Día 7:
Despedidas llenas de lágrimas, futuros optimistasLa mañana les llegó como la de un adolescente que se olvidó de hacer su proyecto escolar en el último momento y tuvo que llegar a clase con las manos vacías.
Era el miedo. Puro pavor, sin filtro.
Habrían dado cualquier cosa por poder congelar el tiempo, por retrasar el tic-tac de los relojes, por retrasar la salida del sol. Hubieran deseado que, sólo por una hora, el tiempo se congelara, para poder aferrarse el uno al otro un poco más. Deseaban que empezara a llover y que los vuelos se cancelaran. Deseaban poder quedarse dormidos y que George perdiera su vuelo. Deseaba que pudieran permanecer en los brazos del otro sólo un rato más, sólo un rato más.
Pero eso sería poco realista. Sería inmaduro e infantil.
Y así, el sol salió lentamente, el tiempo continuó como inevitablemente lo hace, y fueron despertados de su suave y cálido sueño -tan seguro y cálido- por el estridente sonido de la alarma de Dream que estaba programada para las siete de la mañana, y con un gemido que era igualmente cansado y enojado, Dream se dio la vuelta y golpeó el botón de dormir antes de rodar inmediatamente a su posición anterior y sumergirse de nuevo en los acogedores brazos de George, apretándolo más fuerte cuando George comenzó a agarrarlo más fuerte.
"Que le den a mi vuelo, me quedo aquí", proclamó George en voz baja y con confianza, logrando que la frente de Dream se acercara a la suya y que descansaran juntos, con los ojos de ambos cerrados.
"Ojalá pudieras, pero tienes que volver a casa", respondió Dream, obteniendo inmediatamente un gemido característico que rozaba la línea de ser un quejido como respuesta de George, Dream sintiendo la ligera vibración del ruido entre sus omóplatos desde donde descansaba una de sus manos.
Se quedaron en silencio, el ambiente cómodo y suave los arrulló de nuevo. Sus respiraciones comenzaron a hacerse más lentas y profundas mientras volvían a quedarse dormidos, y casi lo estaban cuando la alarma de Dream sonó por segunda vez, y en lugar de darse la vuelta como la vez anterior, Dream comenzó a maldecir mientras se quitaba la manta de encima y se retorcía en la cama, golpeando con rabia el reloj para apagar la alarma.
"Ese pobre reloj sólo estaba haciendo su trabajo, Dream", se quejó George somnoliento, despertándose rápidamente mientras se levantaba en posición sentada, haciendo crujir los nudillos y tomando nota de su portátil cerrado cerca del extremo de la cama.
"No me importa, lo odio", enunció Dream, sonando enojado con el objeto inanimado.
"Dream..." George comenzó, quitándose la manta de encima y poniéndose de pie, caminando alrededor de la cama y acercándose a Dream, envolviéndolo en un abrazo desde atrás, sus brazos envolviendo la mitad de su estómago. Decidió no continuar con lo que estaba diciendo, en su lugar eligió enterrar su cara en la espalda de Dream, escuchando el bajo en su voz mientras hablaba en voz baja.
"Es que no quiero que te vayas..." Las manos de Dream subieron y cubrieron las de George, sus palmas calientes al tacto, sintiéndose perfectas contra las manos naturalmente frías de George.
"Lo sé, y yo tampoco quiero irme", dijo George, apretando el abrazo. Estuvieron así quién sabe cuánto tiempo, hasta que Dream tomó lentamente las manos de George y las desenvolvió a su alrededor.
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7 Minutes in Heaven, But it's 7 Days in Florida - Traducción
FanfictionUna cosa es volar a otro país y pasar una semana en casa de tu mejor amigo, pero otra cosa es que estés enamorado de ese mejor amigo. Esa es una historia totalmente diferente, pero por suerte, de eso trata esta historia. --- Esta traduccion es mia...