Cómplice

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- Hoseok, podrías sentarte en el sofá, me estoy entumiendo... - el pelinegro estaba más que incomodo, ya habían pasado veinte minutos de la película y cualquier risa o espanto que hacía Hoseok, llegaba justo a los pantalones del pelinegro

- ¿Por qué hyung? Estoy muy cómodo – el pelirrojo se acorruco más en el regazo del pálido haciéndolo tragar duro, comenzaba a sudar frio por culpa del pequeño e inocente Hoseok

- Hobi... bebé, por favor – el mencionado se sonrojo, Yoongi nunca había usado ese tipo de palabras y justo en ese momento se sintió un poco culpable al querer adelantar las cosas. Bajó de su regazo y tomó el tarro de nieve para comer tranquilamente. Transcurrieron los minutos y no se dio cuenta de la pesada mirada de Yoongi hacia su rostro

- ¿Qué?

- ¿Qué? – El pelinegro volteó a otra dirección y se rascó detrás de la oreja – Tienes nieve en las orillas de tus labios

Hoseok se limpió rápidamente los restos de nieve la mirada del pelinegro volvió a posarse en él, se creó un silencio en donde solo sus respiraciones se escuchaban, miles de pensamientos pasaban por la mente del pelinegro, mientras que Hoseok no podía estar más intimidado por la mirada de su pareja. Yoongi se acercó lentamente sin despegar la vista de sus finos ojos aún con sus rostros casi rozando

- Aun tienes nieve aquí – Yoongi besó suavemente la comisura de sus labios, comenzando un pequeño vaivén inconsciente, los labios esponjosos de Hoseok comenzaron a ser chupados y mordidos, sus lenguas rozaban, haciendo caer lentamente en esa pequeña tentación, el pelirrojo sintió una fuerte tensión, una gran intimidación por parte del pálido que, de alguna manera hizo que se levantara y caminara a la cocina por un vaso de agua, pero antes de llegar a ella fue estampado en la pared haciéndolo soltar un jadeo de sorpresa

- ¿Esto es lo que querías, no? – el corazón del pelirrojo latía desenfrenadamente al sentir a Yoongi restregarse fuertemente a su trasero – Querías que cayera en esta linda seducción, para poder que te haga mío – las manos del pálido estaban firmes en las caderas de Hoseok, sus labios comenzaron a besar su cuello viajando por todos lados, haciendo sonidos obscenos que comenzaron a prender al menor, cada beso era fuerte y se podía escuchar con facilidad como sonaban

El pelirrojo aun contra la pared comenzó a alzar su trasero buscando más placer en los movimientos que otorgaba el contrario, Yoongi gruñó desesperado, se sentía ansioso, no quería adelantar las cosas y Hoseok se lo estaba poniendo demasiado difícil. Por otro lado la emoción de Hoseok lo estaba matando, por fin podría dar el siguiente paso, en su rostro cargaba una sonrisa que a la vista del pelinegro solo le hacía pensar lo caliente que podía llegar a verse, sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir como Yoongi lo volteó para verlo al rostro lleno de lujuria

-Voy a devorarte – al terminar la frase el mayor alzó al pelirrojo para que descansara las piernas en su cintura, volviendo a besarlo con la misma intensidad de antes, ahora restregando sus miembros, sin dejar de acariciar su cintura y amasar sus glúteos

Envueltos en placer, casi a ciegas, el pelinegro los dirigió a la habitación acostando a Hoseok sobre la cama y deshaciéndose rápidamente de la camisa de Hoseok

- Eres un manipulador... poniéndote mi camisa con intención de que me prendiera – el pelirrojo jadeo sorprendido, de verdad quería hacerlo con su mayor, pero en realidad nunca había estado con alguien haciéndole sentir sensaciones nuevas y al parecer estar con el chico que realmente quería y deseaba en todas las maneras posibles lo hacía sentir al tope de sus emociones y reacciones de su pequeño cuerpo

- Yoongi...

- Gime para mi Hoseokie

- No... espera, Yoongi – el pelinegro soltó un bufido frustrado, sabía que era mejor ignorar todo lo que estaba sintiendo en esos momentos

Sensaciones ° Yoonseok °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora