Te quiere

979 137 20
                                    

Zhan estaba algo nervioso, Yibo estaba bien, lo habían dicho los médicos, pero, después de dejar el hospital, Yibo dijo estar cansado, fue a su habitación, no había vuelto a despertar.

Zhan calmó a los niños, pero el mismo no estaba seguro, miraba a su "marido" dormido, estaba comenzando a perder la calma. La ama de llaves llegó, llevaba a sus espaldas al abuelo de Yibo, sus ojos se agrandaron.

-Mis disculpas señor... Yo... Debí llamarlo...

-Calma muchacho, no es por eso por lo que vine... ¿Cómo estás?

-Yibo cayó de su moto, pero los médicos dijeron que no hay nada malo... Y aún así no despierta...

-Se la condición de mi nieto, niño, no estoy preocupado, suele dormir así cuando está enfadado o estresado, casi parece muerto... Estará bien, pero tú ¿Cómo estás?, Escuché que Haoxuan estuvo ahí...

-No importa, apenas dijo algunas palabras...

-Bien, los niños están asustados, ¿Porque no vamos a cenar fuera?

-No puedo dejar a Yibo solo...

-estara bien hijo, duerme así siempre...

-Puede llevar a los niños, solo si Mei va con ellos, estoy un poco preocupado

-Bien, no tardaremos, pediremos para llevar..

-Por favor, no sea así, son sus nietos, está bien si quiere conocerlos mejor...

-Ya lo sé, aún así, dejarte tan ansioso y solo, me preocupa, iremos rápido

-Si, gracias...

-¿Quieres algo especial?

-No, Lei traerá algo apropiado, mi niño es inteligente

-Bien, confío entonces, así que ya volvemos.

Zhan ayudo a sus niños a ponerse chaquetas, después de todo ya era tarde, beso a cada uno de sus niños y los despidió en la puerta, Mei se comprometió a cuidar a sus hijos.

Zhan preparo un café, debía estar al lado de Yibo, le debía tantas cosas, regreso a la habitación, Yibo aún dormía, Zhan se sentó, después de revisar que no tuviese fiebre, u otros males, comenzó a leer un libro.

Yibo se despertó debido a un aroma fuerte a café, normalmente dormía horas después de enfadarse o frustrarse, como era el caso, pero el aroma era tan fuerte que despertó, abrió los ojos, mirando con cuidado, su habitación normal, las mismas paredes, el techo, las cortinas, solo que había algo que no pertenecía a ese lugar. Había una persona sentada en el sofá.

No se había percatado del despertar de Yibo, leía su libro en completo silencio, había una taza de café a su lado, tomo la taza, llevándola a sus labios, tomo un trago, Yibo se perdió en esos rosados labios bebiendo de una taza blanca. Había un vapor saliendo de la taza, se veía tan bien, trago saliva, Zhan bajo la taza, Yibo cerró los ojos, avergonzado. Zhan bajo su taza de café, giró a ver a Yibo, este estaba rojo, se asusto, dejo su libro y corrió a revisarlo,  tocó su frente, estaba bien, aún así sus mejillas estaban rojas.

-¿Será que de verdad estás enfermo Yibo?

Acaricio sus cabellos, con mucho cuidado, la cálida piel de su mejilla, se detuvo al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Estaba por ponerse de pie, cuando la mano de Yibo lo sostuvo por la muñeca, Zhan se sorprendió, estaban a escasos centímetros, que disminuían más u más, pues Yibo se acercaba.

-Yibo...

-Zhan...

Sus alimentos se tocaban, Zhan estaba nervioso, quería huir, pero la mirada de Yibo le paralizaba, comenzó a bajar su mirada, sus párpados estaban bajando, Yibo noto eso, aprovechando para besar sus labios. Zhan se asusto un poco, Yibo era un chico muchos años menor, además de que ya tenía tres hijos los tres pequeños de otro hombre, no podía hacer algo así, se repetía en su cabeza, pero su cuerpo estaba sucumbiendo a ese cálido tacto, no era agresivo, era tan gentil.

Una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora