La Pieza Faltante ¦ Bleach

Prólogo

Era un día soleado, las personas caminaban normal por las calles pero cuando ella pasaba por sus lados la miraban fijamente. Algunos lo hacían por curiosidad y otros se burlaban en voz baja.

- Después preguntan porque la sociedad es una mierda - dijo la chica de ojos rubis en un murmullo.

Comenzó a caminar más rápido hasta llegar a su facultad, ahí se encontró con su mejor amiga.

- Buenos días Alexa, ¿cómo estas? - sonrío mientras se acercaba.

- ¡(...)! Estoy muy muy bien. Y tu ¿qué tal amaneciste? - correspondió la sonrisa.

- Con un poco de dolor de cabeza, me quedé hasta tarde haciendo la tarea para hoy - dijo con cierto agotamiento en su voz.

- Te entiendo, la Docente se pasó con la tarea - infló sus cachetes haciendo un puchero.

- Espero que no estén hablando de mi señoritas - escucharon una voz detrás de ellas e inmediatamente se sobresaltaron al reconocer la voz.

- C-claro que no sensei - la pelinegra le dio un pequeño codazo - Digo maestra jeje - río nerviosa.

- Será mejor que se apresuren.

- Por supuesto maestra, nos vemos más tarde tenga una linda mañana - ambas chicas empezaron a correr alejándose de su maestra.

- No puedo creer que siempre aparezca cuando hablo de ella - se quejo la castaña.

- Es como si tu mágicamente la invocaras - bromeó mientras reía suavemente.

- Espera - la castaña detuvo su andar y la pelinegra la imitó - Me estas diciendo que... ¡¿Puedo hacer jutsus de invocación?! - llamó la atención de muchas personas con su grito.

- Acaso esto es un espectáculo, sigan caminando - dijo en un tono agresivo - Y tu - comenzó a jalar sus mejillas - Tienes que dejar de gritar tan fuerte, tonta - dijo con un tono cariñoso.

- A-auch y-ya entendí... S-sueltame p-por f-favor - la soltó y ella se sobó las mejillas - Pero hablando enserio, puede ser que tenga chakra. Eso sería genial.

- Bueno... No es imposible - dijo en tono divertido mientras volvía a caminar.

- ¡Verdad que si! - caminó rápido para llegar donde estaba su amiga - Oye estoy empezando a ver un anime que se llama One piece, es largo pero está valiendo la pena. Cuando termine todo absolutamente todo, te contaré - dijo con una gran sonrisa.

- Jajaja lo estaré esperando - ambas amigas siguieron hablando hasta llegar a su clase.

{...}

- ¡Si! Ya es hora del almuerzo - la castaña comenzó a dar saltitos de alegría.

- Ya me estaba durmiendo en la última clase - bostezaba la pelinegra - ¿Vamos a la cafetería? O ¿Comeremos en otro lugar?

- A la cafetería. Hoy sirven nuestra comida favorita y tu postre favorito - los ojos rubis de la pelinegra brillaron.

- ¡¿Por qué no lo dijiste antes?! ¡Vayamos antes de que se acabe! - su amiga se río mientras iban en dirección hacía la cafetería.

Cuando llegaron tuvieron que esperar su turno, en el momento en que ambas tenían sus almuerzos se fueron a sentar en las gradas de un pasillo vacío.

- Itadakimasu - dijo alegremente su amiga.

- ¿Cómo vas en tus clases de japonés? - preguntó antes de llevar un pedazo de comida a su boca.

- Solo me falta un mes y finalizó - comentó alegre.

- Terminas y ya sabrías hablar tres idiomas. Nada mal.

- Bueno tu y yo no tuvimos más opción que aprender inglés. Es necesario en muchos países.

- También nos servirá para nuestro currículum.

- Eso también. Oye, ¿te acuerdas cuando nos conocimos?

- ¿Hablas de cuando te rodeo un grupo de niños que comenzaron a insultarte y empujarte, y justo yo aparecí para luego darme a puñetazos con todos ellos?

- ¿Acaso hay otra historia de la que no estoy enterada? - dijo con un tono sarcástico.

- No, pero quería estar segura - sonrío por la expresión de su amiga.

- Me acuerdo que antes de conocerte pensaba que eras una persona peligrosa - posó su vista hacia las nubes.

- Aún después de nuestro encuentro me tenías un poco de miedo - la miró con los ojos entrecerrados.

- Jajaja gomenasai. Pero si no me hubieras ayudado no seríamos las mejores amigas del mundo entero como lo somos ahora.

- Eres demasiado adorable - dijo mientras fingía secarse unas lágrimas.

- Aunque te metías en demasiadas peleas y siempre tenía que buscar la manera de salvarte de que te expulsen.

- Tu si sabes arruinar los momentos - ella solo se río en respuesta - Pero eso se debe porque pase la mayor parte de mi niñez en las calles que en mi casa.

- Y eso hizo que desarrollarás una personalidad más a la defensiva con la gente, que hace que seas un poco torpe y cerrada con las nuevas personas a tu alrededor. Lo bueno es que aprendiste a defenderte físicamente de cualquier persona.

- Un diagnóstico acertado - elogió a su amiga - Pero te faltó añadir que se diferenciar entre una buena persona con una manipuladora.

- Estaba cerca - dijo con una expresión divertida.

Siguieron charlando mientras comían, algo que era una costumbre entre ellas.

{...}

Ya se estaba ocultando el sol y algunos estudiantes ya estaban saliendo de sus clases, incluyendo a las dos amigas.

- Hoy tengo que cocinar para mis hermanos - dijo la castaña estirandose - Será mejor que vaya rápido se ponen difíciles si no comen. ¡Nos vemos mañana! - Comenzó a correr mientras se despedía con las manos.

- ¡Ten cuidado! ¡Hablamos más tarde!

Vio como se iba alejando hasta que estuvo fuera de su visión, ella comenzó a caminar en sentido contrario mientras iba pensando los deberes que debería hacer llegando a casa. La mayor parte del tiempo sus padres no estaban en casa, entonces mayormente no cenaba.

Mientras iba caminando miro hacia el cielo y se dio cuenta que cerca de un edificio en plena construcción una viga de metal estaba tambaleándose y debajo de ella se encontraba un niño jugando con la pelota. En un parpadeo vio como la viga comenzó a caer, ella sin pensarlo lanzó su mochila a un lado y corrió hasta donde el niño se encontraba, lo empujó con mucha fuerza mandándolo a una distancia muy lejana haciendo que estuviera fuera de peligro... Pero ella no tuvo tiempo para esquivar la viga que cayó encima de ella.

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Hola, ¿Cómo están? Espero que bien.

Esta es una de las tantas historias que aún no publicó por falta de capítulos pero espero que les guste.

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