ળ᳝◌᮫۪۪۪۪᳝۟ Cazador De Estrellas [T.K]

Tras bambalinas I

Tras bambalinas: Son capítulos especiales que relatan sucesos de la historia, con el detalle que no se especifica el momento en que ocurren. O sea, no tienen lugar en el ocurrir sucesivo perteneciente a la trama, pero sí acontecen por lo que se recomienda su lectura puesto que se hará mención en capítulos posteriores.

Espero lo disfruten.

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Mi verdad

By: Maná feat Shakira
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«Cerrar los ojos se siente tan bien a veces».

El pasto bajo su cuerpo picaba en las zonas desprovistas de ropa.

«Solo apagarnos y no pensar. Ser uno con todo».

Inhaló por la nariz hasta llenar de aire sus pulmones y lo soltó con la misma tranquilidad con que fue tomado. El sol quemaba en un segmento de su mejilla, justo por donde las ramas del árbol bajo el que se encontraba le daba chance a pasar.

«Estoy... Muerto».

—¡Tata! ¿¡Dónde estás!?

Suspira una vez más y levanta uno de sus brazos para que la chica de sus ojos lo localice y no fallezca del susto.

—Oh por Dios, ¿ya te rendiste saltamontes? ¡Los niños de hoy sóis unos flojos!

Decía y desde su lugar Taehyung escuchó al sonido de su voz disminuir conforme se alejaba.

Pero Taehyung tenía siete años.

Taehyung era un niño de campo.

Con nuevas botas rosas de hule, regaladas por una de las aburridas amigas de su abuela, las cuales son demasiado chicas para su nieta.

«Entre todas las abuelas del mundo, sin duda mi abu es la más divertida», pensó de la nada, porque bueno, no tiene necesidad de pensar ni de identificar el lugar por el que brotan sus pensamientos.

«Es muy pronto para pensar».

Está en edad de solo hacer.

Por lo que sacando fuerzas de su juventud, se puso de pie de un salto y rodeó la casa para llegar a la parte trasera, donde su abuela continuaba arrancando hierbas malas, deteniéndose apenas para secar el sudor de su frente.
«Mi abuela brilla brilla como una estrella» Observó sonriente.

—¡Abu, tengo hambre!

—Pero, ¿no que me ibas a ayudar, saltamontes?

—Pero tengo hambre...

—Espera un momento, que si dejo estas matas aquí...

—Abuela —. El tono demandante en la voz del pequeñajo llamaron a la anciana a mirar a sus espaldas, directo a su nieto, que tenía un sombrero de grueso pero delicado halo que le cubre, por la posición del sol y su alcance, hasta la nariz.— Lo urgente y lo importante son dos cosas diferentes. Lo urgente es quitar estas hierbas, pero lo importante es alimentar a tu querido nieto quien tiene hambre por haberte ayudado ¿Qué harás?

La señora Kim se endereza y con la boca entreabierta y manos a cada lado de la cintura lo mira desde arriba.

—Tendré que dejar de enseñarte cosas tan chulas, acabas usándolas en mi contra.

—¡La vida es un hermoso negocio y encontrarle ventajas es lo divertido!

Y considerándose victorioso subió los peldaños y pasó la entrada trasera de la casa, escuchando las carcajadas incrédulas de su abuela tras de sí.

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—Tú eres mi amor, mi alegría, la verdad de mi vida, mi bebé que me salta en los brazos de prisa. Tú eres mi refugio y mi verdad. —Cantaba la señora en voz baja para ser escuchada solo por el niño en su regazo.

Las tardes de verano son buenas, las tardes de invierno son buenas, bajo muchas mantas. ¡Todas las tardes son buenas!

—Tú eres mi amor, mi alegría, la verdad de mi vida, mi bebé que me calma el alma con risas. Tú eres mi refugio y mi verdad.

Los grandes ojos no descansaban ni con la tenue canción, cantada a menudo por su abuela en un idioma que desconoce; ni por el meneo del sillón que impulsa las rodillas de su abuela.

—Abu, ¿por qué dicen que los que más te quieren son tu familia?

—¿Mhm?

—Sí, ya sabes, dicen que nadie te puede querer más de lo que tu familia lo hace.

—¿Y por qué dudas de eso? —. Sonríe mirando hacia abajo. Tae, al notar el movimiento le devuelve la mirada.— ¿Crees que alguien puede quererte más de lo que esta vieja lo hace?

—No lo pregunto por ti... —. Apoya parte de rostro en el pecho de la mayor, descendiendo el tono.— Lo digo por papá. Además, soy yo el único que te tiene, ¿cómo es con los demás?

—Bueno... eso tiene una explicación—. Observa las hojas en lo más alto del árbol del frente y entrecierra los ojos cuando la brisa mueve sus cabellos sueltos. —Hay dos formas de conocer a alguien, Tata. Tú conocerás a todos de ahora en adelante de afuera hacia adentro. Verás primero su apariencia, luego lo que muestran a los demás, y si puedes penetrar más en esa persona, entonces puede que conozcas su interior. Así sucederá hasta que tengas un o una bebé, — Sonríe nostálgica.— A esa cosita pequeñita la conocerás de adentro hacia afuera, verás como crece y ese es el amor más grande que vas a sentir nunca.

—¿Incluso más que a ti?

—Incluso más que a mí—. Coloca un pequeño beso en la frente del niño. —Por eso, por mucho que cambies yo nunca dejaré de amarte. Aunque te conviertas en una mala persona que haga mucho daño, siempre te amaré y te desearé solo bien, precisamente porque en mi mente solo está esa cosita que con solo abrir los ojos, se ganó mi corazón.

Y le sonrió, dando por terminada la conversación. Encimó más el cuerpo del chico y continuó meciendo.

—Hay mentiras compasivas, hay mentiras por piedad, que no quieren lastimar. Hay mentiras que nos hieren... de verdad, ay ay ay.

—Abu, ¿tu nunca te irás, cierto?

—Claro que sí.

—¿Eeeeeh?

—¡Ya sabes que mi sueño es convertirme en una flor! Eso solo lo puedo hacer yéndome.

—Pero...

—Yo seré un árbol como ese—. Señaló trabajosamente con el dedo al árbol del frente—, llenito de flores blancas.

—Las flores son tan simples—. Murmura Taehyung con los labios en morros.— Yo quiero una estrella, una que brille mucho.

—Pues eso está difícil, espero me la enseñes si atrapas una.

—¿Prometido?

—Prometido, mijito.

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—En un mundo tan irreal, no sé ni qué creer. Y amor, sé que tú eres mi verdad... Eres mi verdad.

Cantó con su natural tono de voz grave extendiendo la última palabra y viendo casi las notas perderse en su aliento. Su compañero delató su presencia colocándole las manos sobre los hombros y sonriéndole desde arriba.

—Hola, Tata, ¿qué cantas?

Sonriendo de igual manera alcanza la mano de Jungkookie y lo guía hasta que este lo rodea y cae suave sobre sus piernas. La luz amarillenta proveniente de la pequeña lámpara fija a la pared, dándole una tonalidad brillante a la piel lechosa.

—Una canción.

—Se oye raro...

—Porque es español—. Contesta riendo entre dientes.— En un futuro me saldrá mejor.

—¿Y qué dice?

—Mhm... —. Roza ambas narices.— ¿Por qué algo me dice que es más interesante si no te digo?

—Bueno—. Kook rueda los ojos con sus brazos en el cuello de Taehyung y vota por cambiar de pregunta.— ¿Y a qué viene? No sueles escuchar español, y eso se oye a... ¿México?

Deja caer el celular sobre el colchón después de bajar el volumen un poco.

—Mi abuela la cantaba mucho para mí.

—Oh... ¿La cantarás para nuestros hijos, entonces?

Y los ojos mieles de Taehyungie brillan como flores espolvoreadas de estrellas.

—Me miras así... ¿Cuánto has esperado que diga algo como eso? —. Pregunta Kook entre risas y acaba haciendo a Tae ponerse de pie.

—Esta música es hermosa para bailar, ¿quieres?

—Oh... ¿Sabes bailar eso?

—Solo un poco, pero podemos improvisar.

En ese preciso momento las voces dan tiempo a los instrumentos de rellenar por ellos mismos la estancia. Taehyung rodea la cintura del menor según este le indica y lo toma de la mano alzándola a la altura de los hombros.

—Debes flexionar las rodillas hasta estar con la cintura a mi altura, Tata.— Indica entre susurros, estableciendo así una temática íntima al ambiente.

Taehyung no pudo evitar sonrojarse al ya estar en la posición de baile.

—E-esta canción, ¿se baila así? ¿Estás seguro?, ¿no es demasiado...?

—Parece descarado, ¿verdad? Nunca he bailado esto con nadie.

Tú eres la luz de mi vida,
tú eres la voz que me calma…

Jungkook se aferraba con fuerza al hombro de Taehyung para sostenerse, mientras sus rodillas eran llevadas por el empuje de las del mayor. Tres pasos a la derecha, golpe de cadera; tres pasos a la izquierda, golpe de cadera.

Tú eres la lluvia de mi alma…

—No... Es justo así como debe ser.

Concluye Tae sosteniendo a Jungkookie y sosteniéndose de este por igual. Su mejilla estaba apoyada en un costado de la cabeza del azabache y todo su cuerpo se sumía a la intimidad compartida.

Compartida por el baile, por la canción.

«Cuando encuentres una estrella me la presentas, ¿vale?»

Y eres toda mi verdad