"Decisiones"
Una palabra con 10 letras y con una gran responsabilidad en ella, todos nos hemos encontrado en la encrucijada de elegir entre 2 o muchas cosas, pero ¿Hemos elegido lo que queremos o lo que debemos elegir?
Quiero que te plantees esa...
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Jueves 5 de agosto (Secuestro, verdaderas intenciones y ¿salvación?)
Llevaba unos 3 días en ese oscuro lugar o eso era lo que mi subconsciente decía, de un momento a otro sentí el agua helada caerme sobre el rostro, despertándome del sueño profundo que había infringido la persona de capucha negra, lentamente fui abriendo los ojos, veía borroso, pero al aclararse mi vista, vi a la mente responsable de todo esto.
-Evan.- Dije con desprecio y asco, se encontraba frente a mí con esa mirada oscura y sonrisa perversa.
-Ding ding, tenemos una ganadora, la ingenua Emma por fin despierta, después de una semana.- Dijo riéndose con prepotencia y contando con sus dedos.
-¿Cómo pudiste hacerme esto? Pensé que eras mi amigo, que te habías enamorado de mi.- Dije viéndolo con rabia y deseando poder soltarme de las sogas que me mantenían presa a la silla para golpearlo.
-¿Yo? ¿Tu amigo? Eso jamás fue real, jamás lo fui y de que estaba enamorado de ti, simplemente fue pura manipulación.- Dijo caminado de un lado para otro de brazos cruzados.
-Solo has sido un mentiroso, al verte descubierto por los chicos, huiste como una rata, eso es lo que eres, un cobarde.- Escupí con rabia y resentimiento en la voz, él se acercó muy molesto.
-¡NO SOY UN COBARDE!- Gritó a centímetros de mi cara. - Tú no sabes nada, todo lo que viste sobre mi, fue parte de una estrategia, ¿sabes qué? Tendrás el honor de oírlo, antes de hacerte desaparecer.- Dijo mientras se alejaba de mí, su aura se veía tan oscura.
-Créeme que mi familia me encontrará, con la ayuda de los chicos, si harás algo, es mejor que lo hagas de una vez.- Dije mostrándole que no le tenía miedo, cosa de la que no estaba muy segura.
-No te encontrarán, ellos no tienen idea de donde estas, así que no críes miseria con tu estúpida esperanza, como te decía, te contaré todo desde el principio princesa Emma.- Dijo haciendo una reverencia.
-Te fuiste de Vacaciones con tus padres a Irlanda, los seguí todo su hermoso viaje familiar, luego supe a dónde irías después, a casa de la esposa del tan querido Rubert Wolfthregui, o sea tu abuela, me dirigí a España, estuve en el mismo vuelo que tú, te seguí hasta la casa en la que estarías.
¿Recuerdas al señor que ayudó a tu abuela con las bolsas? Era uno de mis aliados, Ángel ayudó mucho con alguna que otra información que le dijo la esposa de Wolfthregui, está muy mal eso de hablar con extraños, muy mal.- Dijo riendo, cruzado de brazos.
Yo solo podía verlo con odio, deseaba poder liberarme de estas cuerdas, pero el que me amarró sabe muy bien de nudos.
-Continuo, el día que me viste en la cafetería, tuve que recurrir a la violencia para poder "trabajar" allí, el mesero se encontraba en la parte trasera inconsciente, robe su uniforme y amenace a los dueños de que si hablaban, les pasaría algo peor. Llegaste tú, te sentaste en la mesa, debo admitir que te veías muy hermosa, luego de que comieron, debía hacer mi jugada, me tropecé "accidentalmente" contigo, llenándome de café, tú como una tonta comenzaste a disculparte y bla bla bla, gracias por el dinero, aunque no me sirvió de nada teniendo mucho. Me fui de la cafetería y te vi entrar a la librería, en busca del diccionario de alemán, ahí me di cuenta de que ya te habían hablado sobre nuestra segunda vida, si Emma, también soy un licántropo, pero no nos adelantemos, falta mucho que contarte.- Dijo buscando una silla para sentarse y remangaba su camisa.
