Despierto asustada y sudando. No puedo sacarme de la cabeza el sueño, lo sola que me sentí en ese momento, como me siento ahora. Mi padre me quería, cada vez estoy más segura de que algo no está bien, pero no sé qué más hacer.Hoy me tengo que enfrentar a Christian, no creo poder soportarlo, pero al menos no va a poder hacerme nada. Tengo pensado un plan para enfadarlo un poco, solo espero que el tiro no me salga por la culata.
Voy a la cocina del palacio buscando a Claire, me dijo que todas las mañanas estaba aquí ayudando con el desayuno.
Bajo unos escalones de piedra y al instante siento todo el ruido, de los cocineros dando órdenes, de los cuchillos cortando y del aceite hirviendo; el bullicio que causa el apuro para servir el desayuno.
Camino buscando a Claire y saludo a unas cuantas sirvientas y al chef, quien me pregunta si la cena fue de mi agrado.
—Buenos días Claire— La saludo y tomo asiento.
—¿Cómo estás Victoria? Espero que lo de Christian no te quitara el sueño— dice y me regala una sonrisa solidaria.
—¿Lo viste tú también?— Le pregunto y hago un mohín.
—Todo el país lo vio— Me pone una mano en el hombro.
—Oh, de todas maneras no quiero que él me arruine la mañana— Hago una pausa— ¿Hay helado?— Pregunto y asiente.
—Espera, te lo traigo— Me dice y la detengo.
—No te preocupes, ya voy yo— Me pongo en pie y abro la nevera, tomo un pote con helado de chocolate y una cuchara— ¿No quieres tú?— Le ofrezco a Claire y niega.
—No sería apropiado— Hago un gesto con la mano para quitarle importancia y toma ella también una cuchara.
—Sé que no quieres hablar del tema pero ¿Qué vas a hacer?— Me pregunta con notoria curiosidad.
—De hecho quería preguntarte si te parece buena idea lo que tengo planeado, necesito la opinión de alguien más cuerdo que yo— Sonrío y ella asiente.
Le cuento todo lo que pienso hacer con pelos y señales. De verdad necesito que me diga si es una idea sensata, porque, o bien puede que me salga como espero o me arruinaré, más de lo que estoy.
—Me parece genial— dice luego de pensarlo— Creo que le darás una lección— Abro mucho los ojos ocultando una sonrisa, eso era todo lo que necesitaba, Christian se va a enfurecer mucho.
(***)
Siento que me voy a arrepentir de esto cuando acabe la noche. Sé que Claire y también John me dieron su visto bueno, eso quiere decir que no es una total locura; no voy a hacer nada como cometer un asesinato, aunque me gustaría, pero creo que no le gustará a Christian, y además no me hará quedar en evidencia como darle una bofetada como la última vez.
Me mentalizo delante del espejo hasta quedar totalmente convencida de que mi plan va a funcionar. Arreglo el cuello de mi vestido, que es bastante recatado, como si fuera a recibir al mismísimo papa... bueno, creo que exageré un poco, el vestido no es tan escotado, pero no parezco una monja; porque estoy segura que si voy solo enseñando un poco de pecho o piernas van a decir que tenemos alguna relación que va más allá de lo profesional o que trato de seducirlo, y definitivamente no quiero eso.
Camino con paso dubitativo a la entrada principal, mientras más me acerco a la puerta me siento menos segura y comienzo a temblar.
Salgo y veo a John parado junto al auto, me abre la puerta y me ayuda a entrar. Antes de arrancar el motor me mira por el espejo retrovisor.
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La Princesa
Roman pour AdolescentsVictoria ha pasado toda su vida esperando el momento de heredar la corona, pero no con la emoción que la mayoría supone. Piensa que gobernar no es para ella, y ve una salida cuando alguien reclama el trono como suyo. Créditos de la portada a @CH5111...