Crónicas de un poeta

80 1 0
                                    

Érase una vez un hombre joven
A quién le era fácil expresarse,
componía poesías como si nada
solo era cuestión de inspirarse.

Se enamoró locamente de una dama
soñaba con ellas diversas fantasías
y de lo más profundo del corazón
le escribió la siguiente poesía:

"El amor es algo
que por los ojos se mete
y cuando llega al corazón
explota como cohete".

La joven se enamoró de él
aunque carecía de buena fama
pues se rumoreaba que ella
no tenía nada de dama.

Sin embargo, y a pesar de todo,
Su relación ellos continuaron
correspondiéndose uno a otro
con gran pasión se amaron.

Un día el poeta escribió
una carta en forma de poesía
palideció el rostro de la joven
al ver lo que de ella decía:

"Me dijiste que me querías,
me dijiste que me adorabas;
pero nunca me dijiste
que con otro me engañabas".

Desde ese entonces la joven
retomó sus viejas andanzas
y el poeta, de enamorarse,
perdió toda la esperanza.

Y dedicó cada aspecto de su arte
a conquistar mujeres atractivas,
solo para usarlas y desecharlas
como una venganza furtiva.

Pero una joven lo entusiasmó,
se conocieron por redes sociales
compartían, mas no en persona,
y él se enamoró de sus modales.

No fue necesario el estar juntos
para que ardieran en deseo
ella, un poco ingenua dijo:
esto se está poniendo feo.

Él le pidió una prueba de amor,
con astucia y mucha sutileza,
ella se negó varias veces,
pero sucumbió ante tal vileza.

Se encontraron en un motel
pasaron juntos toda la noche
ella le entregó su virgen cuerpo
sin reservas y sin reproches.

En la mañana ella encontró
una nota encima de la mesa
cada una de las palabras leyó
y lloró sintiendo vergüenza.

"Tus labios necesitan besos,
tu corazón amor,
tu cara y tu cuello,
agua, estropajo y jabón".

280121

Continuará...

Inspiraciones poéticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora