III

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No es que pensara que esto seria un cuentito de hadas y princesas enjauladas. O una princesa que persigue a un conejo y cae a otro mundo. Esta soy yo, esas situaciones no me pasan a mi. Soy mas real que eso, solo que no estoy segura de hasta donde podre llegar, pero miedo no tengo ni tendré en mucho tiempo. 

Pase las yemas de mis dedos por mis ojos despabilandome y mire a mi alrededor. Nada había cambiado, pero el agua estaba mas tranquila, se movía con mas facilidad y delicadeza. Me levante de mi colchón y comenzó mi búsqueda para encontrar a Willow. Algo podría haberle pasado a ese pobre animalito inocente y yo necesitaba mas comida (Vivir solo y únicamente de pescado quizá no sea bueno) 

De camino estaba al tanto de cualquier ruido o silbido, pero lo único que se movían y silbaban eran las rocas.

Esta bien no, pequeñas ardillitas y algunas mariposas de colores brillantes y libres entre los voluptuosos arboles. Los únicos silbidos y cerca de voces eran de especies coloridas de pajaros y pajaritos, los cuales me causaban ternura. Después de mucho tiempo, me di cuenta de que solo miraba todas las sorpresas de el paisaje y que el Willow podría haber pasado frente a mis pies miles de veces pero no lo había visto. Me di la vuelta hacia mi campamento, con la idea de verlo detrás de el arbusto del que salio la primera vez. 

Y si, ahí estaba. 

Acurrucado durmiendo en un "nido" de tréboles perfectamente brillantes y con un verde impactante. Me recosté al lado de Willow, nunca había tenido una mascota. Willow no era único físicamente, era blanco, esponjoso y rechoncho, tenia algunas manchitas negras: Una en la punta de su orejita derecha, otra en su ojo izquierdo y dos mas en su lomo. Lo tome en brazos y lo apreté contra mi, acariciándolo. Tan pronto como su pancita se despego de esos tréboles, vi el trébol mas grande y esbelto que había visto, y lo mejor, era que tenia 4 hojas.

No era muy supersticiosa pero viéndome como estaba, en medio de el bosque y con un conejo, necesitaba aunque sea la mas mínima y pequeña de las suertes, así que lo arranque y lo guarde en el bolsillito de mi remera. Quizá podría entrar a un portal y irme a las vegas. O ir al fondo del mar y encontrar al amor de mi vida. O saber algo de mi ultimo hermano. 

Pero eso solo pasa en los cuentos.

De pronto mi cabeza choco fuertemente contra el suelo. No entendía por que, pero era de noche, me había quedado dormida. Willow estaba en mi pecho despierta (Si, se que es hembra y ya.) comiéndose mi trébol. Me asuste un poco pero pensé que tal vez no había comido, así que la deje en vez de quitárselo. Me sorprendí un poco al mirar al cielo, parecerá raro pero sentía que no estaba. Baje mi cabeza un poco dudosa y vi que estaba de nuevo en el túnel. Rápidamente busque mis manos de nuevo y tome a mi animalito entre brazos para llevarlo conmigo. Camine otra vez por aquel duro suelo, pero esta vez, sin mirar a los costados. Tenia mucha curiosidad de saber que hacia diferente a esa puerta de las otras. De repente escuche un ruido, pensé que había venido de alguna puerta. 

No, solo era Willow. Me había asustado y al mismo tiempo, ilusionado. 

Mire hacia adelante y como por arte de magia ahí estaba esa puerta. Ahora con una S tallada. Me asusto un poco, porque esta letra brillaba. Roce mis dedos con la madera empujándola un poco y ...

Puf.

Desapareció todo. 

No podía creerlo.

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Si les gusta la historia podrían recomendarla? Muchas gracias. n.n

ATTE: Autora. :3

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