El primer templo

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La cara de Sasha no podía estar más pálida ahora, incluso sus piernas amenazaban con flaquear y hacerla caer debido a los nervios ¡¿Cómo carajos lo sabía?!

En su mente la imagen de Sprig la azotó. Era obvio que el anfibio la había delatado consciente o inconscientemente.

-Sprig, anfibio traidor... -masculló con rabia. Pero se vio forzada a volver a la realidad cuando Marcy le dió un jaloncito a su ropa.

-Anda ya ¡Cuéntamelo todo! -insistió venturosa Marcy resistiendo las ganas de agitar a su amiga de los hombros.

-¿Aquí? ¿Ahora? -preguntó agotada Sasha. La asiática asintió repetidamente sin perder la energía. -¿Segura? Mar Mar, estoy cansada.

-Por favor, Sash -pidió con escandalosos ojitos brillantes. La rubia la miró unos segundos mordiéndose el labio y cedió.

-Anda pues -accedió peinando tu flequillo hacia atrás y suspiró resignada. Marcy estalló en saltitos de felicidad.

-¡Sí! -chilló espontánea Marcy en un susurro, era madrugada y no buscaba despertar a nadie todavía.

-Pero mañana planeo dormir todo el viaje -advirtió Sasha tallándose los ojos con pereza.

-¡Lo que quieras pero dime!

🌟

Ahora ambas amigas reposaban en la carroza individual de la asiática, la rubia intentaba evadir la mirada hacia la chica de cabellos cortos y enorme sonrisa.

-Bien, iniciaremos despacio para no hacerte sentir incómoda -inició compasiva Marcy. Sasha suspiró aliviada.

-Gracias, Mar Mar -sonrió agradecida.

-¡¿Desde cuándo?! -preguntó efusiva la asiática, Sasha la miró con ojos demoníacos.

-Shhh -silenció abochornada. Sus mejillas se acaloraron. -Siendo sincera, no lo sé... Siempre hemos sido amigas, pero supongo que hubo un momento en el que simplemente sentí que quería algo más que amistad. Deseaba algo más que amistad -ocultó su rostro entre la almohada. -Joder, suena tan gay. Espera... ¿Estás anotando lo que te digo?

Marcy mordió su pluma y asintió desinteresadamente para después sonreír y anotar unas cuantas cosas más.

-Sígueme contando -pidió fingiendo diplomacia, cosa que le arrancó una pequeña risita a la rubia. -¡Mira! Incluso hice un boceto.

Sasha observó a ella y Anne representadas en formas chibi, le dio ternura y a la vez vergüenza ver qué su personaje tenía ojos de corazón y brillitos a su alrededor ¿De verdad se veía así enamorada?

-Marcy, sé que debe ser extraño para tí... esto -carraspeó inconforme. -Somos amigas, siempre lo hemos sido. Y qué yo esté enamorada de Anne siento que complica un poco las cosas en nuestra amistad.

La asiática la miró con ojitos confundidos y esbozó una sonrisilla.

Fue en una distracción de Sasha que la pelinegra aprovechó para arrojarle una almohada.

-¡Tonterías! -chilló, y automáticamente cerró su boquita con las manos, recordando su pacto de silencio. -Ups, olvidé lo de mi voz.
Y sobre tú y Anne, pienso que realmente lucen lindas juntas, tienen mi apoyo.

Una sonrisa temblorosa se plantó en el rostro de la americana. La confesión de que ambas lucían lindas juntas la emocionó.

-¿En serio lo crees? -preguntó ilusionada Sasha.

"R e e n c u e n t r o" Sashanne AMPHIBIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora