Absolución.

NATASHA

Lancé la última pieza de ropa a la lavadora, y fui a la cocina para buscar una botella de agua en el refrigerador. Los sábados no trabajaba, así que aprovechaba para hacer compras y limpiar mi apartamento. Caminé hasta la sala y me dejé caer en el sofá agotada, abrí la botella y comencé a beber, me recosté en el respaldo y estiré los pies poniéndolos sobre la mesa de centro. Sin querer empujé mi móvil y este cayó al piso, me erguí para levantarlo inspeccionándolo para asegurarme de que no había sufrido ningún daño, afortunadamente parecía ileso, desbloqueé la pantalla y comencé a pasar por la galería de fotos hasta que encontré la que buscaba. Me recosté de nuevo con la botella en una mano y el teléfono en la otra, era la imagen que había visto tantas veces, el hombre en ella ejercía una especie de magnetismo, no podía dejar de mirarlo, algo en él me atraía de una forma que no alcanzaba a comprender, estaba concentrada en ella cuando una llamada entrante me bloqueó la vista.

—Hola, April —saludé a mi hermana.

—Tasha, quiero invitarte a cenar esta noche, tienes que conocer a mi prometido —soltó con entusiasmo. Ella no era muy dada a decir las cosas con calma, generalmente podía dar noticias de cualquier magnitud como si estuviese hablando del clima, en ocasiones le decía que necesitaba poner un filtro a sus palabras.

—Espera ¿qué? —Me enderecé depositando la botella sobre la mesa y me puse de pie—. ¿Cómo que prometido? Ni siquiera sabía que tenías novio. —Se quedó en silencio y la imaginé mordiendo su uña, era algo que hacía cuando estaba nerviosa.

—Es que quería esperar que fuera más serio, ya sabes, por si no funcionaba.

Sabía a lo que se refería, este sería el cuarto prometido que mi hermana iba a presentarme, los demás habían salido huyendo cuando descubrían que April hablaba con los muertos, y esto no quería decir que viera fantasmas, literalmente hablaba con los cadáveres cuando tenía que trabajar en ellos. Nadie podía comprender que se entendiera mejor con ellos que con los vivos, yo misma no lo entendía muy bien.

—Pues felicidades, supongo —dije insegura, no sabía cuánto tiempo duraría este prometido, así que no iba a alegrarme mucho por si en una semana lo había perdido de vista.

—Vaya, pero no tienes que desbordar entusiasmo —comentó sarcástica.

—Lo lamento, lo que pasa es que me tomaste desprevenida, en serio me alegro por ti, y por supuesto que quiero conocer a este hombre.

—Te encantará, ya verás, te espero a las siete en el restaurante tailandés de Downtown, donde nos gusta ir a comer.

—Está bien, allí estaré.

Luego de colgar fui a mi armario para buscar algo que ponerme. ¿Qué se usa para conocer el cuarto prometido de tu hermana? Con el primero fue simple, el hombre era un padre soltero que April conoció durante unas vacaciones, cuando me lo presentó parecía muy agradable, eso, si pasabas por alto que a menudo hablaba de su esposa muerta y comparaba a mi hermana con ella. Todo iba bien hasta que él descubrió en qué trabajaba y le pareció muy macabro, pues su difunta esposa era una mujer muy delicada y no había visto un cadáver en su vida. El segundo era un hombre mucho mayor que April, quien luego de sufrir varios accidentes durante el noviazgo afirmó que la muerte lo estaba buscando a causa de mi hermana, desapareció de nuestras vidas sin dejar rastro, y finalmente el tercero, no parecía tener problemas con su trabajo, hasta que un día llegó a buscarla y la encontró hablando a un cuerpo mientras hacía un procedimiento, el hombre corrió gritando todo el camino hasta la puerta. Lo supe porque justo iba a buscar a mi hermana y me crucé con él, desde entonces no quiso saber nada más de ella, pues pensaba que era una desequilibrada.