"R e e n c u e n t r o" Sashanne AMPHIBIA

Encubierta

¡Ya déjenos ir! ¡Nosotros no hicimos nada!

Chilló exaltado Hop Pop.

-Tiene derecho a permanecer en silencio, señor Hopedaia -habló frío uno de los guardias que lo tomaban.

Hop Pop se retorcía bruscamente buscando zafarse de la situación, Sprig estaba en trance y Polly era la única en no impresionarle ser arrestada.

Bueno, Polly y Grime. El mismo tarareaba una canción que consideraba dulce y tranquilizante según él, pero los guardias que permanecían cerca de él sudaban a mares completamente nerviosos.

Anne y Sasha caminaban en silencio por delante de todos los demás al ser las causantes del desastre. La rubia miró incómodamente a su amiga.

-Oye, Anne -llamó apenada Sasha. La morena ni se inmutó, estaba perdida.

La rubia se sintió fatal por su indiferencia. Anne no solía ser esa clase de personas serias y calladas.

-Yo… en verdad -enrojeció de la vergüenza la rubia. -En verdad, lo lamento. No estaba en mis planes que pasara esto.

La morena resopló frustrada.

-Ya no importa, Sasha -respondió molesta y rendida Anne. -Esto no es como la secundaria cuando nos llevaban a dirección y salíamos a lo mucho con un reporte para nuestros padres. Nosotras… ya no estamos en casa.

El tono quebrado con el que habló Anne causó un vuelco en el pecho de la de armadura.

-Lo sé -respondió rendida. -Sé que no estamos en casa.

Esta vez fue el turno de Anne para sentirse mal por la rubia, Sasha jamás había sido una persona de demostrara debilidad y sin embargo ahí estaba, con lágrimas amenazando con salir de sus ojos.

Quería hacer algo. No, debía hacer algo.

La llamó por su nombre, pero inmediatamente fueron interrumpidas por el alcalde Fungus.

-Llévense a los Plantar, sólo quiero a las humanas y el sapo -ordenó firme Fungus. Los guardias acataron la orden y encaminaron a la familia de anfibios fuera del sitio.

-¡Anne, Anne! -gritó exaltado Sprig al notar que se los llevaban.

-¡No vayan a hacerle nada a la niña! -exclamó el anciano preocupado.

Anne les dió una cálida sonrisa a su familia.

-Estaré bien, chicos -respondió con confianza fingida. -Spranne contra el mundo, ¿No, Sprig?

El menor finalmente dejó de forcejear mirando con desconfianza a su amiga humana, simplemente suspiró rendido y sonrió.

-Spranne contra el mundo -afirmó Sprig. La familia Plantar desapareció de la sala.

Anne suspiró rendida sólo para voltear su mirada hacia un decepcionado alcalde Fungus. Nuevamente la culpa la invadió.

-¿Qué es esto, Anne? -preguntó desilusionado Fungus. -¿Qué hacen ellos aquí? ¿Olvidaste lo que le hicieron a todo el pueblo?