Volvió a despertar llorando, se levantó de su cama, soltó algunas lágrimas y tomó con fuerza sus cabellos.
- ¿chara? -
Al escuchar su nombre giro su cabeza encontrando a Asriel limpio sus lágrimas y puso la cara más feliz que tenía para luego girar a la puerta donde se encontraba su hermano.
- chara, ¿estás bien? -
-ehh por supuesto que estoy bien-
-pero tienes tus ojos rojos, solo los tienes así cuando algo te altera-
-oh, sólo me golpee con la mesa y me dolió-
-el dedo chiquito-
-sí, el dedo chiquito
Para su suerte asriel confiaba en cada palabra que decía chara, de una manera tan rápida había logrado convencer a su hermano de que nada pasaba e hizo eso más de una vez "todo está bien" se convirtió en la palabra que más decía.
Frisk reseteo matando a algunos sí otros no, repitió eso por un tiempo, en cada una de esas rutas chara perdía interés con lo que pasará a su alrededor y como lo hizo la primera vez empezó a seguir un guion cambiando una que otra cosa que le decía a su reflejó.
Ya sabía lo que iba a pasar y la verdad prefería no ver nada, ya había sufrido mucho con eso, había visto morir a seres queridos y no quería seguir viendo eso, de todas formas, los vería nuevamente en otra ruta ya, se puede decir que ya se había acostumbrado, no quería derramar más lágrimas así que prefirió dejar a frisk jugar su juego, en algún momento debía casarse.
Se encontraba en el bosque durmiendo sobre una rama de uno de los árboles, había tenido un debate mental durante mucho, podría actuar, hacer algo pero ¿Acaso servía de algo?
Todo volvería a ser reiniciado, no servía de nada matar al humano, lo había visto morir antes, volvía simplemente volvía, retrocedía el tiempo cuando moría, así que no servía de nada matarle.Después de un rato abrió sus ojos, esa rama ya empezaba a molestarle, algo raro pues podía dormir hasta en una cama de clavos, bajo del árbol y empezó a caminar por el bosque encontrando las ruinas, suspiro con cansancio y miro su celular, se había aprendido las horas exactas por donde frisk caminaba, a qué hora peleaba con undyne, Toriel, asriel, sans, cuando salía de las ruinas e incluso los lugares donde aparecía para hablar con frisk. Al ver que aún tenía tiempo antes de hacer su aparición en escena quiso ver como estaban las ruinas.
Camino por todo el lugar con aburrimiento, en el pasillo encontró polvo sabía que era el polvo de papyrus, cerró sus ojos y siguió su camino evitando tocar el polvo. Todo estaba igual, nada había cambiado, polvo aquí polvo allá, sólo que está vez ese polvo se veía más esparcido.
-está atacando con fuerza-
Se veía como si al momento de morir fuera en el aire dejando un rastro grande de en qué dirección fue atacado.
-que repulsivo-
Se sentía tan impotente ante toda esa situación, volvió a mirar su celular y supo que frisk estaría ahora mismo con asriel, dio un chasquido de dedos apareciendo a una prudente distancia de la batalla que pronto habría entré asriel y frisk, la mayoría de veces su reflejó no le hacía nada, pero hubo tres ocasiones donde mató al chico cabrá, le dolió demasiado pero aun así no se sentía con fuerzas para hacer algo, pero deseaba hacerlo, bajo su mirada sintiéndose débil, escuchó a su hermano iniciar con los ataques como lo hacía siempre y cuando fue el turno de atacar de frisk levantó la mirada; nuevamente su reflejó tenía esa aterradora sonrisa y sus ojos rasgados se abrieron de una manera espeluznante, eso era nuevo.
- pero ¿qué? -
Habló en susurro cuando vio el polvo de su hermano caer y a frisk con una motosierra ¿De dónde había sacado eso? Siempre atacaba con una rama o un sartén, porqué su reflejó tenía una motosierra.
Al ver que frisk se alejaba chara se acercó al montón de polvo que antes era su hermano, soltó gruesas lágrimas y tomó la única prenda que no se había desecho, la bufanda colorida que siempre llevaba consigo, dobló la bufanda y la guardo en su sudadera, limpio sus mejillas para seguidamente dar un chasquido con sus dedos y aparecer en el laboratorio de su padre, pudo ver a asgore correr fuera del laboratorio, sabía que su padre siempre escapaba cuando veía a todos volverse polvo.
Dirigió su mirada a los monitores todos mostraban polvo, montañas y montañas de polvo, esto era algo que no había visto antes, sí frisk mataba pero jamás de esa manera, parecía como si quisiera dejar desolado el sub suelo empezó a buscar el lugar exacto donde se encontraba el humano está encontrar al portador de suéter morado peleando con toriel, volvió a abrir los ojos con sorpresa, frisk manejaba su motosierra con demasiada rudeza logrando matar a la guardiana real, está vez frisk río con diversión para seguir su camino, chara se alejó de la pantalla cayendo al suelo empezando a llorar y jalar sus castaños cabellos, con furia golpeó la pared que se encontraba a su lado para levantar su mirada llana de lágrimas que hacían resaltar el color rojo de sus ojos más brillante que antes.
Chasquio sus dedos apareciendo frente al polvo de toriel, desvió la mirada a la dirección que frisk se había ido, está vez frisk se movía más rápido mataba a todos los que se encontraba soltando sonoras risas que producían escalofríos con eso no tardo demasiado en llegar al último corredor donde chara ya esperaba.
Frisk entró caminando haciendo resonar sus pasos en ese momento sólo pensaba en seguir avanzando matar de forma rápida a chara y luego ir por el rey Sans, sería rápido después de todo chara nunca atacó en ninguna de sus rutas pacifistas o neutrales y ahora que cometía un genocidio sólo pensaba en cortar a chara y ver su sangre derrumbarse después de todo también es humano.
- ¿crees que todos pueden ser buenos? -
-......-
Eso no se lo esperaba, ese discurso era nuevo.
-déjame hacerte una mejor pregunta ¿Quieres pasar un mal rato? Porque si das un paso más no te gustará lo que pasará después-
"sólo tiene uno de vida y uno de ataque, el enemigo más fácil que puedes tener" eso había pensado cuando vio el poder de ataque y resistencia de chara soltó una carcajada al ver eso, algo que le duró muy poco
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no es real
FanfictionTodo eso que en algún momento llegaste a amar lo vez destruirse alfrente de ti, y no importa cuánto hagas, no sabes cómo terminará todo. Solo espera que sea bueno