Capitulo 7

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ᴰᴵˢᶜᵁᴸᴾᴱᴺ ᴸᴼˢ ᴱᴿᴿᴼᴿᴱˢ

Mew

Cuando aparqué en casa de Gulf a la mañana siguiente, él y su hermano estaban parados en el patio de adelante con sus brazos cruzados mientras tenían su atención pegada en la casa que estaba cruzando la calle. Michael y Natasha entraron por su cuenta, así que caminé y me paré junto a Gulf.

—¿Qué estamos mirando?—Las palabras apenas habían salido de mi boca cuando Plern salió de su casa con sus sábanas en la mano. Las arrojó furiosamente en un bote de basura y les prendió fuego antes de gritar y regresar adentro.

—Ha estado con eso toda la mañana—dijo Gulf. —Aparentemente no sabe cómo usar una lavadora, porque eso quita el polvo pica-pica.

—¿Como que eso hace que se antojen unos s'more, no?—dijo Krist. —Iré por los malvaviscos.—Se dio la vuelta y entró.

Plern salió de nuevo con el brazo lleno de ropa. Gritó de nuevo y los arrojó al cesto, haciendo que las flamas se hicieran más altas. —¿Quiero saber?—pregunté.

—Idea de Ki. Plern nos echó a la policía, así que entramos a su casa y rociamos sus cosas con polvos pica—pica-explicó Gulf despreocupadamente.

Asentí. Sabía que tenía que ser algo como eso. Era aterrador cómo las cosas que él hacía empezaban a tener sentido para mí. —Mamá accedió a cuidar a los niños esta noche. Ella y papá quieren llevarlos al Chuck E. Cheese's.

—Mierda.—Esa no era la reacción que estaba esperando. Gulf se giró rápidamente hacia mí. —Viene para acá.—Eso me hizo sentir un poquito mejor.

—¡Esto es un ultraje!—gritó Plern mientras se acercaba. Su cara tenía tres tonalidades de rojo.

—Lo sé—contestó Gulf sonando completamente escandalizado. —¡No puedo creer que hayas besado a mi hermanito!

Krist escogió ese momento para aparecer con una bolsa de malvaviscos y un gancho para la ropa. —Hey, Labios Candentes.

—Yo... él...—balbuceó Plern. Entonces gritó otra vez y se regresó a su casa.

Gulf suspiró. —Amo este vecindario.

No pude evitarlo, pero miré boquiabierto a Krist. —¿Besaste a Plern?

Se encogió de hombros. —Tienes que hacer lo que tienes que hacer. Y no planeo hacer repeticiones instantáneas tampoco. No importa lo que ella diga, yo creo que se corrió.—Krist se estremeció ante la idea.

—Más te vale no volverte heterosexual. De otra manera, habrá un montón de tipos enojados en este pueblo—advirtió Gulf.

—No puedo creer que dejo a mis niños con ustedes, gente—los molesté. —Mamá vendrá a recogerlos a las cuatro. Yo vendré por ti a las cinco.

Cruzó sus brazos encima de su pecho. —¿A dónde vamos?

—A una cita. Que tengas un buen día—lo besé en la nariz y me alejé, sonriendo cuando lo escuché resoplar de molestia detrás de mí.

Gulf Kanawut: Secuestrador | ᴹᴱᵂᴳᵁᴸᶠ|#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora