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Abrí mis ojos y lo primero que note fue que estaba en mi habitación, me dolía todo el cuerpo y ni ganas de moverme tenía pero quería saber si seguía siendo de noche o ya era de día.
Cuando me senté en mi cama, lo primero que hice fue estirar mis brazos y mientras lo hacía mi vista chocó justo en una esquina de la habitación donde en un pequeño almohadón estaba un gato negro durmiendo.

- ¡(...)-chan! - me sobresalte por la repentina entrada de Urahara - Me alegra que por fin despertarás.

- A mi me alegra estar viva. Urahara, ¿Adoptaste un gato? - señale la esquina donde se encontraba el animal.

- ¿Qué? Para nada pequeña, este lindo gatito, es tu madre - lo levantó y el gato maúllo.

- Perdón, creo que escuche mal. ¿Dijiste... madre?

- No escuchaste mal, es tu madre y alguien que nos ayudará en el entrenamiento-experimento.

- Es un gato - dije de manera incrédula.

- Niña, no deberías cerrar tu mente cuando hay cosas peores - habló el gato.

Un momento... ¿El gato habló? ¡¿El gato habló?!

- ¡¿Cómo puedes hablar?! - dije esta vez parándome - No, no, no, seguro me di un golpe tan fuerte en la cabeza que ahora alucino, no hay gatos parlantes... ¡Me niego a creerlo!

- Estuviste cerca de la muerte - la voz se escuchaba más femenina, voltee donde estaban ellos y estaba Urahara y la mujer morena de la noche anterior, ya no había ningún gato.

- ...¿Cuánto tiempo estuve dormida?

- Solo un día entero, lo bueno es que estas a salvo - dijo Urahara volviendo a su actitud sutil.

- El gato es ella, ¿no? - respondí intentando estar serena.

- Mucho gusto, soy Shihoin Yoruichi. Por lo que me dijo Kisuke desde ahora haré de madre - dijo con una gran sonrisa.

- Si, necesito de un padre y madre para... ¿Para que era?

- Para engañar a los altos mandos de la sociedad de almas. Yoruichi, esta niña tiene una gran cantidad de reiatsu, el día que la conocí fue debido a ello. Al principio pensé que se trataba de un capitán o un hollow así que salí directo a su búsqueda - dijo con seriedad y ella borró su sonrisa.

Volví a sentarme en el futón y analice en mi cabeza lo que dijo... Entonces el día que nos conocimos no fue pura casualidad, creo que de cierta forma no me sorprende.

- Entiendo. Voy a formar parte del plan, va a ser divertido ver la cara del viejo al pensar que tenemos una hija - otra vez sonrío.

- Gracias Yoruichi, también quisiera que le enseñes a pelear.

- Si puede con mi entrenamiento, con gusto Kisuke. Oye niña, no crees que se te olvida algo - se dirigió a mi, yo lo pensé unos momentos y me di cuenta a que se referia.

- Soy (...) - mierda - Perdón así no es, la costumbre - reí - Soy Baskerville (...), tengo 15 años, estoy bajo su cuidado Yoruichi-san - di una pequeña reverencia.

- ¡Eh! (...)-chan no es justo, ¿Por qué a ella le dices "san" y por su nombre?

- Porque ella me cae bien - una penumbra rodeo su cabeza, Yoruichi se río de él - Y se me hace extraño llamarte Kisuke, me gusta más tu apellido suena mejor - suspiró y palmeo sus palmas, disculpen la redundancia, para dar por terminado ese tema.

- Bien, como ya despertaste vamos a cenar. Mañana vuelves a ir al colegio y retomamos el entrenamiento-experimento - estaba apunto de salir de la habitación pero yo lo detuve.

La Pieza Faltante ¦ BleachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora