ળ᳝◌᮫۪۪۪۪᳝۟ Cazador De Estrellas [T.K]

ᝰ Vigésimo quinto acto

-¡Pero que imbéciles! Yo tampoco nado en dinero pero no hago responsable a gente que nada tiene que ver por eso. Son unos bebés quejicas que no saben nada de la vida.

-Chitón JiMinie; vengo para intentar arreglar las cosas no para comerme medio mundo.

-Yo me lo comeré por ti si es necesario.

Sonriendo por sobre su hombro le dice a su mejor amigo-: Esperemos que no lo sea.

Cuando abrieron la puerta procedieron a tomar asiento en la tabla larga que cruzaba la estancia, la que dividía ambos senderos de taquillas y les servía para acomodarse.

«Aún no, debo esperar a que lleguen todos» dijo Jungkook para sus adentros.

Estaba nervioso, pero eso era bueno.

«Todo saldrá bien»

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Cuando la última pareja llegó casi al límite de la puntualidad y todos se preparaban para salir y recibir el entrenamiento, Jungkook se puso de pie y rascó sonoramente su garganta con el puño frente a sus labios.

-Disculpen yo... ¿Podrían prestarme atención unos minutos?

La sonrisa de JiMin a su lado y las miradas interesadas del resto le impulsaron a continuar.

-Estuve pensando en lo que me dijo el... Chico, del cual aún desconozco el nombre. Y realmente no tiene sentido que gente con talento como ustedes tengan que escoger entre su sueño y las necesidades de su familia. Así que decidí hablarle a mi padre y proponerlos para conformar una tercera unidad en el ballet. Es ganancia para todos y... Realmente no son un talento que desperdiciar así que -sonríe nervioso-, ¿lo pensarían?

-Espera, ¿lo propones en serio? ¿El ballet Liberty?

-Mi padre me dijo que sería un honor...

De pronto todos conversaban a su alrededor más que felices y emocionados con la noticia.

-Eso es, claro, para los que no ganen la competencia. No les tendré compasión-. Bromea Jungkook y con ello se gana palmadas y empujones juguetones.

Se sentía bien.

En grupo.

Integrado en un equipo; claro antes habían intentado agruparlo, los chicos del ballet pero con las murallas de JungKook a su alrededor era imposible.

En un momento que él no puede determinar con seguridad, todo se volvió diferente y sabía quién era el máximo responsable.

«Debo recordar invitarlo a un helado» pensó con cierta sonrisa cuadrada destellando en su mente.

Alzó la mirada con una sonrisa al chico que lo confrontó el día anterior, apartado y mirándolo por el rabillo del ojo. Sin mermar la expresión se acercó pensando: «Debe sentirse avergonzado por haberse equivocado conmigo»

-Hey, gracias por haberme hablado ayer, realmente parte del bien es por tu causa y aprendí de ello.

Desde arriba el mundo se ve diferente.

Desde la posición del bailarín castaño, esa sonrisa se veía diferente.

Le daba asco.

-Como si fuera aceptar la caridad por parte de una escoria como tú.

Eso no acalló a los que no escucharon el rabioso susurro, lo hizo la pregunta estupefacta de Jungkook.

-Tú tienes algo contra mí -arrugó el entrecejo-, ¿te conozco de algún lado?

Con la mochila en el hombro el contrario alza la barbilla en una sonrisa en apariencias inofensiva.

-Creo que es hora de refrescarte la memoria -Jungkook retrocedió en shock por el empuje de los dedos del castaño en su frente, uno para nada amistoso que fue el inicio de tres más hasta que pudo deshacerse de la molesta agresión. Aunque ese fue el menor de sus problemas para cuando alzó la mirada y el rostro estaba justo en sus narices-. No has cambiado una mierda, ¿o sí, pequeña rata?

Pequeña rata.

Pequeña rata.

Pequeña...

-Eso... Así es como debes mirarme, rata, solo espera a que salgamos de aquí y verás como recordamos los viejos tiempos.

-Oye imbécil, qué crees que estás haciendo-. Cuestionó Jimin atravesándose y empujando con desagrado al castaño.

-Eras tú -la comisura derecha de la boca de Jungkook se arrugó en una sonrisa-, fuiste tú jodido cabrón.

Si las miradas mataran, el duelo sería sangriento.

-¡Hey! ¿Hasta cuándo estarán allá adentro? ¡No hay tiempo para vaguear ni hacer amiguitos, vamos a trabajar!

«Acabaré contigo de una vez por todas»

«Te voy a jodidamente destripar»

La práctica... Fue aterradora.

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-Jungkookie... Háblame de una vez, ¿quién es ese?

-Un don nadie.

-No me mientas Jeon, lo conocías, ¿él fue uno de los que...?

-Ni siquiera sé su nombre, ¿puedes creerlo? -Kook simplemente negó con la cabeza bajando la escalinata a la calle-. Me odia y no sé cómo se llama. Lo que es seguro -mira a su derecha con los rasgos tensos de furia-, es que lo odio tanto o más de lo que él a mí, y se lo voy a demostrar.

-K-Kook...

-Esta es la oportunidad perfecta -inhalando con fuerza se convence precisamente de que:-, podré limpiarme antes de acabar mi carrera en Francia, lo juro Jimin, pisará mi polvo.

Y lo que era una bonita emoción, la primera meta exacta que se proponía; se convirtió en una asquerosa batalla que tenía como propósito la venganza.

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Los días avanzaron hasta que una semana se coronó en buenos resultados. La prueba final se trataba de una coreografía elaborada por los jurados, cinco, una para cada pareja, y la presentación en que se verían los resultados finales. Era un buen ambiente, pensaba Jungkook, si tuviera tiempo para disfrutarlo apreciaría la ayuda que se daban entre todos a pesar de ser contrincantes; mas no podía, su cabeza estaba en otro sitio.

Estaba en otro objetivo, y no era disfrutar la experiencia.

El sujeto nombrado Hann se traía algo entre manos, siempre era así con él, siempre encargándose de hacer la psicología de Jungkook un infierno.

Y lo logró.

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Liberty
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N.A: Gracias por los votos y todo el amor, cuídense mucho ❤️ Lofiu y muchas fuerzas para Latinoamérica, somos una humanidad después de todo ❤️