Little homeless boy

𝟐𝟏

[ memories ]

La larga madrugada "para muchos" podría ser sinónimo de relajación y perdida de percepción sobre el mundo real, generar micro historias raras y poco entendibles inconscientemente, más conocidos como "sueños" que por lo general son fantasiosos y alegres, pero no se puede dejar de lado los que son abrumadores y escalofriantes, de esos que te hacen retorcer sin rumbo, más bien llamados cómo "pesadillas"

Jungkook ya había estado días sin su espacio y con un humor de perros, encaprichado con todo y con nada.

Su malhumorado ser lo había llevado hasta perder la paciencia con la persona que menos lo merecía.

«Taehyung»

El mayor de los dos no entendía el porqué del comportamiento tan repentino, sabía que todavía desconocía mucho del lado "grande" de su bebé, quería ayudarlo, hablar más seguido y por lo menos conocerlo un poco mejor, sólo había una piedra en el camino.

Jungkook no parecía dispuesto a eso.

Taehyung se había equivocado en grande cuando pensó que el menor en su estado normal no era muy diferente a cuando sólo era un pequeño bebé: al menos eso había mostrado en estos días.

El mayor sabía que era caprichoso, poco tolerante y más tímido de lo normal, pero más allá de todo, sólo era un niño que parecía estar luchando consigo mismo.

Jungkook tampoco podía tolerar sus momentos de angustia, más no sabía como hacerlo, su única escapatoria de esos malos días era su "pequeño espacio"

Sin embargo, estos días simplemente lo estaba aborreciendo.

Sus constantes pesadillas lo hacían temblar y encogerse más y más en sus aturdidos pensamientos. Permanecía despiertos a altas horas de la madrugada para simplemente no dormirse y que su mente lo haga presenciar esas terribles pesadillas cómo él lo describía, que realmente eran "recuerdos"

Había decidido dormir solo durante todo este tiempo, en su habitación que ahora lo describía cómo la cueva de sus pesadillas. No podía creer que ese lugar tan colorido y ambiente suave fuera algo que poco a poco estaba odiando de manera descomunal.

Quería – no.., necesitaba estar con Taehyung

Justo en el mismo instante que cerró sus ojos y se adentró en el mundo de los sueños pudo por fin comprender cuanto necesitaba de él; que lo abrazara con el natural calor de sus brazos; que lo llenara de besos o incluso que le diera palmaditas sobre su retaguardia y así poder calmar todas sus miserables angustias.

A medida que más intentaba despertar y que todos aquellos recuerdos mal vividos se esfumaran más se adentraba ante estos, sentía cómo se retorcía miserablemente en la cama, intentos fallidos de pronunciar cualquier palabra que lo ayudara a abrir aquellos ojos que escurría el líquido salado causante de mojar su almohada, sentía el sudor recorrer todo su cuerpo entumecido y exhausto.

Luchó consigo mismo un tiempo más hasta que por fin pudo abrir sus ojos que derramaban cascadas y cascadas. Se sentó abruptamente sintiendo como si su cuerpo se electrizaba por un momento: su pecho y garganta contenía un nudo gigantesco y apretado, que parecía retener a sus vías respiratorias a cumplir con su trabajo, su cabeza zumbada en un dolor agudo y siniestro.

En un intento de retenerse a llorar cómo un bebé fue fallido nuevamente, bastaba sólo unos cuantos sollozos para ser audible para cualquiera que esté en la casa.

Así que lloró, lloró como si de un crió se tratara, sin importarle cuanto odiaba esa parte de si mismo.

—H-hyungie, v-ven con kookie, no no no, k-kookie es un chico mayor, n-noo—pronunciaba entre llanto y luchando con su espacio, por sus adentros realmente se sentía miserable.