"R e e n c u e n t r o" Sashanne AMPHIBIA

Última persona

Sasha hizo un gran esfuerzo pero finalmente logró su cometido: ayudar a la señora Croac a subir su pesado equipaje sobre el lomo de su tarántula gigante.

-¡Todo listo! -anunció agitada Anne alzando su pulgar hacia la anciana. -¡Tenga un buen viaje, señora Croac!

-Gracias, Anne -respondió agradecida la mujer de edad avanzada. -Y también gracias a tí, Sasha. Siendo sincera creí que tus brazos de ramita harían crack en cualquier momento.

La rubia frunció el seño ante la declaración, sus brazos eran delgados debajo de su holgada camiseta escolar pero tampoco tenía que sobrepasarse con el comentario.

Miró el enorme arácnido irse a velocidad lenta y sonrió inconscientemente.

Útil.

Últimamente había observado los puntos fuertes de los pueblerinos a los que había ayudado. Favores se pagan con favores, ¿No?

-No es nada, un gusto ayudar -fingió una sonrisa agradable fallando ligeramente al ser demasiado exagerada. -No siento los brazos.

Susurró. Anne soltó una tierna risilla y le dió una leve palmadita en la espalda.

-Pero ha valido la pena, ¿No crees? -preguntó entusiasta la morena. -Ya casi has convivido con todas las personas del pueblo, estoy segura que es cosa de nada para que se encariñen contigo.

Sasha tronó su espalda mientras ambas caminaban tranquilamente a casa, sin reprimirlo resopló agotada.

-¿Lo crees? -preguntó esperanzada la rubia. -Quiero terminar esto cuanto antes.

-Segurísima -declaró orgullosa Anne. -Es imposible no encariñarse contigo.

El comentario creó un ligero extraño pero agradable sentimiento de nervios sobre la chica de coleta y algo de calor subió a su rostro. Anne lo notó al instante sintiéndose arrepentida de sus palabras.

-¡Oh, diablos! ¿Fue incómodo lo que te dije? Perdón -comentó rápidamente, su rostró ardió con más fervor que el de la contraria. -Sólo quise dar a entender que eres tan agradable y genial que... que. Agh ¿Qué estoy diciendo? Perdó...

-¡No fue incómodo! -interrumpió abruptamente Sasha, abrió los ojos y recuperó su compostura. -Gracias por decirlo, fue... agradable.

Ambas se quedaron en silencio notablemente abochornadas.

-¿Y si mejor volvemos ya a casa? Tengo hambre -mintió nerviosa Sasha, era obvio que todavía odiaba la comida de Wartwood. Anne prefirió no intervenir e ignorar.

-Sí, yo también muero de hambre -continuó Anne rascando su mejilla.

Y otro silencio asaltó la situación.

Habían pasado quince días desde el caso de Leopold, muchas cosas habían cambiado desde entonces.

El sótano lucía moderadamente agradable a comparación de su triste y monótono ambiente. Polly seguía mejorando en el entrenamiento con Grime, el grandote se mostraba orgulloso de la menor. Sprig había comenzado a salir más con Ivy, ambos lucían tan adorables juntos.

Y Sasha había convido ya con la mayoría de los pueblerinos de Wartwood haciendo favores para agradarles, algo difícil. Pero aún faltaba alguien.

Alguien no muy agradable para Sasha.

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