Dulces

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-Jie ¿Tú conocías a Lan Xichen? - Retuvo el aire a su alrededor y espero por la respuesta de su hermana.

Al fin se había dignado a preguntar sobre el hermano de Lan Zhan, y ahora que había dicho su nombre en voz alta queria repetirlo de nuevo.

Volvio a centrarse en su hermana y supo de inmediato la respuesta al ver sus ojos llenarse de ilusión. ¿Lan Xichen y su hermana eran algo más? Una oleada de celos lo recorrió aunque no tenía nada que ver con el sentido protector de hermano suyo. Imaginar a Yanli y aquel tipo juntos... Lo destrozaba.

Nuevamente su corazón decidió empezar a doler pero él sabía que no tenía nada que ver con el estupido accidente. ¿Que demonios le pasaba?

-A-Cheng, ¿Te sientes bien? - Ella se acercó y acarició su rostro - ¿Recordaste algo? - Lucia esperanzada, su mirada tenía algo en común con la de su hermano. Negó y se obligó a calmarse. Debían ser los medicamentos. Solo eso.

-Solo estoy harto de este lugar, ¿Cuando voy a irme?

-Solo unos días más de acuerdo. Papá quiere enviarte a un hospital privado.

-Quiero ir a mi casa.

-Se lo diré.

-También podrías decirle que venga.

-A-Cheng... se está esforzando, él estuvo mucho aquí antes - Y su hermana lo abrazo con mucha delicadeza. No pudo no corresponder.

Su padre no vino pero Lan Xichen apareció al día siguiente. Lucia cansado, como si no hubiera dormido varios días pero además de eso como si hubiera corrido por toda China.

Jiang Cheng se sorprendió al verlo, tal vez un poco emocionado y curioso, pero eso no quitaron sus ganas de tirarle una almohada al otro. Aunque no lo hizo.

Xichen traía algo entre sus manos pero esta vez no podía distinguir que era.

-¿Puedo entrar?

-Claro que no - Tenía al alcance el botón para llamar a la enfermera en una mano y a su teléfono en la otra por seguridad. Xichen notó eso y se mantuvo tan quieto como pudo, eso no quitó la expresión en su rostro.

-Yo trabajo en el hospital - A él no le importaba eso, solo quería que se fuera. Su corazón se aceleraba al seguir mirándolo y no quería soportar eso. Lo confundía más -¿Ya puedo entrar?

-Yo. No te conozco - Y una mirada de cachorro se plantó en la mirada del otro, por un momento el impulso de quitarse todas las agujas y levantarse para abrazar al hombre lo abrumaron. Bajo la cabeza esperando regularse

-No... No te conozco - Volvió a decir de manera más suave y avergonzado, fue visible como Xichen pareció derrumbarse.

-Tienes razón... -Hubo un largo silencio antes de que volviera a hablar - Quise traerte esto, salio una edición limitada así que me asegure de conseguirlo - Lucia tan orgulloso de si mismo que Jiang Cheng se contagio de eso. Xichen entró de inmediato sin ser conciente de más, solo quería ver esa sonrisa de más cerca, luego volvió a retroceder siendo consciente de si mismo.

-¿Que es?

-Dulces de menta. De Japón.

-¿De Japón?

-Si - Tus favoritos.

Le había regalado los dulces al llevarlo por primera vez a Japón. Ese y muchos más, había consentido a Jiang Cheng en todo lo que quería e incluso en lo que se quedaba admirando sin decir nada.

-Solo es nuestro primer mes juntos.

-Y ya te escapaste conmigo a otro país.

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Try not forget this moment [Xicheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora