otros lugares

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Sintió como si cayera en picada de un abismo, sus ojos que estaban fuertemente cerrados empezaron a abrirse de forma lenta sintiendo un gran dolor en su cabeza, dio un quejido antes de que se abrieran, no podía ver bien todo era borroso, bastó con parpadear un par de veces antes de que su vista se ajustará y una vez lo logró sus pupilas se apresuraron con asombro.

Era como ver un montón de pantallas llenas de estática en un espacio completamente negro, aquellas pantallas más lejanas parecían puntos blancos como si fueran estrellas y las más cercanas mostraban imágenes, se fijó en una sola pantalla donde pudo ver a frisk y a su alrededor lo que parecía ser snowdine, a lado de esa pantalla había otra mostrando también a frisk pero con ropas distintas, empezó a girar en si viendo cada pantalla que podía, frisk estaba en la mayoría en otras veía a Sans con distintas ropas, en algunas a papyru, y las que más llamaron su atención eren esas donde se veía, con otras ropas siempre cargando un cuchillo o bueno en la mayoría era un cuchillo pero en otras llevaba una rama u otra arma.

Era curioso todo ese lugar, era como estar en un profundo sueño donde lo único que es a consciente era su mente mientras todo lo demás se encontraba en reposo, siguió mirando las pantallas como estas en mayor parte mostraban a frisk realizando lo mismo un reset, eso le molestó, no quiso ver más de eso e intentó girar causando un movimiento brusco que alejó su cuerpo a gran velocidad de esas pantallas, y como si tuviera la peor suerte del mundo terminó mirando un genocidio, las pantallas que ahora 5envía al frente mostraban como frisk mataba a cada monstruo que se topara.

Tenía ganas de llorar ¿Cómo es que existe alguien tan cruel? Giro su cabeza tratando de evitar esa asquerosa escena que ya conocía de memoria y cerró sus ojos con fuerza, no quería ver nada.

Lágrimas gruesas empezaron a recorrer sus mejillas y seguidamente empezó a llorar con fuerza, dolía cada recuerdo, dolía en lo más profundo de su ser, y no podía hacer nada, no hizo algo cuando eso sucedió con su mundo y ahora no podía hacer nada frente a esas pantallas.

Después de un rato abrió los ojos notando como se había alejado del lugar donde estaba, hasta ese momento se dio cuenta que estaba flotando en todo ese lugar, empezó a limpiar el camino de lágrimas que tenía sobre sus mejillas girando a todas partes y como si la vida odiarla su existencia las pantallas ahora le mostraban un después de un genocidio, esta vez apretó sus dientes con furia al ver todo cubierto de polvo, pero en esta ocasión era distinto, pudo ver a alphys con una bata de laboratorio buscar por todo el sub suelo, se le hacía muy extraño ver a alphys de una manera tan científica sólo la puede recordar con llevando una sábana sobre si fingiendo ser un fantasma, así que era muy extraño verla de esa forma. Sus ojos se abrieron al notar que había monstruos que no habían muerto y alphyes los ayudaba, se quedó mirando esa pantalla con asombro y descubriendo pues allá chica lagartija/dinosaurio se arrima a cada parte des sub suelo buscando sobrevivientes, incluso tomó un montón de piezas robóticas que le recordaban a las partes de undyne, quiso seguir mirando, pero esa pantalla empezó a mostrar estática, con sorpresa miro las demás, toda tenían estática.

De forma repentina su cabeza empezó a doler haciendo que realizará un movimiento brusco y se alejara de esas pantallas acercándose a otras, sólo que está vez no se dio cuenta de eso atravesando una para volver a sentir como su cuerpo caía en un acantilado con la diferencia de que en esta ocasión recibió un fuerte golpe causando que se desmayará al instante.

Para cuando empezó a abrir sus ojos un inmenso dolor invadió todo su cuerpo, con dificultad se incorporó sujetando su cabeza con fuerza esperando a que el dolor bajara un poco, cerró los ojos esperando alrededor de unos diez minutos que finalmente pudo levantarse del suelo, reconoció al instante el lugar donde estaba, se encontraba en el laboratorio secreto de su padre, aunque se veía un poco diferente, camino a la salida del lugar viendo cada parte sintiendo miedo con cada paso que daba, ese lugar se veía más aterrador de lo usual, apresuro su paso y salió de ese laboratorio y sin detenerse salió completamente del lugar, pudo ver algo de polvo por el suelo.

Ya sabía lo que pasaba, con enojo hizo aparecer su cuchillo y corrió al castillo al último corredor, enfrentaría nuevamente a frisk y esta vez debía ganar, dio un chasquido para aparecer en el último pasillo, pero no pasó nada, aún seguía en el mismo lugar, apretó sus dientes por la furia que tenía, aún no se había recuperado del todo, dio un gruñido y empezó a correr lo más rápido que podía al castillo.

Al llegar a la entrada del lugar se sorprendió por el cambio de color de este, algo estaba mal, el color del Castillo del rey Sans es azul no morado, con duda se adentró al lugar mirando cada parte, todo era igual sólo el color de las paredes era diferente, sus ojos antes rojos por la furia ahora se encontraban cafés y recorriendo cada rincón, toda la situación hacía que su dolor de cabeza volviera, su paso se volvió lento, trataba de calmar su dolor, estando cerca al último pasillo empezó a escuchar voces, se le hacían familiares pero tenían cierto tono que hacía que no logrará reconocer de quienes son, camino un poco más rápido acercándose al lugar.

Había dos figuras en el último pasillo, la más cercana tenía un distintivo color azul y la otra uno anaranjado, camino un poco más notando como la figura de color azul se parecía mucho al rey Sans, pero se vestía diferente y la otra era ¿Papyrus?

- ¿Sans? ¿Qué hace él aquí? -

Como si hubiera dicho la peor cosa del mundo papyrus le atacó con magia ¿Por qué papyrus le haría eso? Empezó a ahogarse, ese ataque le estaba impidiendo respirar, sabía que esos dos estaban hablando, pero no sabía de qué no podía escuchar se concentraba más en poder respirar, algo que le fue permitido cuando papyrus dejó de usar su magia, sólo en ese momento se dio cuenta que ese no era el rey Sans y ese no era el príncipe papyrus.

no es realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora