Capítulo 15

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Aliso por enésima vez las arrugar inexistentes en mi falda. Mis manos están sudorosas desde que le pedí a Claire que trajera a John a mi habitación.

No quise hablar con él luego de la llamada con Christian, no había forma en que lo pudiera mirar a la cara, y sé que él intuyó que algo no iba bien, pero no insistió. Al día siguiente hice como si nada pasara, me comporté de la manera más normal posible, mi madre y John no se lo creyeron.

Miro mi reloj y son las dos de la tarde. He pasado todo el día de ayer y la mañana de hoy pensando, tratando de buscar las palabras de decirle a John que haré lo que le prometí no hacer; y a pesar de que prefiera no decirle, sé que tengo que hacerlo, que es mejor que lo sepa de mí y no mañana cuando vengan a hacer las pruebas del vestido. Solo de pensar en eso me dan nauseas.

Un toque a mi puerta anuncia la llegada de John. Tomo una larga bocanada de aire y voy a abrir la puerta. Invito a entrar a mi ¿novio? No sé si es la forma correcta de decirlo, de cualquier forma después de esto tal vez no sea necesario saber qué él es para mí.

John se ve nervioso al igual que yo. Lo invito a tomar asiento a mi lado en un sofá junto a la ventana.

—John...— Comienzo y miro fijamente mis manos que juguetean con la tela de la falda— Yo... con respecto a lo del otro día— Me aclaro la garganta para continuar, el mini discurso que tenía preparado desapareció, como si fuera humo, de mi mente

Siento su mano que me toma suavemente la barbilla y me hace mirarlo a los ojos.

—¿Qué ocurre? Estoy seguro de que no puede ser tan malo— Susurra. Es que sí lo es, mi labio inferior comienza a temblar incontrolablemente y siento mis ojos picar.

Acuna mi mejilla en la palma de su mano y me acerca hacia él para depositar un suave beso sobre mis labios. Solo es un pequeño roce al que le sigue muchos más que se convierten en un beso muy húmedo, que a decir verdad me hace olvidar momentáneamente el por qué estamos aquí en primer lugar.

—¡No puede pasar sin autorización!— Escuchamos una voz amortiguada y nos separamos de golpe.

—Sí que puedo— Mi corazón se detiene y juro que siento la sangre abandonar mi rostro. Reconozco esa voz.

La puerta se abre de un tirón y aparece Christian en el umbral. Por su rostro pasa la sorpresa y luego un atisbo de humor.

—Vaya, vaya ¿Hace nada planeábamos nuestra boda y ya me estás engañando? Creía que eras mejor que eso Victoria— Christian sonríe ampliamente y a pesar de mi estado de shock logro lanzarle una mirada asesina.

—¿De qué está hablando, Victoria?— John llama mi atención con su tono lleno de ingenuidad. Abro mi boca pero ningún sonido sale de mi garganta.

Una carcajada resuena en la habitación, adivinen de quién proviene.

—¡Qué sorpresa! Tu querido guardaespaldas no lo sabía— Hace una pausa— Pues te informo que nos vamos a casar, dentro de unos días, te daría invitación pero creo que sería muy incómodo, dado que seguramente Victoria solo te estaba utilizando como su juguetito personal cuando va a ser mi esposa— Miro a John que me observa esperando que intervenga, rogándome que diga que nada de eso es cierto.

—Christian— Siseo— ¡Cállate y sal de aquí!— Parece que alguien escucha mis plegarias y un guardia llega a mi rescate— Por favor llévatelo a mi despacho y mantenlo vigilado hasta que yo termine— Le pido y toma a Christian de un brazo, que no se resiste pero antes de irse me da una sonrisa socarrona.

—John, puedo explicarlo, iba a decirte ahora pero...— Mis palabras van saliendo con menos intensidad mientras veo a John caminando de un lado a otro pasando las manos entre su cabello.

—¿Es verdad lo que dijo?— Pregunta con voz ronca e instantáneamente me encojo ante la frialdad de su tono.

—No todo— Susurro.

—Explícate mejor— Me ordena y noto que trata de calmarse, no lo está logrando.

—Yo nunca te utilizaría, lo sabes— Asiente y noto que relaja un poco más su postura— Pero tengo que hacerlo— Las palabras salen más fuertes de lo que me gustaría, él parece cansado de esto, yo también lo estoy.

—¿Por qué?— Interroga y creo que ya hemos pasado por esto.

—Porque es mi deber, tengo que hacerlo me guste o no. Tengo que casarme con Christian para salvar a mi país, aunque eso signifique renunciar a mi felicidad— Siento las lágrimas luchando por salir pero respiro hondo y trato de que eso no suceda, luego de esto voy a hablar con Christian y no voy a permitir que vea cuanto esto me está afectando, el daño que me hace.

John asiente repetidas veces como si estuviera hablando consigo mismo y siento que voy a reventar de la ansiedad, por la espera a que diga algo. Mi principal compromiso lo tengo con mi país, si él no entiende eso tal vez entre nosotros no debió suceder nada.

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👁️👄👁️Sin palabras. Si les gustó dejen su estrellita por favor. Lxs amo❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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