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Yi Eunsoo, era la omega tierna, dulce y adorable con la que todos los alfas soñaban emparejarse, siendo siempre una chica alegre, sumisa y servicial. O eso era el como retrataban las revistas y periódicos a la irritante chica.

Quienes tenían la oportunidad de conocer a la verdadera Eunsoo, se daban cuenta de que se trataba de una omega celosa, arrogante y egocéntrica. Aunque debajo de esa máscara, realmente se escondía un enorme resentimiento y sentimiento de inferioridad debido a su subgénero omega.

Aunque no lo admitía, odiaba el hecho de haber nacido como una omega. No podía entender como los demás omegas podían estar felices de serlo.

Para ella, haber nacido como una omega era una desgracia, debido que los alfas solo la buscarían por su cuerpo y se aprovecharían de ella. Nunca podría escoger a su pareja, ya que no era más que una moneda de cambio para su padre, y si deseaba llegar a ser tratada con algo de respeto, debía ser una mujer hermosa y delicada a la vista de los demás.

Su vida no era más que una competencia para convertirse en el omega más importante y sobresaliente. Ese omega perfecto por el que los alfas se volverían locos y harían cualquier cosa por poseerlo. Durante años se había encargado de eliminar a cualquiera que representara una amenaza para ella y su puesto de ser la codiciada omega "perfecta", siempre humillando a sus oponentes, creando rumores que los tachaban de promiscuos, problemáticos, narcisistas, mentirosos, y más, consiguiendo que cada una de sus víctimas desearan simplemente desaparecer del ojo público, evitando sobresalir demasiado y tratar de evitar los problemas para sus familias, las cuales la mayoría eran sobresalientes. Nunca había tenido un oponente que durará demasiado tiempo en romperse. Excepto uno.

El sonido de un golpe la trajo de nuevo al presente, donde sentía un ardor en su mejilla y yacia tirada en el suelo de la habitación. Miró a su progenitor, quien tenía los ojos rojos debido a la ira contenida y el espantoso aroma de un alfa molesto la hacía querer toser por lo picante que era.

Se sentó con algo de temor y llevó su mano hasta su mejilla, sintió un escalofrío cuando, con el simple roce de la yema de sus dedos, sintió lo caliente de la sangre fluir por debajo de su piel. Ese golpe definitivamente dejaría un notorio hematoma que no podría tapar fácilmente con maquillaje.

—¡Eres una estúpida, no puedo creer lo que haz hecho!— gritó y gruñó molesto su padre, que intentaba no perder más los estribos y volver a golpearla.

Eunsoo no entendió lo que había hecho mal, hizo lo que su padre le había pedido, intentó seducir a Jimin, ser el centro de atención y portarse como siempre, atenta a los invitados importantes y tratar como basura a los demás. Justo como su padre le había enseñado.

—No he hecho nada malo...— hablo con cautela y su padre la miró una vez más dándole otro golpe en la otra mejilla. Eunsoo se sorprendió nuevamente, pero permaneció en silencio sobre sus rodillas y con la mirada al suelo, intentando no lagrimear por el ardor y al sentimiento que comenzaba a formarse en su pecho.

—¡Eunsoo, has insultado al hijo de los Jeon, ¿te parece que eso es algo bueno?!— volvió a gritarle y la pelirroja captó el motivo del enojo de su progenitor.

Mordió su labio inferior con rabia hasta sentir como el sabor metálico de la sangre comenzó a fluir hacia su boca. Era obvio que todo era culpa del estúpido omega de Jeon Jungkook.

—Lo... Lo la-lamento padre...— dijo con dificultad por su enojo contenido.

—Ya es la segunda vez que cometes un error así por culpa de tus idioteces ese estúpido sentimiento que tienes, más te vale reflexionar sobre tus actos y pensar en una manera para compensar el daño que ocasionaste a nuestra imagen— Eunsoo asintió, aun sin mirar a su padre y en su misma posición, el hombre suspiró. —Te quedarás encerrada durante una semana y no recibirás más que tus tres comidas diarias, este será tu castigo, mientras yo intentaré hablar con el señor Jeon e intentaré salvar la situación— dicho eso, dio media vuelta, salió y cerró con llave la puerta, indicándole a la ama de llaves sobre el castigo de su hija.

Una vez sola, se levantó con dificultad, debido a que sus piernas se habían entumecido e intentó contener su rabia al mirarse al espejo.

Observó su mesita de noche y abrió el pequeño cajón donde contenía una imagen. La tomó y miró con algo de tristeza a la mujer que en el fondo de la imagen, sonreía divertida hacia la pequeña pelirroja vestida como princesa, la cual era rodeada por varios pequeños.

Su madre le había abandonado cuando se enteró de que su padre la había engañado con una alfa de mayor riqueza, prometiendo volver cuando fuera más grande, sin embargo, la mujer siguió con su vida, consiguiendo enamorarse de otro hombre, un beta, y convirtiéndose en una mujer nueva, olvidando por completo a su hija y mudándose al extranjero.

Miró a los pequeños y vio como la pequeña abrazaba entusiasmada al chico castaño, de tez pálida y sonrisa de conejo. Rompió a llorar.

(...)

—... Entonces la señorita Yi se fue y hable por un rato con unos cuantos chicos que había en el lugar, ah, pero fueron muy respetuosos, eran conocidos del joven Park, el cual también estaba ahí, y aprovechamos para hablar sobre como nos reuniriamos para comenzar a trabajar en la campaña de marketing de su nuevo producto— contó emocionado el joven omega mientras veía a su padre a través de la pantalla.

El señor Jeon sonrió ante la emoción de su pequeño. Realmente él ya había sido informado de todo lo ocurrido en el evento, le hacía feliz que su pequeño quisiera hablar con él.

Claro que sabía que su pequeño había saltados algunos detalles, como que ese chico, Park Jimin no se había despegado de él, y según sus informantes, incluso el chico se había atrevido a posar su mano en la cintura de su bebé. Su alfa interior, que aún se encontraba reacio de aceptar que su pequeño crecía, despertó y estuvo a punto de cancelar todo y volar de regreso a su casa inmediatamente. No obstante, se controló cuando sus socios le comentaron que el chico había sido completamente respetuoso y que su pequeño no parecía incómodo.

—Se ve que te has divertido, aunque es una lastima que no haya podido asistir por esta reunión tan... "Repentina"— dijo con un ligero toque de sarcasmo y miró discretamente al par de personas que se encontraban con él a unos pasos. —Tan pronto como terminen los negocios aquí,  regresaré contigo.

—Te estaré esperando— dijo sonriendo y estuvo a nada de colgar, hasta wue recordó un pequeño detalle. —¡Papá!, de hecho necesito algo de tu ayuda.

—¿Qué sucede cachorro?

—Necesito hablar con Jisoo...

Su padre se sorprendió, sin embargo no preguntó nada y le dijo que él se encargaría, se despidieron y Jungkook se fue a dormir. Ese había sido un buen día.

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¡Hola!, mucho tiempo sin
pasar por aquí ♡

¿Cómo están?, espero que les haya gustado el capitulo de hoy, y cualquier error háganmelo saber.

Nuevamente, gracias a todas las personitas que esperan a que actualice y todas las que comenzaron a seguirme en mi ausencia.♡♡

Eso es todo por ahora, tomen agua y coman fruta.✨

¡Nos leemos pronto~!💕ฅ^•ﻌ•^ฅ

Amor y Aromas | [JIKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora