Dieciséis

1.7K 332 9
                                    


Luego de contarle a Mew sobre Boun y lo que este sabía, Gulf estuvo dos días enteros sin ver de él, por lo que ya pensaba que no quería hablarle por haber sido violado por el ojos rojos repetidas veces, después de haberle hecho creer que lo amaba igual.

Esto lo estuvo llamando incansablemente al móvil e incluso fue hasta su casa y a la fábrica dónde este trabajaba, incluso lo buscó en el bosque pero no lo había encontrado.

Los amigos y compañeros de este le dijeron que también llevaban días sin verlo pero creyeron que estarían juntos pues al parecer este se había pedido una semana de vacaciones anticipada y el dueño se la había concedido.

Este estaba muy nervioso e intranquilo, si algo le pasaba, se moría de la pena, además  de que ya no podrían tener ninguna posibilidad de acabar con McIntosh como había dicho Boun.

Al tercer día sin noticias de él, de repente, su teléfono sonó mientras este aún dormía.

—¿Quién será tan temprano?—se preguntó mirando el reloj de su radio-despertador en la mesita, el cual aún marcaba las seis de la mañana.

Tras mirar la pantalla vio que era el cazador y rápidamente descolgó.

—Me...

—Gulf, escuchame atentamente... quiero que vayas a mi casa y me traigas ropa y mi escopeta y que luego vengas a la parte del bosque donde vimos al ojos rojos por primera vez, ¿Lo recuerdas?.

—S-Si pero  Mew, ¿Por que no me has cogid....

—Date prisa mi amor, te espero—le interrumpió apurado el mayor antes de que se cortarse la llamada.

El moreno se levantó de un salto y se vistió enseguida, cogió las llaves del coche y condujo lo más rápido que pudo pues los nervios lo traicionaban y lo hacían temblar como una hoja.

Hizo lo que este le dijo y llegar al cruce donde estaba el camino al bosque, vio el todoterreno de su novio.

—¿Qué demonios estará haciendo aquí?.

Gulf se bajo y se adentró por el bosque cuando ya amanecía y a cada paso que daba, notaba como su corazón le latía muy fuerte, aumentando su nerviosismo.

Cuando ya casi llegaba, entonces percibió el aroma de Mew, mezclado con sangre y mucha furia, entonces se asustó mucho más y echó correr bosque adentro en su busca.

—Mew...Mew—llamó.

—Shsss ...baja la voz cariño, no estamos solos—le susurró este a sus espaldas.

El moreno se giró y lo miró atónito, este que estaba con su forma lobuna a pleno día y lleno de barro.

—Me-Mew, ¿Dónde te has metido estos días?, he estado muy preocupado por ti—dijo abrazándose a su pelaje

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me-Mew, ¿Dónde te has metido estos días?, he estado muy preocupado por ti—dijo abrazándose a su pelaje.

—He descubierto algo, ven sígueme pero no hagas ruido.

Este avanzó detrás del lobo sin entender nada pero suponía que tenía que ver con la historia que le había contado Boun y del que por cierto no había vuelto a saber tampoco.

Mew lo llevó a la parte más alejada del bosque, donde el moreno nunca había estado, de repente este se paró y se giró.

—Cariño ¿ves eso?—susurró el lobo señalando con el hocico a una vieja cabaña.

Gulf asintió.

—¿Qué hace esa cabaña tan alejada y en medio de la maleza?, ¿Cómo la has encontrado?—preguntó este sin entender.

—He estado siguiendo a McIntosh desde que nos vimos, como te dije quiero matarlo.

—¿Qué es ese olor a sangre tan fuerte?, ¿tú no estás herido, verdad?—volvió a preguntar preocupado el moreno.

—No, yo estoy bien...ese olor procede de ahí y por la noche se oyen gritos y quejidos... Hace un par de días trajeron a un hombre y a una mujer y no han vuelto a salir... Ayer noche han traído a otro, creo que Willy los tortura, porque algo quiere de ellos.

—¿Él sigue ahí?, ¿Lo has visto?.

—Creo que sí, no han vuelto a salir ni él ni ninguno de sus secuaces... Me he enlodado para camuflar mi olor y me he acercado a la cabaña y aunque he entrado, no vi nada, no lo entiendo por eso te he llamado.

—Puede que tenga un sótano, ¿no había una trampilla o una puerta?—preguntó este pensativo.

De repente, el mayor empezó a retorcerse y volvió a su forma humana, entonces Gulf abrió la mochila y le pasó la ropa.

—Bien, yo voy a volver a entrar y buscaré bien, necesito que te quedes aquí amor—dijo este muy seguro.

El moreno negó con la cabeza y se abrazo a él.

—De eso nada Mew, yo voy contigo, quiero ayudar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—De eso nada Mew, yo voy contigo, quiero ayudar.

—Es peligroso, si las cosas se ponen feas y...

—No pienso dejar que entres ahí tu sólo, yo voy a ir también... Prefiero eso a que te ocurra algo y me quede sol..

—Está bien amor, tranquilo, como quieras.... nos llenaremos de lodo también pero no te separes de mí—dijo este besándolo.

Tras buscar un charco embarrado y ensuciarse, los dos hombres comenzaron a acercarse a la cabaña.

—Pase lo que pase te amo Mew, nunca lo dudes—susurró el moreno deteniéndose un momento.

—Y yo a ti pequeño, yo también te amo—susurró sonriendo el mayor—… vamos allá....

—————

No olvidéis votar y comentar

21. Marcado -Mewgulf -Hombres Lobo TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora