Sensaciones ° Yoonseok °

No importa

Y justo ahora se encontraban en la oficina de Mark, los dos mayores viéndose con rivalidad y una sonrisa triunfante por parte del pálido

- ¿De verdad quieres renunciar? -la voz de Mark sonaba tranquila mientras observaba la carta de renuncio

- Por supuesto que lo quiere -el pelirrojo lo único que podía hacer era respirar pesado, el ambiente era incómodo para el chico ya que pareciera que se querían matar con la mirada, cuando por fin salieron de la empresa dio un gran respiro y soltó toda la tensión

- En verdad no era necesario que me acompañaras...

- Si lo era -el pálido aún se encontraba sonriendo por ver la cara de sorpresa en la de su rival

Después de avisarle a los chicos el plan de las vacaciones se confirmó, tomarían el vuelo a Gyeongju donde rentaron una cabaña algo separadas del rio para no molestar a los turistas o cosas así, la verdad es que pondrían música y voltearían la casa, era por precaución. Quedaron temprano en el aeropuerto para el viaje, pero Namjoon perdió su pasaporte y tomaron el vuelo de la tarde cuando por fin lo encontró. Yoongi fue directamente a lanzarse a la cama y los demás iban a preparar la cena, marcaban las 9 p.m. cuando despertaron al chico y como si fuera instinto se dirigió a donde estaba Hoseok

- ¿Dormiste bien hyung? – el pelirrojo estaba atento a la gran bandeja de agua mientras el pelinegro posaba su rostro en el cuello de su amor

- Aun quiero dormir... – Hoseok suspiro y soltó una pequeña risa, la verdad le ponía nervioso que Yoongi este reposando en su cuerpo, aunque no tuviera problema con eso – Hobi~ -el pelinegro seguía somnoliento, el estar con el chico lo hacía sentirse sereno y tranquilo, como un refugio del cual siempre va a desear estar, como un hogar

- Ya esta la cena, come algo y puedes regresar a dormir -el pelinegro negó como si un pequeño se tratase

- Quiero que duermas conmigo -el pelinegro rodeo la cintura de Hoseok haciendo que este se tensara un poco

- Dormiré contigo Yoongi, ahora sal con los chicos, yo llevare el ramen – el chico asintió varias veces mientras con pasos pequeños se dirigía al patio de atrás de la casa.

La noche transcurrió como todos sabían que pasaría, risas, charlas extrañas, algo roto y mucho, mucho escándalo, jugaron a piedra, papel o tijera para saber quién limpiaría, terminarían limpiando todos, jugarían un rato dentro del lugar y dormirían juntos, bueno... no tan juntos. Había cuatro habitaciones grandes y cómodas, pero desde un principio el pálido pidió cama propia, nadie lo discutió ni se negó, sabían como era el chico, pero el pelirrojo tenía otros para el chico de ojos afilados

(...)

Todos cayeron rendidos, estaban cansados, un día pesado definitivamente hizo efecto en todos, bueno, casi. Cuando todos descansaban, Hoseok fue a la habitación de Yoongi, tratando de no despertar a nadie, con pasos delicados y tranquilos, subió poco a poco a la cama del pelinegro, lo observo por un largo rato con la luz tenue que regalaba la luna a través de la ventana que el chico había olvidado cerrar, Hoseok siempre había sentido algo por él, de alguna manera siempre intentaba estar cerca y ser el centro de atención para Yoongi, desde que tenían 17 años descubrió que su sexualidad no era "normal" y que el chico de tez pálida lograba desequilibrarlo, claro, eran mejores amigos pero sentir emociones que jamás había experimentado hacia querer perder la cabeza, ahora sabia que Yoongi le correspondía, que ahora podría dar un paso con él, porque después de todo las personas siempre hablaran, no era algo relevante, a Hoseok dejó de darle importancia el hecho de tener que estar escuchando a otras personas lo asqueroso que era la homosexualidad.

Podía escuchar la respiración tan tranquila de Yoongi, que hacia recordar toda las veces que hacían pijamadas y hablaban de sus planes de vida, un suspiro melancólico se escucho por toda la habitación, el alcohol aún tenía su efecto en el pelirrojo, no quería pensar en lo que diría Yoongi después, todo en ese momento era un enigma, sus latidos se aceleraron y una ola de nervios se paseo por todo su cuerpo, poco a poco subió al regazo de Yoongi, sin saber muy bien lo que iba a hacer, lentamente se acerco al rostro del pelinegro y unió sus labios con los suyos.