Estos días se han vuelto eternos, al parecer nada va a acabar rápido a menos de que descubra que ha pasado aquí y porque...el amanecer llegó tan pronto logré escapar gracias al perro de la noche anterior, estoy en dirección al laboratorio, logró verlo, pero este estaba destruido totalmente, sin embargo, no era una destrucción causa por bombas, sino al parecer algo lo había destruido por su cuenta...me acerco para averiguar más a fondo todo lo ocurrido, estando ahí adentro se veía peor que afuera, todo estaba no sólo destruido sino que también estaban algunas cosas quemadas, como el escrito, las silla y algunos papeles regados por todas partes, estando en la sala de recepción no encontraría nada, así que decido abrir la puerta donde se hacen las investigaciones, estaba al fondo de la sala, intento abrir la puerta, pero esta no se sede y empiezo a forzarla con empujones, sin embargo no funcionaba, tenía que buscar algo con que abrirla, afuera del laboratorio, me acuerdo que vi una ferretería en mal estado, pero al menos debería de haber algo con que abrir la puerta, así que salgo sin más.
Estando ya afuera me dirijo hacia la ferretería, tenía que apresurar el paso dentro de poco volvería a anochecer y eso no es bueno, entro al local en busca de algo, pero al perecer alguien había tomado las herramientas...en ese momento recordé que debajo del mostrador hay herramientas también, lo se porque me acuerdo que mi padre solía trabajar en una ferretería, *empiezo a hacer memoria de un recuerdo*
-Axel, hijo ven aquí ayudame, con estas herramientas-, mi padre era tranquilo, un señor amable, podía hacer amistad con cualquier persona, siempre les caía bien por su forma tranquila de hablar
-Alla voy papá- llegó a donde está el y lucia cansado, desde hace días se ah puesto algo enfermo, pero por más que le decía que descansara, no lo hacía
-Axel, sostén estos martillos, mientras yo recojo las otras más pesadas-, se notaba demasiado cansado, ya no dejaría que siguiera llevando herramientas
-No papá, ve a descansar yo lo hago-
-Tranquilo yo lo hago, aún tengo fuerzas-, insistía en que tenía que seguir llevando las herramientas
-Ya te dije que no, anda a descansar un rato, yo hago el resto, es más ya casi terminas-
-Bien coloca las herramientas bajo el mostrador-, sin quejarse hace caso a lo que digo y se va a descansar a la casa, quedaba lejos de la ciudad y el camino era agotador...*fin del recuerdo*.
Me acerqué al mostrador y por suerte había un martillo, me sería útil para romper la cerradura y poder abrir la puerta del laboratorio, así que voy de regreso al laboratorio, mientras llegaba al lugar, tenía una mal presentimiento, me entró un escalofrío de pronto, pero tenía que entrar ahí, con el martillo le doy a la cerradura de la puerta para intentar abrirla
-!Bien!- logré romper la cerradura y empujo la puerta, está se abre sin más, al fondo, todo era un infierno...las paredes, el suelo incluso el techo estaba cubierto totalmente de sangre, aquí en este lugar hubo una masacre, aún quedaban cuerpos de militares por el lugar, mis piernas no daban, mis músculos ya no tenían fuerzas, mi respiración se volvió débil, mi pulsó aceleró a una velocidad totalmente desconocida para mi...me encaminó con miedo entre los cuerpo, se podía ver una puerta al final, del lado izquierdo había otra igual del lado derecho, me acerco a la de enfrente, pero esta estaba cerrada con llave, así que no tengo más opción que ir a alguna de las otras dos, la más cercana era la derecha, así que voy hacia allá, mi preocupación es alta, no se lo que a pasado aquí...la puerta estaba abierta no era necesario forzarla, me adentro aquí todo estaba lleno de papeles, por todos lados había sangre, pero no tanta como antes, sólo eran unas cuantas manchas y no habían cuerpos, encima de un mostrador se encontraba un libro un poco calcinado, *me acerco un poco para leerlo*, DayR, el experimento 65, tuvo éxito, al parecer el virus es capaz de mutar en animales, aunque no en todos...la mayoría murió, sólo los más fuertes pudieron resistirlo, tras inyectarle una dosis del virus a un collote, el primer síntoma que le causó fue rabia, tras pasar alrededor de cuatro horas el collote comenzó a perder pelaje, luego de tres horas más tarde, este le empezaron a crecer las garras, eran más afiladas, sus ojos comenzaron a explotar al igual que su nariz, sin embargo sus oídos seguían igual, al parecer el virus muto en el animal, mejorando su sentido de la audición en un 100%, lo que es un dato curioso para los investigadores, ya que normalmente los coyotes tienden a tener mejorado su olfato mayor que la audición...luego de aquí la letra es ilegible.
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DayR (En proceso de escritura)
Mystery / ThrillerEsta es la historia de un hombre el cual ah sido, expuesto a distintos experimentos del Gobierno, pero hubo uno fallido, ocasionando que liberará un virus altamente letal, el Gobierno no tuvo otra medida que extinguir ese virus mediante la eliminaci...