CAP 5: ¿Te quedarás?

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- ¿A qué hora salimos? – un "susurro" se escuchó detrás de la cortina seguido de un golpe algo hueco - ¡Hyung, deje de golpearme en la cabeza!

- Es imposible, suena como un coco, un coco muy hueco – la carcajada pegajosa del mayor inundó toda la sala

- Ya no tengo ese corte, ¿cuándo lo vas a supe... oh, ¿aún no debíamos hablar?

La mirada atenta del menor se encontraba entre los dos chicos que anteriormente se abrazaban como si quisieran fusionarse, actualmente a dos metros de distancia con los rostros abochornados y evitando ver a los chicos

- ¿Sorpresa...? – el rubio bajito sonrió a los dos

- Dijiste que no pudiste contactar a Yoongi

- Sobre eso, perdón, quería que fuera sorpresa, ustedes siempre fueron más unidos, más – enfatizó y alargó la ultima palabra haciendo que Yoongi lo veo con ojos amenazantes

- Ya, Yoongi-ah deja de asustar a Jimin, vamos a cocinar algo, llevo más de una hora aquí esperándote, muero de hambre – el mayor arrastró al pelinegro hasta la cocina viendo como era alejado de Hoseok

Cuando Hoseok iba a comenzar a ir detrás del chico se dio cuenta que parecería un cachorro queriendo caricias, eso sería demasiado... demasiado pegajoso, él ya era un adulto de 28 años, a Yoongi le parecería demasiado que estuviera detrás de él, ¿verdad...? sacudiendo la cabeza evitando sus pensamientos, se dirigió con los otros chicos a seguir jugando, estaría con Yoongi después, demostraría que ha madurado y no sigue a Yoongi a todas partes.

La madurez duró media hora, Hoseok se dirigía de nuevo hacia Yoongi, convenciéndose que estaba viendo a Jin y a Yoongi, pero su mirada solo se posaba en aquellos ojos afilados y sus increíbles manos picando kimchi, ah... Yoongi tenía manos encantadoras

- ¡Hora de comer niños sin hogar! – después del grito de Jin, Hoseok fue consciente de que había estado observando las manos de Yoongi en vez de al mismo Yoongi, se acercó junto con todos los demás a la cocina para ayudar a servir la comida

- No puedo creer que tengan el mismo apetito de hace años

Era el octavo paquete de ramyeon que ponían en la olla y el cerdo asado estaba por acabarse, habían comprado más de la cuenta al saber lo mucho que comían y preguntándose si aún se terminaban esos paquetes de ramyeon con doble porción mas todas las guarniciones y segundos platos que solían hacer cuando escapaban de casa con el dinero de los padres de Seokjin, no era algo de lo cual estar orgullosos, pero al mayor nunca lo regañaban, sus padres parecían incluso contentos cuando Seokjin por fin tuvo su etapa de "rebeldía" a sus 19 años.

- Jungkook ahora come el doble de lo que comía en su etapa hormonal – el mayor estaba recargado en su silla después de disfrutar una comida acompañado después de tanto tiempo

- Hyung, sigo en mis 20

- ¿Sigues hormonal? – el menor lo vio enojado y sonrojado, el chico aun tenía 26, pero incluso su aspecto lo hacía parecer más joven – sigues igual de llorón que hace años, ve a refugiarte con tus novios y no me pegues con tus músculos inyectados

- ¡Ya te dije que no son inyectados, son naturales!

- Deja de hacer ejercicio, ni con tatuajes te ves mayor

Sí, el humor de Seokjin a veces sobrepasaba los límites, tenía un humor algo... inusual, y, por alguna extraña razón que Yoongi desconocía se sentía bien volver a escucharlo, sonrió sin razón alguna viendo a Jungkook y a Jin pelear, sintiéndose de nuevo joven y lleno de energía, con ese sentimiento inexplicable que hacía sentirse en un hogar al lado de esos chicos que amaba mas que a su vida.

Sensaciones ° Yoonseok °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora