Hijos

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Xiao Zhan despertó en la madrugada, le dolía el vientre, faltaban dos meses para que nacieran los gemelos, no podía estar en labor tan pronto... Pero el dolor era demasiado fuerte.

-Yibo... Yibo...

-¿Que sucedió mi amor?, No me digas... Por dios... Está mojada la cama...

-Calmate... Llama una ambulancia... La bolsa está en el armario de abajo... Y tráeme mis zapatos...

-Por dios Zhan... Voy... No te muevas...

Yibo salió corriendo de la habitación, dejando su celular en la cómoda, Zhan solo pudo suspirar, ese chico era un caso perdido, llamo el mismo a emergencias, justo colgaba cuando Yibo entro a la habitación, a medio vestir, con la mochila de Lei y los zapatos de Junior.

-Todo listo...

-¿Es en serio?- Zhan comenzaba a sentir dolor con más frecuencia y Yibo salía con sus cosas, no sabía si reír o llorar.

-Mamá, ¿Llamaste a los servicios?

-¿Lei?

-Ya tengo la maleta, Junior sigue durmiendo... Te traje los zapatos de cama espero sean cómodos mamá...

-¿Qingsu?

-Ha, papá, eres un desastre... Nosotros llevamos a mamá, tu búsca ropa adecuada para ti...

-¿Cómo?

-Papá, haces demasiado ruido, no estás en la otra habitación, vamos mamá...

Ambos jóvenes ayudaron a Zhan a bajar las escaleras e instalarse en la sala. Yibo sonrió al verse alejado por sus dos hijos mayores, había pensado mucho en como y cuando decirles la verdad, pero parecía que ellos eran más maduros de lo que pensaba.

-¿Aún no llegan... Los... Servicios...?

-Ya casi mamá, respira... ¿Dónde esta papá Lei?

-Ya llegaron los servicios....

-Yibo...- El aludido llegó corriendo Qingsu le dió la maleta.

-papá... Cuida bien de mamá...

-Si... Les llamare en cuanto pase algo...

-Cuida bien de mamá...

-Lo juro...

Zhan se sentía un poco abrumado, ver a sus dos hijos mayores cuidarlo... Recordo con tristeza el día que nació Yibo, tuvo que dejar a ambos niños con una niñera... Haoxuan no respondía el teléfono, preparo sus cosas solo y fue conduciendo a la clínica, sus dos pequeños hijos estaban aterrados, al igual que él, en la habitación del hospital estaba solo, la enfermera le ayudaba, pero era tan...

-Ya casi llegamos amor... Respira...

-Si... Duele...

-Llegamos, señor lo trasladaremos a una habitación ahora... El médico lo evaluará

-Bien... ¿Debo dejarlo?

-No, puede venir...

-Gracias... Zhan-zhan, dime si puedo hacer algo...

-ha... Toma mi mano... Por favor...

-no te soltaré...

Zhan sonrió, antes que otra punzada le llegase, los paramédicos lo dejaron en una habitación, dónde llego el doctor.

-Wooo, es muy pronto señor Wang, al menos dos meses faltaban para esta vista...

-Se rompió la fuente... Y empezaron... Ha...

Una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora