Wang Haoxuan es un hombre casado, tiene una esposa y dos hijos, es el hombre perfecto ante todos los ojos, es director de la empresa Wang, amoroso esposo y trabajador incansable, lo contrario de su hermano Wang Yibo, un chico demasiado fiestero, un...
Zhan despertó por el sonido en la habitación, asustado se cubrió con la manta, Yibo aún dormía en la cama, miro a la puerta, Mei entraba, apenas verlos se giró y salió, Zhan se puso rojo hasta el cuello.
-Yibo...
-¿Mmm?
-Yibo, despierta...
-¿Que pasa tan temprano?
-Mei... Mei nos vio...
-¿Que hay de malo?, Eres mi esposo...
Eso era verdad, Yibo tenía toda la razón, Zhan miro su dedo, en efecto, eran un matrimonio, estar en una cama, desnudos... No debía ser tan irregular, aún así se sentía avergonzado.
-Ire a tomar un baño...
-Bien, vamos...
-¿A dónde?
-Quieres que tomemos un baño...
-Yo, no los dos...-
-Zhan-zhan...
-Sigue durmiendo...- Zhan se inclino, besando la frente de Yibo, se alejo para entrar al baño, el agua caliente le sirvió para reducir su vergüenza, salió del baño usando solo una bata, para su sorpresa Yibo seguía durmiendo, se vistió en silencio, para después salir de la habitación, fue a la cocina, dónde algunas empleadas ya preparaban el desayuno.
-Buenas días señor...
-Ho, buenos días... ¿Dónde está Mei?
-Ayuda a los chicos a cambiarse, ¿Sucede algo?
-Nada... Olvidenlo... Yo prepararé el desayuno, déjenme hacerlo ..
Qingsu y Lei acudieron al comedor al notar el olor a vainilla en el aire, su madre debía estar muy feliz, cuando entraron notaron que las empleadas estaban encantadas, Zhan cantaba con voz melodiosa, mientras cocinaba, el aroma era delicioso.
Yibo se levantó, vagamente recordaba a Zhan hablando, pero lo dejo dormir, lo cual agradeció, mientras tomaba un baño noto que tenía algunos rasguños en los brazos, sonrió, su labio tenía una mordida, estaba tan feliz que quería gritar, cuando al fin salió del baño, se vistió y salió, un delicioso aroma lo sorprendió, camino a la cocina, su esposo cantaba tan feliz, y sus dos hijos comían contentos.
-¿Que celebramos?- Yibo pregunto mientras tomaba asiento frente a los dos niños, los cuales solo negaron en silencio.
-Aquí, un plato especial para mi esposo...
Yibo miro el plato que fue puesto frente a si, se veía delicioso, lo que no espero fue un beso, recibió un beso en la mejilla, algo muy atrevido para Zhan, más no parecía que fuera algo malo ahora, se dispuso a comer su delicioso desayuno, su preferido desde ese momento.
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