Celoso

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Debía conocer a la persona frente a él, tenía que ser así, no había otra forma de explicar el porque de las ganas de golpearlo hasta dejarlo en el suelo, todo eso a pesar de la adorable -falsa- sonrisa que le ofrecía. 

¿Él era el novio de Xichen?

Esperaba que no. 

Aseguró sus manos a los hombros del mayor y miró al desconocido con hostilidad. Sintió que había ganado al notar el agarre de Xichen reforzándose también. 

-Me alegra ver que te estés recuperando

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-Me alegra ver que te estés recuperando.

Idiota, es obvio que no te alegra.

Sabía que estaba siendo poco racional luego de beber tanto pero lo bueno es que tampoco le importaba. 

-¿Eres el novio de Xichen? - Un tic apareció en el ojo derecho del hombre, se contuvo de reír.

-Así que te contó sobre su novio - Asintió, al mismo tiempo las manos de Xichen acariciaron su cabello y no dudó en inclinarse en el toque. No creía que su doctor fuera tan desvergonzado como para hacer eso frente a la persona que amaba.

-Entonces no lo eres.

-Soy su ex esposo - Eso tampoco lo complacía, como es que Xichen se mantenía en contacto con su ex esposo. ¿Había niños de por medio? Nunca habían sido mencionados - Soy Jin GuanYao - No dio su nombre, era obvio que el otro lo conocía. 

-A-Yao, por favor abre la puerta - El hombrecito pasó de estar frente a Jiang Cheng a escucharlo por detrás. Las manos de Xichen no se habían detenido y no quería que lo hicieran, se pregunto donde estaba su hermano y amiga, ¿Por qué lo habían dejado con su doctor? Decidió que se haría esa pregunta después, el sueño estaba venciéndolo. Hundió su rostro en su cuello y decidió quedarse así, no había soledad en los brazos de Xichen. 

-No te atrevas dejarme Lan Huan. Y haz que tu ex se vaya de la casa.


Xichen admiró a Jiang Cheng dormir, habia pasado una eternidad desde que lo había visto más tiempo del necesario, desde que había tenido al menor en su casa. Solo, junto a él.

-¿Er Ge? - Xichen se levantó de inmediato y echo a A-Yao de la habitación. No lo quería cerca de Jiang Cheng. 

-Ya debes irte. Wei Ying y A-Zhan vendrán por la mañana a recogerlo. Gracias por todo - Aunque no estaba seguro que cosa agradecía.

-Claro, personas a las que no les agrado.

-A-Yao...

-Ya me voy, está bien - No detuvo al otro, solo miró como su figura se alejaba. Volvió a su habitación y atrajo una silla al lado de la cama, se acomodo en ella de manera que pudiera observar a la persona descansando, y también tocarlo. Solo un poco, un pequeño roce.


Ambos eran celosos a su manera, Xichen a partir de pequeños toques y palabras simples. Mientras les mostraba sonrisas a aquellos extraños detrás de él se encargaba de mantener sus manos en su cuerpo. Él había sido todo lo contrario, no disimulaba cuando le pedían el número a su novio y se encargaba de fulminarlas con la mirada hasta que se apartaban de su vista.

Cuando conoció a Jin GuanYao supo que una mirada de odio no bastaría y no importa que tanto trató de demostrarle a Xichen que su ex esposo no era solo alguien que buscaba su amistad, sus peleas empezaron a hacerse más frecuentes y todas en torno al idiota que menos soportaba.

-Te amo solo a ti.

-No se trata de eso Lan Huan. Él, él no es bueno - El mayor dejo un beso en su frente y lo miró con dulzura.

-¿Pasó algo más? Hablaré con él si es así - Supo que lo haría, pero también que A-Yao sabría como evitarlo.

-No - Aún no - ¿Puedes solo... decirle que deje los coqueteos? Voy a romperle una pierna si sigue insinuándose de esa forma - Confiaba en Lan Huan, y nadie más. Ni siquiera en sí mismo.

-Voy a decirle que pare con sus bromas - Asintió hundiéndose en los brazos del mayor. Estar junto a él siempre era seguridad. 

Try not forget this moment [Xicheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora