Prueba de fuego. Parte 2.

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—¡2!

—¡Ni siquiera me han dicho como se juega!.

Todas dejamos de contar a gritos y supimos que tenía razón.

—Fue culpa de Momo—dijo rápidamente Tzuyu.

—¿Que te he dicho sobre culpar a las personas, Tzuyu?—Jihyo la sabia miro severamente a la mencionada.

—Que no esta bien hacerlo sin tener pruebas—Rodo los ojos.—Pero si que hay pruebas, ¡Ella fue la que le dijo "Pasalas si no te embarazas"!.

Y lo único que hubo después fué un coro de 8 chicas discutiendo, tres defendiendo a Tzuyu y las otras tres defendiendo a Jihyo. Jungkook quedo atrapado en medió de ellas por lo que su cabeza se movia de un lado a otro, como si viera un partido de Ping-Pong.

Pero hubo silencio absoluto cuando se escucho un carraspeo y la atención se dirijio a un chico altísimo.

Ya habiamos llegado, desde hace bastante tiempo en realidad por lo que no solo estaba el, sino todo BTS.

Me encogí de hombros, hice una reverencia, y prosegui a ingresar al gran apartamento. Lo último que escuché fué:

—¿Que sucede señoritas?.

—Cosas que no te incumben—Respondio Chaeyoung a la defensiva.

Y con eso, dar inicio a otro regaño por parte de Jihyo hacia las más bajita.

Me acerqué hacía los integrantes restantes con una gran sonrisa de inocencia, como si en mi mente no estuviera muriéndome a carcajadas por dejar a Jungkook en medió de las chicas. Es la prueba de fuego.

Me incline en una reverencia.

—Un gusto verte de nuevo, Nayeon—comenzo Jimin.

—Por fin conocemos a la dueña de un par de canciones escritas por Jungkook—Hoseok me regalo una sonrisa que me deslumbró.

En el fondo se escuchaba la discusión y Namjoon estaba siendo participe de ella. Pero mas bien el intentaba tranquilizar a todas, volte a verlos y reprimi una risa.
Le dedique de vuelta mi atención a los chicos.

—Que romatico salió mi asesino—murmure.

—Puedo sobornarte y llegar a un acuerdo, si gustas—mire a Taehyung con el ceño fruncido.

—¿Sobornarme?—le dije confundida.

Se acerco a mi de manera cómplice.

—Soy el único que sabe cuáles son las canciones.

—Mentiroso, Jungkook es tan obvio que no era necesario preguntarle porque todos sabíamos que seria una canción para ti—comento Yoongi de manera aburrida.

—En realidad todos sabemos pero finjimos que no para darle un poco de tranquilidad al imbécil enamorado.

—El burro hablando de orejas. Tu también eres un imbécil enamorado, Seokjin—le dije.

Yoongi se rio fuertemente.

—Cuidado chicos, que Jungkook ya tiene quien lo defienda—Jin me miro con cara de reproché.

...

15 minutos después estabamos todos en una mesa gigante mientras las risas, burlas y chistes abundaban.

Las chicas se empeñaban en contar historias vergonzosas de mí y los chicos hacian lo mismo.

Yo solo rodaba los ojos constantemente y me reía recordando algunas anécdotas. Habia sido facil que todos se llevarán bien, bueno a excepción de Jimin y Jeongyeon, todos se habían esforzado por mantenerlos lo mas alejados posibles. Cosa que me cayo por sorpresa, supongo que ya todos saben la historia. Lo bueno de esto es que Jeongyeon no luce incómoda y hasta parece llevarce bien con Taehyung.

Tomo la mano de mi asesino por debajo de la mesa y sus ojos se centran en mi.

—Quisiera disculparme contigo por dejarte tirado en medió de 8 chicas enojadas—le susurró mientras todos siguen comiendo y conversando.—Pero no lo hare, porque no soy tan buena.

Llego su turno de rodar los ojos, le dio un leve apretón a mi mano y se inclinó más hacia mi.

—Bueno, todos sabemos que la compasión no es lo tuyo.

Le regaló una patada. Pero me arrepiento inmediatamente cuando veo su mueca de dolor, aunque no digo nada.

De repente el sonrie de una manera muy linda y tierna. De nuevo se inclina hacia mi. Yo lo miro a la espera de lo que me vaya a decir.

—Me han llegado un par de recuerdos al hablar contigo de esta forma.

Y de esa forma los recuerdos inundan mi mente, no es que hayan estado muy escondidos, pues casi siempre al llegar la noche dedicaba un poco de tiempo a recordar cada momento que vivi a su lado, porque siempre me llenan de paz, recordar esas infinitas sonrisas que me regalaba, esos bailes bajo la lluvia que compartimos, lo besos. Cuando me canto al oído, cuando nuestras voces fueron una y compartimos escenario. Todo.

Lo miro a el, aqui a mi lado, nuestras manos enganchadas la una a la otra, con miedo de ser separadas en cualquier momento.

Y no puedo detenerme cuando comienzo a hablar, no me importa que no sea en el lugar indicado, necesito que el lo sepa.

—No te alejes de mi.

El de manera inocente hacerca mas su silla a la mia.

—Siempre tan cabeza hueca.

—Y tu siempre tan agresiva, cariño.

Sin planearlo mis mejillas se tiñeron de rojo, pero no me mortifique por el hecho de que el me viera, ya no me empeñaria en esconder mis sentimientos, no a el.

Suspira profundamente y después de unos segundos me susurra:

—Ya no te soltaré tan fácilmente, Nayeon. No cometeré ese error de nuevo.

𝑫𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒚 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 [ ∘◦𝓝𝓪𝓴𝓸𝓸𝓴 ∘◦]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora