Ese día en particular tenía un extraño presentimiento, no sabía cómo definirlo en realidad si era bueno o malo, pero sabía que algo iba a pasar aunque no mostrará ningún indicio de que algo diferente fuera a pasar, todo era tan normal, su hermano lo había despertado diciéndole que dejara de hacer pereza, su madre llamo para preguntar cómo estaban, visito a su padre y le ayudo con algunas cosas del laboratorio, paso tiempo con el rey sans y fue a hablar con la voz de las ruinas, puede que ese fuera su presentimiento pues esa voz por más que le llamaba no aparecía, por un momento pensó que llegó tarde pero no, estaba a la misma hora de siempre ¿Ese era su presentimiento? Bueno si era eso no era tan malo. Pero aun así se preguntaba dónde estaba esa voz.
Se sentó al lado de esas puertas pensando en la magia y lo que había descubierto hasta el momento, si seguía así lograría no solo destruir la barrera quizás aprender nuevos trucos con su propia magia que estaba bastante bien según su punto de vista, así se la paso por una hora aproximadamente, todo estaba tan tranquilo que al final se recostó en un árbol cayendo en los brazos de Morfeo.
Fue solo una pequeña siesta que fue interrumpida por el sonido de un pequeño golpe que escucho a lo lejos ¿Qué había sido eso? Abrió sus ojos mirando a todas partes volviendo a escuchar un pequeño golpe exponiendo el lugar donde venían, se enderezó y camino a esas puertas posando su oreja sobre esta asegurándose de que lo que escuchaba fuera real, otro golpe leve, con dudes llamo a la voz esperando que fuera ese ser del otro lado, pero no recibió respuesta y aquellos golpes que escuchaba dejaron de sonar, alejó su oreja de esa puerta con demasiadas dudas, miró atentamente esas puertas y escuchaba con cuidado. Fue cuestión de segundos cuando volvió a escuchar otro sonido, pero ya no eran golpes, no ahora eran pasos, pasos suaves, por un momento pensó que era esa voz, pero para cuando llegó a la puerta, quiso preguntar, no dijo nada al escuchar como empujaba la puerta, ¿Acaso la voz quería salir? Decidió esconderse entre los árboles mirando al ser que salía de esas puertas.
Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver quién salía, un huma, un humano había salido de esas puertas, no parecía tener más de diez o doce años, era apenas un infante quien cruzaba por ese lugar y caminaba por ese pequeño bosque con pasos lentos, recordó su promesa a la voz de esas puertas, dudaba si cumplir aquella promesa pensaba y pensaba sin saber qué hacer, un sonido sordo hizo que reaccionará mirando al frente dándose cuenta que su cuerpo había actuado por sí mismo haciéndole caminar mientras su mente divagaba en dudas para finalmente pisar una rama en el suelo, vio como ese humano estaba quieto, reaccionó rápido tele transportarse nuevamente al bosque para que no le viera, ese pequeño ser giró su cuerpo mostrando miedo en su rostro causándole algo de gracia a chara, el pequeño al no ver nada volvió a caminar esta vez más rápido, chara empezó a seguir a ese ser de su misma especie notando como este caminaba más rápido al sentir que lo seguían, pudo escuchar como tomaba un respiro y se detenía quizás para escuchar los pasos.
-hay no sabes cómo saludar a un nuevo amigo-
-.......-
-vamos date la vuelta y saluda-
Chara hablo con gracia en su voz viendo como su contrario giraba lentamente, estiró su mano y al ser estrechas por el contrario un pequeño disparo rojo salió chocando con la chaqueta verde de chara.
-oh viejo que hiciste?! Whaa-
-!!!!!-
-jejeje cálmate no debes asustarte, caíste en una de mis bromas-
-jmmm-
-oh no te parece gracioso he, bueno no importa ahora, veo que eres humano, sabes se supone que debería atrapar a los humanos, pero hoy tengo mucha pereza de tú sabes, capturar-
-ohhh-
-pero mi hermano, él si es un fanático casa humanos-
Chara pudo ver cómo la cara de su acompañante mostraba preocupación lo cual le causó más gracia, asriel no mataría ni a una mosca, pero ver la preocupación de aquel pequeño ser hacia su inocente hermano era algo simplemente divertido, quizás cumplir su promesa no sería tan malo.
-chara!!-
Un grito se escuchó a lo lejos haciendo reír a chara Quin sabía de quién se trataba.
-oh ese es mi hermano asriel, querrá capturar un humano, no temas ven sígueme vamos a esconderte-
-mmm? -
-oh mira puedes esconderte detrás de esa lámpara parece tener tú mismo tamaño y forma que conveniente-
El de menor estatura obedeció a lo dicho por chara y al segundo apareció asriel reclamando por la falta de trabajo de chara, después de su rutina de regaños el chico cabra se fue a hacer su guardia. Una vez él se fue el nuevo acompañante de chara salió de su escondite soltando risitas y con una gran sonrisa.
Ese pequeño humano tenía unos pantalones cortos cafés, unos zapatos del mismo color, un abrigo morado con dos líneas de color lila, un cabello corto café oscuro, una piel morena, unos ojos rasgados. Para chara era como verse en una forma más joven y bronceada, tenían casi el mismo corte de cabello, era como verse a un espejo, era como ver un reflejó.
-bueno debo seguir con mí trabajó. Hey pequeño reflejó sigue con tu camino nos encontraremos pronto te lo aseguro-
-ohhh, mhjm-
-genial entonces nos veremos luego reflejó-
Se alejó del lugar perdiéndose de la vista de su reflejo, escondiéndose en las ramas de los árboles vigilando a ese pequeño ser.
-no te fíes chara, es humano, no importa que sea infante no es seguro confiar-
Nopuedes confiar simplemente no puedes. Eso se repetía chara una y otra vez vigilaríaal individuo por su propia cuenta y lo jugaría, no importa a donde valla esepequeño ser, chara estaría ahí
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no es real
FanfictionTodo eso que en algún momento llegaste a amar lo vez destruirse alfrente de ti, y no importa cuánto hagas, no sabes cómo terminará todo. Solo espera que sea bueno