You seem to need hope [ChanBaek]

Capítulo 5

Era sábado por la noche y estaba acostado en mi cama, pensando en qué hacer para entretenerme. Suspiré pesadamente al no encontrar ninguna idea lo suficientemente divertida.

─ ¡Baekhyun!─ escuché que mi mamá que me hablaba desde el piso inferior de la casa.
─ ¡No!─ grité para evitar que me dijera algo más ─Estoy enfermo. Tengo mucha fiebre, me duele todo, tengo frío y no me puedo mover─ agregué mientras giraba en mi cama y quedaba boca abajo. No pienso ir a esa fiesta.
─ Yo no te veo muy enfermo─ comentó una voz masculina entrando a mi habitación.
─ ¡Kai!─ exclamé al verlo y me tapé rápidamente ya que solamente estaba vestido con mi bóxer.
─ Los dos somos hombres, no hace falta que hagas eso─ me sonrió.
─ ¿Qué haces aquí?─ le pregunté, ignorándolo. Mi mamá era una traidora, le había pedido que no dejara pasar a nadie. Pero Kai, que ya había venido varias veces, le caía muy bien y sabía cómo tratar con ella. Al igual que ChanYeol y XiuMin. ¿Por qué todos saben cómo ganarse el cariño de mi mamá? pensé con fastidio. Me senté y me apoyé en el respaldo de la cama.
─ Vengo bajo estrictas órdenes de MinSeok. Me pidió que me asegure de que vayas a la fiesta. No vino él porque no puede irse de su casa hasta casi la hora─ recorrió la habitación y se sentó en la cama, a mis pies.
─ No pienso ir─ respondí tajantemente y me crucé de brazos.
─ No hay excusa que valga, hasta me dio ropa para ti─ lo miré con reproche y después vi una bolsa que tenía en su mano.
─ XiuMin sabe que no necesito...
─ Sí, dijo que te diga que sabe que no lo necesitas, pero que quería regalártelo─ me sonrió ─Vamos, se hace tarde, báñate rápido y vístete─ suspiré, rindiéndome, y lo miré sonriendo forzadamente.
Me di cuenta de que se veía muy bien. Iba con un pantalón ajustado gris oscuro, una playera negra con una calavera en el medio, unas zapatillas y una chaqueta de cuero. El pelo lo llevaba hacia atrás, con algunos mechones caídos despreocupadamente sobre su frente. Me sonrojé y decidí hacer lo que me decía, ya que mi apariencia era desastrosa.

***

Me bañé rápidamente y me vestí con lo que MinSeok me había mandado. Era un pantalón de jean azul, una musculosa blanca con letras negras y una camisa azul claro. Me miré al espejo. Era sencillo, pero me quedaba bien.

─ XiuMin sí que sabe vestirte─ comentó Kai cuando entré a la habitación.
─ Sí... nos conocemos hace años. Sabe mi talle y lo que me gusta─ le sonreí tímidamente por su comentario.
─ ¿Me ves bien?─ preguntó curioso, cambiando de tema.
─ ¿Qué?─ me pasé una toalla por la cabeza, terminando de secarme el pelo.
─ No tienes los anteojos puestos...─ explicó.
─ ¡Ah! Más o menos, veo borroso pero puedo manejarme un ratito sin ellos─ dejé la toalla en el respaldo de la silla del escritorio, y lo miré a Kai que repentinamente estaba muy cerca mío.
Abrí mis ojos sorprendido, él alzó sus manos con mis anteojos en ellas y me los puso delicadamente. Las bajó, rozando mis mejillas y convirtiendo el gesto en una sutil caricia. Nos miramos a los ojos. No hacía un mes que nos conocíamos, pero parecía mucho más. Con sus manos delineó ambos lados de mi mandíbula y luego las dejó caer. Me sonrió y le devolví la sonrisa tímidamente.
─ ¿Estás listo?─ preguntó, alejándose.
─ Ya casi─ respondí algo perdido. Lo miré y estaba parado con su celular en la mano, tecleando rápidamente. No quiero sentirme así, pensé y miré una foto que había en mi biblioteca, justo delante de unos libros. Sonreí con tristeza. Me puse unas converse de cuero blancas y una chaqueta ─Ya estoy, Jongin. ¿Con quién hablas?
─ MinSeok─ sonrió y me mostró un mensaje que había enviado él, que decía "Misión cumplida" ─Me dijo que ya salió y que nos encontremos los tres antes de entrar.
─ Bueno...─ me dirigí a la puerta y, cuando estaba por abrirla, escuché a mis espaldas la voz de Jongin que me habló muy bajito. Casi como si no quisiera que lo escuchase.
─ No estés triste─ me pidió. Mis ojos se abrieron más de lo normal y me di vuelta, mirándolo. Estaba muy cerca de mí.
─ ¿Qué?─ tragué saliva.
─ ¿Qué? Yo no dije nada─ sonrió con ternura y salió del cuarto.