For You |Voxman|

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Cuando su turno termino Enid abandono la bodega, a pesar de que tenía pereza de ir a buscar Rad no podía romper su promesa y sinceramente también estaba preocupada por el paradero de su amigo, no había mucho movimiento en la plaza y las escasas personas que quedaban estaban adentro de las tiendas, aun con esos detalles no se sentía insegura.

Continuo su recorrido hasta llegar al final de la plaza o hasta donde el ultimo local quedaba, antes de siquiera pensar continuar noto un pequeño detalle que si bien podría pasar a desapercibido si hubiera seguido su camino.

Pero en la parte trasera del local justo al final se notaba la parte trasera de la camioneta de Rad.

—Así que aquí estuviste todo el día— Murmuró Enid dirigiéndose donde estaba la camioneta.

Le dio la vuelta al vehículo, logrando notar desde la ventana la silueta de su amigo, golpeo un poco la camioneta para llamar la atención de Rad, esperando que el mismo saliera, pero no hubo respuesta.

—Genial se quedó dormido. —Soltó con obvio sarcasmo. —Tendré que conducir hasta su casa—Añadió mientras tomaba la agarradera de la puerta para jalarla y abrirla.

Todo paso tan rápido que no hubo una reacción instantánea, solo sintió el aire golpeando su cara cuando abrió la puerta y la caída inmediata de algo sobre sus pies o al menos cerca de ellos.

Era una cabeza. . .
                         La cabeza de Rad

Ni siquiera tenía su cuerpo, aquello en lo que estuvo encimada solo era una especie de maniquí, solo era su cabeza cercenada.

No podía ni siquiera gritar ante tal impresión, retrocedió chocando con la pared en donde se sostuvo, llevo una de sus manos a su estómago y otra a su boca intentado calmar las arcadas, pero no sirvió, el vómito se filtró entre sus dedos, acción que la hizo quitarla y solo soltar todo en el suelo.

No pudo volver a mirar los restos de su amigo, con debilidad en las piernas y sosteniéndose de la pared comenzó a caminar, mientras avanzaba sacaba su celular marcando un número.
Quizás fue la impresión del momento, pero no escucho cuando alguien se acercaba a ella, sintió un leve toqueteo en su hombro, acción que la hizo voltear.

Los ojos de Enid fueron testigos de un miedo irracional que solo duro segundos antes de que sintiera un fuerte golpe en el costado de su cabeza, la sangre salpico y una palanca de metal cayo en el suelo junto a su cuerpo.

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Habían pasado al menos tres horas desde que su madre lo había dejado solo en casa, K.o se sentía intrigado por la razón de la tardanza, ni siquiera lo había llevado a la plaza, además de que también estaba preocupado por la llamada de Enid, su teléfono había sonado como era de esperarse pero al momento de contestar no escucho mas que un especie de golpe y después la llamada se corto.

Por otro lado, a su madre le habían avisado algo que la hizo salir de casa sin darle una explicación y ninguno de sus amigos respondía sus llamadas, quería salir pero sabia que tardaría en llegar y seguramente si su madre llegaba a casa se preocuparía de no encontrarlo..

Entonces pareció que sus plegaria fueron escuchadas porque de inmediato su madre llego, su mirada era apagada, se veía algo pálida como si se hubiera sorprendido mucho.

—¿Mami que paso?—Pregunto acercandose.

—K.o—Ella murmuro al verlo, se acerco hasta el y tomo su mano y lo guio hasta el sofá donde se sentaron y ella no soltó su mano.