Tanta locura como se pueda para ahogar los problemas.

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El aire causa que mi falda se mueva, por suerte no se alza, seguí caminando a paso lento esperando que el de alguna señal de haber captado la mía.

Sin necesidad de voltear a verlo siento y escucho con camina detrás de mi.

Suspiro de nuevo pero está vez de alivio.
No quiero quedar como una estúpida que le hablo a un posible asesino y planes hacerlo olvidar sus problemas, por qué claro, eso es completamente normal, lo hago cada día. El punto es que no me ignoro, debe estar bien jodido como para confiar en una desconocida.

Me siento en la primer banca que encuentro. Odio caminar.

El hace lo mismo y sin importarle nada se acomoda tan cerca de mi como puede. Huele a suavitel.

Quiero darle una patada para que se aleje de mi pero habla.

—¿Y entonces?—Su voz es baja y solo por la cercanía logro escucharlo.

—Mmmm, pensemos—Estiró mis piernas y dirijo mi cabeza hacia el cielo mientras cierro mis ojos.—Hay que pensar en algo que realmente valga el estar hablando con un posible asesino.

No se que cara tiene, y sinceramente no sé que estoy haciendo ¡No tengo un plan! Solo me deje llevar.

Susurra la palabra Asesino y suelta una pequeña risa.

Somos una mala combinación, yo soy muy floja y el es muy…Mmmm, realmente me da flojera describirlo.

—¿Qué tal huir?.

Abro mis ojos y sin quitar la vista del cielo suspiro, si…Me encanta suspirar.

—No podemos, necesitamos un auto, dinero, yo trabajo mañana y tú tienes 12 años.

Inmediatamente me horrorizo al recordar ese pequeño detalle y lo miro, el frunce el ceño al escuchar lo último, intenta decirme algo pero lo interrumpo.

—Es muy cliché, nosotros no queremos huir solo olvidar— intenta replicar pero lo vuelvo a interrumpir—.Que no es lo mismo si lo piensas bien.

Vuelvo mi vista de nuevo al cielo, ya es muy tarde, no hay estrellas y se ve nublado, el cielo quiso acompañarme en mi desgracia y ponerse triste, ahora que lo pienso no estoy completamente sola. El cielo siempre está a mi lado y me escucha, no de la forma que quiero pero ahí está. Sonrió.

—Todo es cliché, si tomo tu mano—El lo hace y yo inmediatamente lo miro.—Es cliché porque seguramente nos enamoraremos con el sentir de nuestra piel, o eso he leído en muchos libros, pero no es nuestro casó, supongo.

—Bueno, nos queda hacer cosas cliché, así si lo hacemos ya no lo sera.

Tiene sentido, algo se vuelve tan común que algunos dejan de hacerlo para no parecer comunes o quedarse con algo tan repetitivo.

Algunos cliches mueren porque las personas temen ser normales pero ¿Qué es lo normal? ¿Cómo puedes describir lo que es ser común? Y en todo caso ¿Cómo logras ser diferente?.

Supongo que todos tienen su significado de normal.

Me pongo de pié, sacudo mi mano para que la suelte.

—Huyamos de nuestros problemas entonces.

Por qué según yo, es lo más sensato por hacer con un desconocido.

Jamás me tomen como ejemplo, por favor. ADVERTENCIA: NO HAGAN ESTO EN CASA.

Espero que se ponga de pie pero no lo hace, lo miro. Esta pensativo, a lo mejor el niño es más inteligente que yo y dejará está locura para irse por su camino y yo por el mío.

Me desánimo, yo sí quería olvidar por más malo que fuera este plan, realmente quería hacerlo. Dicen que contarle tus problemas a los desconocidos es más sencillo.

Quiero decirle algo pero por causas del destino y de la ¿Suerte? Algo llama mi atención. Abro mucho mis ojos sin saber que hacer y solo me da tiempo de gritar.

—¡CORRE!.

Tomo su mano porque de la nada se volvió a hundir en su miseria y no capta que según mis cálculos apresurados 13 perros están corriendo hacia nosotros con muy clara intención de atacarnos.

Pero no lo capta ¡¿Por qué no lo capta?!.
Los nervios crecen, no quiero morir así. ¿De dónde salieron tantos perros? ¡Que haré!

Últimos minutos, señorita sensual de falda amarilla y un posible asesino de 12 años mueren al ser atacados por múltiples caninos que solo iban por un tranquilo paseo, según los reportes murieron a causa de que el asesino estaba en el limbo de su miseria las últimas palabras de tan hermosa chica que a pesar de estar tan herida seguia luciendo expectacular fueron…

Mi paciencia se acaba, mis nervios, si pudiera me comería todas mis uñas.

Aaahhh.

—¡MUEVE TU CULO ASESINO DE 12 AÑOS!.

Lo jalo y el se tambalea un poco pero al fin se da cuenta que estamos en peligro, ya no tengo que arrastrarlo conmigo, ahora el también corre.

El suelta pequeñas risas mientras yo comienzo a agotarme ¡Odio correr!

Al final no puedo evitar reírme de esto, de nosotros.

𝑫𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒚 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 [ ∘◦𝓝𝓪𝓴𝓸𝓸𝓴 ∘◦]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora