𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟕: Confianza

259 52 13
                                    

Para Christopher, sus vacaciones habían sido de lo más divertidas. Prácticamente casi había secuestrado a Jeongin en su casa y se había puesto muy meloso con él. Más que la propia madre y abuela del castaño. Hyunjin, por su parte, no dejaba de molestar a los tortolos y discutir con su hermanito por su mejor amigo. Pero este era una pulga y si quería pasar tiempo con Jeongin, debía ser con él incluído.

Jihyo no había dicho nada sobre le inocente besito que se dieron. Inclusive vio a su hijo rogarle al mayor por otro en algunas situaciones que no hacían más que hacerla reír. Tan tiernos. Entendía en cierto punto a ambos, su hijo era increíblemente insistente y Jeongin muy débil ante él. Aún no sabe cómo logra escaparse de las pegajosas manos de Chris, pero sin duda alguna le pedirá algún tip.

-¡Niños, bajen a almorzar! -grita desde el comedor una vez la mesa está lista y jura ver a su esposo cubriéndose los oídos para molestarla-. Eres peor que Hyunjin.

-Hey, ¡nadie es peor que yo! -bromea Hyunjin llegando a la mesa.

Detrás de él viene Christopher de la mano de Jeongin-. Sí, nadie es peor que él -añade con tanta seriedad que provoca a todos, salvo Hyunjin y a él, una risa.

Se sientan en la mesa de tal forma que queda Jihyo en la parte angosta de la mesa, con su esposo al lado derecho y junto a él, Hyunjin, y por el lado izquierdo está Christopher junto a Jeongin.

-Chris, cariño, debes soltar la mano de Jeongin para comer -explica Jihyo como si no fuera obvio.

-Pero hace frío -se queja-. Además, soy zurdo.

-Ni siquiera te puedes peinar con la mano izquierda -interviene su padre.

Christopher bufa soltando la mano de su esposo. Jeongin deja una pequeña caricia mientras ríe y aparta su mano con delicadeza. Christopher algo atontado se fija en su padre quien acaricia la marca de su madre en su cuello con cariño. Su estómago se revuelve, él igual quiere ver a su Jeongin con su marca algún día.

Comen mientras conversan sobre su día y lo injusto que es que ellos tengan vacaciones mientras el señor Bang debe estar trabajando. Christopher está algo distraído tratando de cortar por sí mismo la comida de su plato y no botar todo en el intento. Mas el escuchar sobre el inicio de clases lo saca de sus pensamientos.

-Jeongin, ¿ya compraste el uniforme de la primaria?

Primaria, primaria, ¡primaria!

Sus ojitos se abren a tope y su boquita muestra una "o".

-¿Innie ya no estará en la escuela conmigo?

Todos miran al más pequeño y se dan cuenta de que la han jodido. ¿Cómo se les había pasado contarle al pequeño abusador posesivo que ya no se vería tan seguido con su enamorado?

-Chris... no puedo estar en Elementary toda la vida. Hyunjinnie y yo ya estamos grandes.

-¡Encima te vas con Hyunjin hyung! ¡Infiel! -exclama exageradamente y Jihyo decide que definitivamente no le dejará ver más televisión de ese estilo.

-Chris, no puedes estar con Jeongin todo el tiempo, cariño -le explica Jihyo y observa como sus ojos se vuelven algo brillantes-. Innie te quiere mucho y tú a él. Eso no va a cambiar. Ahora vayan a asearse si es que aún quieren ir al centro comercial.

En el centro comercial se les unió la madre de Jeongin, cosa que fue perfecta para Jihyo puesto que ella también necesita divertirse un poco y estar con los niños todo el día es agotador

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el centro comercial se les unió la madre de Jeongin, cosa que fue perfecta para Jihyo puesto que ella también necesita divertirse un poco y estar con los niños todo el día es agotador. Los niños las arrastran hasta un lugar de juegos donde ellas le recargan una tarjeta y se sientan fuera del lugar mientras estos corren a gastar su saldo y energía.

Juegan a los autos chocones, golpeándose un poco la cabeza, pero divirtiéndose en el proceso, luego se turnan en un juego de disparar y Hyunjin se va a un juego de motos en cuanto tiene la oportunidad lo que hace a la parejita quedarse solos. Miran indecisos en los juegos sin saber qué hacer y cuando ven una máquina de peluches ambos sonríen.

-¿Cuál quieres, Innie? -pregunta Christopher como todo un galán tratando de guiñarle un ojo, pero cerrando ambos ojos en el proceso. Jeongin estalla a carcajadas-. Hey, es difícil.

-Eres un adorable bebé -dice Jeongin apretando sus mejillas y dejando un besito en su nariz-. Quiero el de vaquita.

Christopher hace una mueca. ¿Su hombre está loco? ¡Esa vaca se ve tan difícil de conseguir! Más no demuestra su nerviosismo, o eso es lo que cree, pues Jeongin nota sus labios apretados y sonríe. Pasan unos cinco intentos hasta que lo consigue. Bueno, consigue una rana pero al menos consigue algo.

-Wow, que linda vaca -bromea Jeongin.

-Si no fueras mi Omega, te golpearía -amenaza el más bajito haciendo que Jeongin lo mire con los ojos entrecerrados. Christopher se lanza a abrazarlo-. Es broma, hyung, jamás te lastimaría.

-Más te vale -amenaza con un toque de diversión y los ojos de Christopher brillan en la misma sintonía. Se sientan en unas sillas esperando a Hyunjin. Jeongin acaricia a la rana antes de darle un tímido besito y pasársela a Christopher, sin esperar que este imita su acción dándose un beso indirecto-. Algún día de estos vas a matarme.

-No, si tú te mueres yo también me muero, hyung -afirma el menor tomando su mano.

-Quiero que tú conserves la rana -dice Jeongin haciendo al menor fruncir su ceño. ¡Tardó años consiguiendo la rana del demonio!-. Así cuando vaya a la escuela y no podamos estar juntos te acuerdes de mí hasta que nos podamos ver.

El menor baja su mirada avergonzado. Su hyung es tan lindo con él y él siempre le está haciendo berrinches. Si él dice que jamás lo iba a abandonar es porque es cierto. No hay ninguna razón para no creerle.

-Está bien, hyung, quédatelo tú -responde asintiendo-. Yo sé que no me dejarás de lado. Nada cambiará aunque nos separemos... sólo un poquito -aclara. Tampoco es que esté dispuesto a no verse en toda un semana con su esposo-. Confío en ti, Innie.

Jeongin siente su corazoncito latir fuerte. Ya no hay nada que le impida sentir lo que siente por su menor. Le gusta Christopher, le gusta mucho.

-Además, así recordarás nuestro beso. Tus labios me pertenecen sólo a mí, hyung.

-¡Chris!

«𝘔𝘺 𝘓𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦 𝘈𝘭𝘱𝘩𝘢» | •𝘾𝙝𝙖𝙉𝙞𝙣•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora