𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟖: ¿Cita?

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[Christopher; 8 años]
[Jeongin; 12 años]

La escuela se había vuelto tan, pero tan aburrida. En un comienzo, Jeongin estaba emocionado de iniciar las clases y conocer gente nueva, aunque claro que no cambiaría a su par de hermanos favoritos. Sin embargo, la primaria era muy diferente a la elemental. Principalmente porque todos se sienten grandes cuando aún no lo son. Jeongin no le ve el sentido. Chismes, romances "complicados" y amistades falsas. Él solo quiere irse a casa con Hyunjin y jugar videojuegos con su lindo Chris.

De lo que más se escucha hablar a través de los largos pasillos es acerca de las categorías. Incluso los niños que eran mayores apostaban por el qué serían los niños de nuevo año, si Omegas, Betas o Alfas. Hasta su cabeza está implicada ahí, ya que al ser un chico atractivo, muchos le quieren de Alfa u Omega. Cuando aquello ocurre, Hyunjin no puede evitar reírse diciendo que ya se les adelantaron y Jeongin no puede evitar sonrojarse y golpearle.

Al menos el estrés de su día a día desaparecía por las tardes, ya que iba a buscar a Christopher a su escuela algunos días y los viernes almuerzan juntos debido a que ambos salen temprano de sus escuelas. Nada ha cambiado entre ellos y eso es algo que los alivia a ambos. Bueno, quizás sí cambió algo. Christopher está seguro de que cada día que ve a su hyung esperando por él, se enamora un poquito más. Y Jeongin jura que morirá de una sobredosis de amor a causa del menor y sus mejillas rojas cada vez que le dice algo lindo.

La escuela para Christopher no es muy diferente. Desde que Jeongin y Hyunjin se fueron, se sintió algo solitaria y aburrida, puesto que se la pasaba todo el día siguiéndolos, así que al estos irse no le quedaron muchos amigos. Se volvió algo tímido respecto a hacer nuevas amistades aunque seguía participando en tantos juegos como pudiera, más solo sentía confianza con Jinwoo. Y Taehyun… bueno, Taehyun lo sigue molestando cada vez que puede.

–¡Jeongin hyung! –grita Christopher corriendo hacia el castaño una vez lo encuentra apoyado en unos pilares fuera de su escuela.

–Hola, Chris –saluda y se decide por darle un besito en la mejilla al no verle muy enfocado. Christopher lo mira con sus ojitos hechos círculos de la sorpresa puesto que Jeongin no le da tanto afecto en público.

Luego de su primer beso, aquello no se había repetido directamente, pero sí los besos en otras partes del rostro y las muestras de cariño se habían multiplicado por mil. Son sensaciones nuevas e intensas, más ambos lo disfrutan. Es lindo sentirse querido por alguien que no es de tu familia.

–I-Innie –dice tocándose su mejilla con sus ojitos brillando, una sonrisa se forma en sus labios rosaditos y se apega al mayor–. ¿Puedo darle un beso también yo, hyung?

Jeongin da un paso hacia atrás riendo por lo coqueto que es Christopher. Si le dice que sí, capaz se lance a besarle como en una telenovela y a él lo lleven a la cárcel.

–Nop –responde haciendo que el otro haga un pronunciado puchero.

¡Injusticia! ¿Su hyung puede besarlo, pero él no? Además, no es como si pudiera robarle uno a menos que estén sentados. ¡Jeongin es muy alto! ¡Universo cruel!

–¡Es malo! ¡Malo, malo, malo! –se queja siguiendo al otro que ha comenzado a caminar. Jeongin ríe ante sus múltiples quejas y toma su mano. Christopher, al por fin notar que su hyung no vino acompañado, decide tutearle y también preguntar–. ¿Y tu suegra y tu cuñado, Innie?

–¡No les digas así! –exclama avergonzado, deteniéndose antes de cruzar la calle–. Hyunjin se sentía mal y la señora Jihyo lo llevó al doctor. Me pidió que viniera por ti y dijo que ella iría al lugar de siempre a buscarnos más tarde.

¡Sí! ¡Eso es todo lo que necesitaba en su aburrido día! Su esposo y él, solitos los dos, en un restaurante (bueno, local de comida rápida, pero aquello es un restaurante cinco estrellas para Christopher) y con mucho tiempo. ¡Eso suena a…!

–¡¿Entonces esto es una cita?!

Jeongin alza sus cejas en dirección al menor. Bueno, desde su loco punto de vista lo puede entender. Pero que él sepa, las citas son planeadas y esto fue un imprevisto. ¿Así que sí cuenta o no?

–Pero tú no me invitaste –interviene Jeongin. Christopher abre la boca, pero lo interrumpe–. Bueno, no importa, yo te invito a una cita, Chris.

–¡No! Yo te invito, hyung, yo soy el Alfa –se queja.

–¡Pero yo lo dije primero! –continúa Jeongin con la intención de molestarle–. Los Omegas también pueden invitar, además, nadie dice que tú serás mi Alfa. Puede que tú seas mi Omega.

Christopher frunce el ceño y justo llegan al lugar de comida basura donde entran y se sientan en una mesa junto a un ventanal antes de tomar el menú. La madre de Christopher les dejó dinero suficiente para comer algo delicioso.

–Hyung, tú… ¿Me querrías aunque fuera un Omega? –pregunta lo que le ha inquietado.

No es que Christopher dude que será un Alfa… O bueno, tal vez un poco. Más que duda es miedo. ¿Y si lo decepciona? Por su parte, Jeongin, siente lo mismo. Christopher está algo demasiado ilusionado con que él sea su Omega. Pero ni él mismo está seguro de lo que será y su primer celo se acerca a pasos gigantes. Es más alto que el promedio de su clase, más sus rasgos son finos, es bueno en deportes, más no tiene un carácter fuerte. Está tan confundido y solo espera no decepcionarlo. No le gustaría que Christopher ya no le quisiera de la misma forma…

–¿Chris, tú me querrías aún si fuera un Alfa?

–Sí –responde sin pensarlo dos veces y Jeongin no puede resistir a darle un abrazo–. No me respondiste…

–Me gustas, Chris, no te dejaría ir aunque seas un Beta.

–¿Entonces puedo besarte? – Christopher siente el pecho de Jeongin vibrar debido a que está riendo y él también lo hace avergonzado. En realidad quiere besarlo.

Comen entre bromas y descarado coqueteo de parte del menor. Los empleados del local los ven enternecidos como un lindo par de hermanos, sin saber lo que hay más allá de sus miradas. Están a punto de pagar, cuando una llamada de la mamá de Jeongin los interrumpe.

–Saluda a mi suegra, hyung –pide Christopher divertido ganándose un codazo suave de parte de Jeongin mientras rueda los ojos. Desde que conoció las palabras "suegros" y "cuñados" no deja de usarlas cada vez que puede.

–Hola, mamá.

–Hola, cariño, la mamá de Hyunjin me pidió que los fuera a buscar. Ella no podrá ir porque Hyunjin se ha presentado.

«𝘔𝘺 𝘓𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦 𝘈𝘭𝘱𝘩𝘢» | •𝘾𝙝𝙖𝙉𝙞𝙣•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora