¡ veintisiete !

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Jisung estaba por irse del trabajo cuando la voz de su amigo lo detuvo.

—¡Jisung! —llamó Yongha, acercándose a él trotando hasta que logró tomarlo por el hombro— Jisung, amigo. ¿Vas a ir a la despedida de soltero de Dayeol? Los chicos pensamos usar sólo dos autos para volver seguros a la madrugada.

Jisung rió.

—¿Dayeol de verdad va a pagar todo lo que tomen?

Yongha asintió sonriendo, Jisung podía ver la felicidad iluminando su rostro.

—Va a casarse, debe estar muy feliz.

—En fin, ¿venís?

Jisung se encogió de hombros.

—Supongo que sí. ¿Puedo llevar a alguien conmigo?

—¿A Minho? —Jisung sintió sus mejillas colorearse ligeramente de rosado y asintió, su amigo rió— Sí, no hay problema. Él es el conductor designado, si viene.

Jisung soltó una carcajada.

—Bien, nos vemos esta noche, entonces.

Con un corto movimiento de manos, se despidió del contrario y salió del lugar. No tardó mucho en llegar al departamento de Minho, y hasta se había tomado unos minutos para pasar por una nueva pastelería en la ciudad y comprar pequeñas tortitas individuales. Minho estaría llegando del trabajo un poco más tarde que él, por lo que lo esperaría con las tortas y una taza de café, o quizás jugo exprimido si sentía que hacía demasiado calor en el departamento.

Unas semanas atrás, Minho le había dado la llave del departamento que solía ser suya. No querían apresurar las cosas, pero habían acordado que, por cualquier cosa que llegase a pasar, Jisung podría entrar al departamento sin problemas.

Por eso, al llegar, Jisung fue recibido por los maullidos agudos de Dori y su lomo refregándose contra su pierna. Tomó al felino entre sus gatos y dejó un casto beso en su trompa.

—¿Honnie te dejó granitos suficientes?

Jisung caminó con Dori entre sus brazos hasta el lugar donde estaba la comida del gatito, negando suavemente cuando lo vio casi vacío.

—Tenés hambre, bichito. ¿O no? 

A Jisung le gustaba hablar con Dori aunque no recibiese respuesta alguna.  Le gustaba recuperar el tiempo perdido con su mascota, sentándose a ver la televisión con el gatito sobre sus muslos, mientras que acariciaba con  dulzura sus orejitas y lo sentía ronronear.

No pasó mucho tiempo, apenas había logrado poner a calentar el agua, cuando la puerta de entrada fue abierta.

—Sungie, ¿sos vos? —preguntó un asustado Minho, revoleando su mochila junto al sofá y yendo a paso rápido hacia la cocina.

—Soy yo, sip.

Jisung estaba batiendo el café de espaldas a Minho. El mayor se acercó hacia el rubio despacio, abriendo sus brazos y apretándolo con fuerza. Adoraba abrazar a Jisung, no había en el mundo un sentimiento tan cálido y gratificante como el que sentía cuando tenía al pequeño amor de su vida entre sus brazos. 

—¿Cómo te fue hoy? —preguntó Jisung, vertiendo el agua caliente dentro de las tazas.

—Bien, agotador. Están planeando un debut y... es demasiado agotador.

—De todas formas, eso es muy bueno para tu carrera, ¿no?

—Sí, vale el cansancio.

—Me alegro mucho, mi vida.

Jisung giró sin romper el agarre de Minho sobre él y le sonrió antes de dejar un corto beso en sus labios. 

—Traje toritas para merendar.

—Justo lo que se me antojaba —dijo Minho entre risas—. Tengo un novio tan atento.

—Y lindo.

—Un novio precioso —besó sus labios una vez más y lo soltó, tomando las tazas de la mesada para llevarlas a la barra de desayuno mientras Jisung tomaba las tortas.

Se sentaron en silencio, y lo único que podía oírse en la cocina, era el sonido de los tenedores golpeando contra los platitos de cerámica blanca. 

—¿Cómo fue tu día, Sungie? —preguntó Minho, a la vez que llevaba un trocito de torta a su boca— ¿Pasó algo interesante? ¿Algún muerto revivió?

Jisung soltó una carcajada.

—¡Minho! No pasó nada nuevo —dijo entre risas, golpeando con suavidad el brazo de su novio—. De hecho, lo único interesante es que hoy tengo una despedida de soltero.

—¿Sí? ¿De quién?

—Dayeol, el jefe de piso.

—Oh, veo. ¿Vamos a postergar nuestro maratón de Banana Fish?

—¿Querés venir conmigo? Pregunté si podía llevar a alguien conmigo y dijeron que sí. Sería divertido.

Minho sonrió enternecido y posó una mano en el muslo de Jisung. Lo acarició con suavidad , una muestro de afecto muy pura como para malinterpretarse.

—No. Está bien, son tus amigos, bebé.

—Pero...

—De verdad, Sungie —lo cortó—. Está bien que cada uno tenga sus amigos y sus salidas. Quizás le pueda decir a los chicos de vernos hoy.

—¡No es justo! No podés ver a Minjae más veces que yo.

Minho picoteó los labios de Jisung. 

—Es eso o que vea Banana Fish sin vos.

Jisung hizo una mueca de espanto, realmente herido.

—Eres cruel, Lee Minho —dijo con una chistosa voz, parodiando a los personajes de las series dobladas que veían Seungmin y Jeongin.

—También te quiero, bebé.









lo dije antes y lo vuelvo a repetir:
si yongha aparece en un capítulo
entonces es un cap per fec to (igual
les prometo que el próximo capítulo
es mucho mejor que este, gnaisdg)

t amo yongha D:

LOVE ━ MINSUNG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora