogió de hombros ─Y Chen hace un rato también─ bajé mi mirada, avergonzado, al entender que su ironía se debía a que había visto lo que Kai me había hecho en el cuello.

***

ChanYeol me acompañó al baño para buscar a Jongin. Al entrar y no verlo, busqué en cada cubículo. No estaba. Me giré para mirar a ChanYeol y noté como iba vestido.
Un pantalón ajustado y entubado bordó, zapatillas converse del mismo color. Una musculosa blanca suelta, que dejaba una buena vista de sus clavículas, y un suéter abierto azul Francia.
Nunca lo había visto vestido de esa manera, ni siquiera cuando lo veía salir de su casa con Suyin. Y lucía tan bien, que no podía despegar mis ojos de él.

─ BaekHyun, te estoy hablando─ llamó mi atención. Me sonrojé furiosamente al darme cuenta de que me había quedado observándolo intensamente.
─ Sí, perdón, ¿qué me decías?─ me miró, alzando una ceja y sonriendo.
─ Que no está aquí. Tendremos que buscarlo en las pistas y barras.
─ Sí...─ bajé la vista, encontrándome con que su musculosa se había corrido un poco, revelando más piel. Inconscientemente, moví mi cabeza para ver mejor. Pasé la lengua por mis labios que repentinamente estaban muy secos. ChanYeol soltó una breve carcajada.
─ ¿De verdad? ¿No significó nada?─ preguntó. Saliendo de mi estado zombie, lo miré curioso.
─ ¿Qué?─ me eché hacia atrás al verlo acercarse peligrosamente a mí. Me abrazó por la cintura y llevó sus labios a mi oreja izquierda.
─ Vamos...─ sopló levemente, haciendo que un escalofrío recorra mi cuerpo ─¿Que no significó nada? ¿Me vas a negar que te gusto? ¿Aunque sea un poco?─ succionó con delicadeza mientras me hacía caminar para atrás hasta dar con la pared.
─ Tienes novia─ le recordé en un susurro.
─ No creo que eso te importe mucho. Lo vi recién en tu mirada, como me comías con los ojos─ frotó su nariz con la línea de mi mandíbula. Suspiré, lamiendo mis labios de nuevo ─Pero no te preocupes que no eres el único, yo también lo hice contigo. Esta ropa te queda demasiado bien y los anteojos nuevos te hacen lucir aún más lindo─ deslizó una de sus piernas entre las mías, al tiempo que sus manos se movían de mi cintura a mi trasero y empujaban hacia él, logrando que rozara mi entrepierna con su muslo. Me mordí el labio inferior mientras ChanYeol lamía mi cuello con mucha suavidad, desesperándome.

Sus manos, que no se habían movido de mi trasero, me hicieron mantener un constante vaivén sobre su pierna y él sonreía al verme sometido. Enterré mi rostro en su cuello, ahogando los débiles suspiros que salían de mi garganta. Recordé lo que Chen me había dicho esa tarde y, apoyando mis manos en sus brazos, lamí y mordí el lóbulo de su oreja, sintiendo sus manos presionar con más fuerza. Inmediatamente ChanYeol alcanzó mi cuello y mordió el punto más sensible que, a pesar de haber estado en una situación así con él una sola vez, parecía saber a la perfección donde se ubicaba.
Perdí toda cordura. Lo empujé con fuerza para separarlo de mí y, agarrándolo de la ropa, lo hice entrar en uno de los cubículos, cerrando la puerta a mis espaldas.