𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔: Primer beso "PT.2"

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Luego de un par de minutos en silencio, las lágrimas del mayor por fin se detienen. Su respiración se vuelve más calmada y tranquila, al igual que su mente. Sus deditos, por su parte, se encargan de trazar líneas en busca de calmar a su menor.

No puede cambiar lo que pasó, mucho menos cambiar los sentimientos de Christopher o los suyos. Solo queda aceptarlo y solucionar este tonto malentendido que tanto está dañando a su lindo dongsaeng.

–Chris –dice suavemente Jeongin cerca de la oreja del menor que sigue aferrado a él–. Eres un… Eres un tonto –una sonrisa tímida se asoma en sus labios.

El menor llora aún más fuerte y Jeongin se alarma golpeándose mentalmente para enderezarse y obligarlo a mirarle tomándolo del mentón, luego de haber forcejeado para que le soltara (realmente es fuerte).

Jeongin limpia las mejillas hinchadas del menor con sus pulgares mientras aún lo siente hipear–. Eres un tonto porque yo también te amo –confiesa en un susurro–. Más de lo que crees.

De algún modo se siente avergonzado, pero no por su vergüenza tiene que herir a sus otros. No cuando puede evitarlo.

Christopher niega fuertemente con su cabeza a punto de volver a llorar–. S-Si me amara no hubiera be-besado –sus labios amenazan con volver a formar un puchero y cierra sus manitos en puños–, no hubiera besado a Hyunjin.

–Hyunjin no me gusta –se apresura a negar nervioso–. F-Fue un juego, no significó nada. Es más, creo que me gusta un poquitito otra persona, ¿quieres saber quién es?

Christopher mira la manga de su camiseta mojada y se siente aún más triste al saber que son mocos. Es un desastre, tanto como su matrimonio con su hyung. Vuelve a negar con su cabecita, volviendo a llorar.

Su hyung está enamorado de otro. Probablemente jamás lo va a amar. Con el tiempo lo dejará de lado y se irá a ser feliz con otro Alfa. Otro que no sea tan pequeño y llorón como él.

–Lindo Chris, deja de llorar –suplica casi desesperado.

–Jeonginnie me v-va a de-dejar p-p-por otro Alfa. N-No qu-quiero que me deje –suelta con el poco aire que le queda.

–Jamás te dejaría, soy tu esposo y… tu futuro Omega, ¿recuerdas? –toma sus manitos y las lleva a su propia cara–. Creo que tal vez me gustas –su sonrojo comienza desde sus orejas y se esparce por todo su rostro.

Los sollozos parecen parar y ahora sí hay solo silencio. Pueden escuchar claramente sus propios corazones y quizás el horno, pero eso queda en segundo plano. Los ojos de Christopher siguen brillantes y rojos a la vez, pero esta vez no hay tristeza, hay esperanza.

–¿Es enserio, hyung? ¿Le gusto?

Jeongin lame sus labios para humectarlos y junta, sin tocar, sus dedos pulgar e índice entrecerrando sus ojos color miel–. Un poquito –juega con una sonrisita divertida–. Además, te dije que puedes tutearme.

–¿No me estás mintiendo? –pregunta acercándose más. Limpiando las mejillas del mayor como él limpió las suyas. De una manera delicada y especial.

–¿Le mentiría a mí esposo? –Christopher se aleja inspeccionándolo mientras se cruza de brazos y Jeongin asume que aún no supera lo de Hyunjin–. ¡Ya~! Chris, ¿qué puedo hacer para que me perdones?

La imaginación del niño de solo ocho años vuela y sus mejillas se sonrojan rápidamente delatándolo al ser tan pálido. Y es que bueno, se habían casado, pero no hubo ningún besito de por medio. Ahora, eso es lo que su corazón exige. ¿Será irrespetuoso pedírselo? Bueno, de todas formas, es su Alfa… tiene el derecho de hacerlo.

–¿Chris? –vuelve a llamar notando lo fuerte que Christopher muerde sus labios mientras asiente.

–Mmm… yo… –comienza a hablar, balanceando sus pies–. Yo quiero un beso de Jeonginnie.

Jeongin se ahoga con su propia saliva comenzando a toser. «¡¿Un beso?!». Sin duda, Christopher quiere que lo arresten por pedofilia. Si alguien los ve será fatal. Encima es solo un niñito, tiene ocho. «Hay que respirar, inhalar, exhalar».

Christopher, en cambio, se siente más seguro de su decisión aunque casi haya matado a Jeongin. Si no fue su primer beso, al menos será su primer beso real. Su lindo Jeongin le confesó que no siente nada por Hyunjin, pero por él sí. ¡Já! Tiene tantas ganas de restregárselo en la cara a su hermano, al tonto compañero y a su archienemigo a través de los años: Kang Taehyun. Pero eso no va al tema. Quiere un beso de su hyung. Y lo quiere ahora.

–Solo un besito, por favor, por favor –pide extendiendo sus labios abultados en forma de trompita hacia el rostro de su hyung, quien espantado coloca la palma de su mano en su frente tratando de alejarlo–. ¡No te alejes de mi amor!

–¡Ya, Chris, estás yendo muy rápido! Te daré un beso sólo espera –dice como puede mientras sigue haciendo fuerza con el menor. Éste, al escuchar, detiene todo movimiento, lo cual hace que Jeongin casi se caiga–. Eres muy intenso.

–Quiero mi beso –expresa con suficiencia.

Jeongin golpea su cabeza contra el mesón y como si este fuera la manzana de Newton, una idea llega a su mente. Se endereza con una sonrisa–. Bien, te daré un besito… –Christopher feliz vuelve a cerrar sus ojos y estirar sus labios. Su padre tiene razón, es un campeón–… en la mejilla.

–¿Qué? –abre sus ojos molesto. Estafa, lo demandará como siempre dice su padre cuando lo engañan. Más Jeongin tiene en su cara una mueca de "tómalo o déjalo"–. Bien.

Jeongin toma el mentón del menor acomodándolo sin ejercer fuerza de modo que su mejilla quede disponible hacia él. Acaricia sobre esta antes de cerrar los ojos y acercarse tímidamente al menor. Cuando sus labios tocan lo que se supone debe ser su mejilla, nota más bien que esta es suave, abultada y algo húmeda. Al abrir sus ojos claramente lo nota, no es su mejilla, son los labios del menor.

–¡Christopher Bang! –exclama al separarse rápidamente con la mano sobre sus labios.

Y es que el menor no pudo resistirse al estar tan cerca. Fue un pequeño impulso del que jamás se arrepentirá. Los labios de su hyung saben a fresa y son taaaaaan suavecitos. La mejor sensación del mundo. Tan profunda que lo sintió hasta en su corazón.

–Eres un tramposo –reclama el castaño con voz temblorosa y las mejillas rojas.

La curiosidad invade el cuerpo de Jeongin. Sí, su menor lo engañó, pero más allá de eso, su corto e inocente besito lo hizo sentir… raro. Muy diferente a la nada que sintió con Hyunjin. Sus labios eran suaves, delgados y… no quiere pensar en ello porque se siente un depravado. Más la sonrisita tonta en su rostro demuestran que Christopher es especial.

–Hyung –llama el menor recibiendo un sonidito de afirmación–. Quiero otro.

–¡Chris! –exclama Jeongin en modo de regaño por tal atrevimiento. Pero al notar como este se acerca, decide salir corriendo, siendo correteado por un muy rápido azabache–. ¡Déjame, el trato era sólo uno!

–¡No puedes escapar de tu esposo!

Al salir corriendo no vieron a la sonriente Jihyo, quien había estado espiándolos cuando iba a revisar las galletas. Ah, su lindo niño caprichoso ya está de vuelta. Y con el tierno Jeonginnie a su lado sabe que jamás lo perderá.

«𝘔𝘺 𝘓𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦 𝘈𝘭𝘱𝘩𝘢» | •𝘾𝙝𝙖𝙉𝙞𝙣•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora