𝟐𝟓

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[ ¿Diaper is a friend now? ]

El pequeño kookie estaba en una misión súper especial; estando sumido totalmente en su mundo de fantasías y grandes imaginaciones, corría por cada rincón de la casa buscando al culpable de la desaparición de uno de sus grandes amigos peluches. Disfrazado imaginariamente de una combinación de detective y policía, revisando por toda la casa y adjuntando pruebas de su desaparición repentina, anotando todo con su crayón en su cuaderno lleno de garabatos.

Ahora estaba arriba, justo en la habitación de TaeTae y la de él, después de revisar cada uno de sus baúles de juguetes y no encontrarlo, recordó que lo había visto por última vez en la habitación donde ambos dormían. Gateando sigilosamente por la alfombra miró por encima de la cama donde su conejito de felpa era lo único que descansaba; era un alivio que no fuera éste el desaparecido porque si no, en vez de jugar a ser detective seguro y ya estaría llorando desconsolado por no encontrarlo.

Miró por última vez el dibujo de la jirafa de peluche en su cuaderno antes de levantarse del suelo para caminar hasta los muebles de la habitación, parado casi de puntitas, lo único que encontró fueron las cosas de TaeTae que él no entendía para que servían,así que simplemente lo ignoró y fue hasta el otro lado.

Ahí se encontró con cosas que si reconocía, cómo por ejemplo el frasco de jarabe que solía tomar, su vasito para tomar agua, toallitas húmedas y unos cuantos de la prenda que tanto odia; pañales que TaeTae tenía ahí por si necesitaba un cambio por la madrugada. Los agarró y miró con el ceño fruncido antes de tirarlos al suelo, ya que su cuidador no estaba allí, no podría regañarlo y él podía desquitar su enfado con ellos sin problema.

Con un largo y exagerado suspiro, se sentó abruptamente sobre su trasero acolchado; si no odiaba tanto los pañales tal vez agradecería por siempre amortiguar bien sus caídas pero ese no era el caso. Otro suspiró salió de sus abultados labios, posicionando sus dos manitos debajo de su mentón, descansando su cabeza entre estas y sus piernas erguidas, pensando en donde podría estar el desaparecido afelpado.

Después de varios minutos de reanudar todos los últimos momentos con el desaparecido, recordó cuando TaeTae lo había regañado por darle de comer a sus juguetes parte de su merienda y que la jirafa había sido la que más sucia había quedado después de eso y TaeTae había dicho algo de limpiarlo más tarde; así que eso era, por fin lo había resuelto, TaeTae era el culpable y secuestrador del peluche. Con una pequeña sonrisita salió corriendo de la habitación rumbo escaleras abajo en busca de su cuidador.

—TaeTae!.—gritó tan pronto cómo atravesó la cocina donde su cuidador estaba limpiando.

—oh, hola bebé ¿que estabas haciendo por tanto tiempo eh?.

Taehyung preguntó con una dulce sonrisa, secándose las manos antes de acercarse a su bebé y dejar un beso en su regordeta mejilla; sus labios se curvaron en en puchero cuando su bebé lo apartó.

—Awiba las manos! TaeTae esta awestado!— gritó nuevamente apuntándolo con su dedito —TaeTae es culpable de que jirafwita no esté!—

—oh, ¿hablas del peluche que le embarraste comida?.

—sii, ¿que hizo TaeTae de jirafwita?.

El pequeño ladeó la cabeza con sus manos en los costados de su cadera; Tae no pudo evitar reírse ante la acción que le pareció totalmente adorable.

—lo lavé bebé, ahora está colgando allá afuera.—señaló por la ventana, el pequeño miró y luego dirigió su mirada hacia su cuidador con los ojos entrecerrados y labios fruncidos.

—Okaaaaay, pero TaeTae no debe esconder a peluches o será awestado!.—el detective y policía kookie advirtió.

—está bien bebé, ya no lo volveré hacer.

Little homeless boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora