Amor y Aromas | [JIKOOK]

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—No puedo creer que me hayas convencido de hacer esto— se arrepintió en cuanto llegaron a las enormes puertas del lugar.

—No seas aguafiestas, es necesario que visites las tiendas de vez en cuando para poder dar un buen seguimiento a la venta de tus productos— le dijo Namjoon sonriendo mientras se colocaba sus gafas de sol.

—Creí que para eso te pagaba— contestó mientras tomaba el cubrebocas que Nam le daba.

—Sí, pero es más divertido cuando vienes con un amigo al centro comercial— dijo sonriendo inocente.

Jimin rodó los ojos evitando gruñirle a su amigo. Era sábado por la mañana, hacía un calor del infierno y moría de hambre, no se encontraba de buen humor.

Su querido amigo había sido demasiado insistente al ir hasta su casa con el pretexto de necesitar su ayuda. Al parecer, un nuevo centro comercial había sido inaugurado meses atrás, comenzando la venta de sus productos en varios locales, y se necesitaba realizar un seguimiento de todas las ventas que se habían logrado.

Entraron al lugar, se veía demasiado moderno y elegante, era obvio que el centro estaba destinado más a las personas de alta gama, pero sin dejar de ser lo bastante económico para todos en general.

Nam observaba todo como un niño pequeño, queriendo entrar en todas las tiendas, mientras Jimin solo quería hacer su trabajo y regresar a su hogar, por lo que ignorando el comportamiento de su amigo, decidió seguir caminando.

Al ser un fin de semana había más personas de lo normal, por lo que aromas de todos los subgéneros se encontraban mezclados en el ambiente, haciendo que el alfa de Jimin se sintiera incómodo. No había aromas tan penetrantes como para hacer que sintiera nauseas, pero aún así no era agradable, quería suponer que era gracias a el aire acondicionado y los extractores de aroma que tenía el centro comercial.

—Namjoon, ¿en qué pisos se encuentran las tiendas que debemos visitar?— preguntó a la nada, dando media vuelta y percantándose de que se encontraba solo.

Miró en todas las direcciones posibles, encontrándose con rostros de personas desconocidas que caminaban tranquilamente sin notar su presencia o ignorándole. Probablemente las gafas oscuras y el cubrebocas negro funcionaban, tal como le había dicho Nam.

Sacando el celular de su bolsillo, llamó el número de Nam, escuchando su voz en el tercer pitido.

—¿Dónde estás?, Me quedé mirando la vitrina de una tienda durante un segundo y después desapareciste— la voz de Nam se escuchó preocupada al otro lado de la línea.

—No lo sé, solo caminé hacia delante sin detenerme— respondió, incómodo de cómo unas omegas se acercaban, haciendo notar sus dulces aromas.

Namjoon soltó un suspiro y le pidió que no se moviera de ese lugar, llegaría en un momento.

Las omegas solo pasaron de largo al alfa, quién pudo volver a respirar tranquilo, aunque el penetrante olor persistía aún. Miró una banca cercana a una fuente que se encontraba en el centro de la planta baja, esperaría sentado a Nam, conociendo a su amigo, sabía que probablemente terminaría por distraerse con más tiendas.

Se sentó en la orilla de la banca, las personas solo caminaban y conversaban sin notar su presencia, algo que era bueno para él, lo que menos quería era ser el centro de atención en esos momentos.

Sintió una presencia sentarse al otro lado de la banca, pero no quiso prestarle mayor importancia, así que solo cerró sus ojos, escuchando el agradable sonido el agua cayendo de la fuente detrás de ellos.

"Estoy bien, todo está bien, logré llegar a la fuente del centro" escuchó decir a la persona, robando su atención inmediatamente.

—¿Guo?— el cuerpo del chico se tensó notablemente.