Capitulo 4: Día 4 - Supervivientes

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***Desconocido***

-Señor Joss-, llamo al gobernador para darle informe de la situación

-¿Digame?-, el gobernador luce tranquilo, pero tal vez después de que le diga su expresión cambiaría

-Señor Joss, estamos en situación crítica el experimento 66, salió de su estado de hibernación-, tal y como dije el gobernador cambio su expresión a una de preocupación

-Quieres decir, que ah escapado, ¡mierda! Sabía que esto llegaría a pasar, ¿saben de su paradero?-, El gobernador me pregunta con un tono un poco alto

-No señor, pero por lo visto la dosis del virus no muto en el, pero lo hizo resistente a la radiación de los páramos, se cansaría pronto así que no debería de estar muy lejos-, siento que tenia que arreglar esto cuanto antes

-Mmmm, anda y buscalo con un equipo de exploración, dile al teniente Chris, que te de armamento, el experimento puede ser hostil-

-¡Si señor!-

Salgo de la sala y empiezo a dirigirme al sótano de la casa presidencial, ahí se encontrará el teniente y me daría armamento...porque esto ah pasado, pensé que con la dosis que le administre moriría, pero no fue así tomo fuerzas y escapó, tengo que solucionar mi error cuanto antes...llegó a donde el teniente, le pido armas por parte del gobernador

-Teniente Chris, permiso para equipar a mi equipo para ir en busca del experimento 66-, pongo una posición firme con un saludo formal

-¿Quien te dio la orden?-, me pregunta un tanto curioso

-Mi teniente, la orden viene del gobernador Joss-, me da una mirada de alentamiento y me dice

-Tienes agallas hijo-, por sus palabras de seguro ya le habían informado de lo ocurrido en el laboratorio, aún no tengo ni idea de como fue que escape de ahí. Tomo el armamento necesaria, cuatro glock 9mm, chalecos antibalas, filtros contra la radiación y me dirijo junto al resto del equipo que estaba afuera esperándome.

Llegó a la entrada principal y justo ahí está el resto, Arleth, excelente francotirador, Falco, especializado en bombas químicas, Laura, especialista en manejo de armas semiautomáticas y por último, Cler, estratega experta, buena conductora y cazadora innata

-Muy bien equipo, vallamos en busca del individuo-, tras decir eso los cuatro nos dirigimos al estacionamiento para tomar un coche e ir al último sitió donde fue visto el individuo en el laboratorio

-Señor, ¿piensa matarlo?-, me dice Falco, mi expresión cambio repentinamente

-No lo se Falco, el es mi amigo, pero mato a muchos en ese lugar-, cambié a una expresión de furia

-Y eso es algo que no le puedo perdonar, eran nuestros compañeros-, todos subimos al coche y dimos marcha hacia la ciudad, quedaba lejos de la casa presidencial, cerca de tres dias en coche... pasan las horas y por todo el camino no se puede ver nada más que sólo páramos y desierto, es por culpa nuestra que todo quedó así, pero no tuvimos otra opción que extinguir al virus mutado en animales por medio de bombas, aunque eso causó radiación en todo el lugar, forzándonos a usar equipo antiradiacion casi todo el tiempo, el experimento 66, era resistente a la radiación, pero no lo suficiente se desmayaría en cualquier momento si este es expuesto a una mordida de los mutados, esos animales que algunas vez fueron coyotes ahora los llamamos mutados, algunos de ellos nos sirvieron como armas biológicas, mientras que otros el virus les dio fuerzas descomunales provocando la extinción de parte de la humanidad.

Estamos a dos días de llegar al laboratorio...cuando de pronto comienza a anochecer, les doy órdenes a mi equipo

-Preparaos, cargad sus armas, el peligro puede llegar en cualquier momento-, sueno un poco árido, sabía que habrían mutados por el lugar, luego ellos me dan la afirmación

DayR (En proceso de escritura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora