ᝰCorte narratológico

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ᝰ◌۪۪۪۪᳝۟Blog De Vante◌᮫۪۪۪۪᳝۟⑅៹

Hasta ayer no sentí mis piernas entumidas por no poder correr, y no hablo de encontrar un terreno para recorrerlo a la redonda, tampoco me refiero a una caminadora. Hablo de correr como cuando era niño, correr por el simple placer de hacerlo y sin preocupaciones; no pensaba en lo torpe de mis piernas, no tenía que detenerme por el miedo de que mi imprudencia dañase a otra persona. Entonces ahora mis articulaciones están en huelga, suplican por la liberación.

Libres... Hasta ayer no me percaté de que no lo eran.

Hoy siento un estorbo en mi garganta, un peso tan enorme que me impide respirar, me impide hablar con fluidez. Todos los gritos que sin notarlo oculto de imprevisto me cortan la respiración.

Ayer fui testigo de la respuesta y al ver la respuesta fui consciente de la existencia de la pregunta.

¿Soy libre?

Me encontraba en un lugar desprovisto de toda civilización, al menos eso creo. La vista estaba cubierta por el manto de la oscuridad de tal forma en que ni siquiera puedo asegurar el objeto que se situaba frente a mis narices. Nada estuvo claro hasta que miré al cielo, éramos yo, la oscuridad y las estrellas. Cuando sentí que podía correr, gritar; cuando me sentí en un mundo aparte, me sentí libre.

Y estaba libre porque estaba solo.

Para todo aquel que se siente libre, mire a su alrededor ¿Puede gritar sin miedo? ¿Sí? Entonces ahora dígame ¿Para qué va a gritar si no hay nadie para escucharlo?

Es un cambio equivalente: Solo obtienes libertad en soledad.

Dime ahora ¿Eres feliz?

Y no huyas, siempre serás presa, tal vez del hambre hoy, mañana del sueño.

Tal vez solo en la muerte, obtendremos libertad.

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Si quieres volar tienes que renunciar a las cosas que te pesan

Christopher Barquero
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El azabache despegó la vista del celular una vez terminó la lectura, toda su musculatura estaba tensa como la cuerda de una guitarra. Con el suspiro atrapado en la garganta miró a su alrededor y solo alcanzó a susurrar

-¿Hola?

El silencio fue la única respuesta, se levantó de la cama dejando encima de esta el celular y avanzó descalzo hasta llegar a la pared de la cocina. Su apartamento era muy sofisticado y cómodo, para una sola persona; la indumentaria de la habitación y la cocina estaban en la misma estancia, solo el baño tenía puerta. Por lo que en cuestiones de pasos su mano palpó la fría encimera.

-Soy libre-. Susurró y su mente divagó en un remolino que acabó por tragarlo.

Evocó carcajadas sin gracia o pizca de felicidad, simplemente rió por la obligación para consigo de hacerlo. Agarró un plato y lo dejó caer.

-Soy libre.

Así rompió el primer regalo de su madre por la mudanza, tres platos que conformaban su vajilla y hubiese seguido. Porque no estaba conforme hubiese continuado de no ser porque su vista se tropezó con unos de los fragmentos rotos. Desde su lugar la luz de la lámpara perfiló el borde de este y Jungkook se agachó para agarrarlo con cuidado.

-Ahjumma, tengo una imagen que mantener.

-¡Es mi cuerpo, puedo hacer con él lo que me dé la puta gana!

-Perdón padre, no volverá a suceder.

Casi pudo escuchar la regañina si hacía lo que se le antojaba hacer

-¡Debes cuidarte Jungkook! Tu cuerpo es tu arma, debes mantenerlo intacto.

Con ojos secos pero corazón sangrando, Jungkook acercó el trozo de plato a su muñeca y cerró los ojos.

-No soy tan libre como pensaba.

ળ᳝◌᮫۪۪۪۪᳝۟ Cazador De Estrellas [T.K]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora