👑 Un Pequeño Escarbato 👑

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𝙷𝚘𝚐𝚠𝚊𝚛𝚝𝚜
𝟷𝟸 𝚍𝚎 𝙰𝚐𝚘𝚜𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝟷9𝟾𝟻

El pequeño merodeador había encontrado esa habitación mientras jugaba a las escondidas junto a sus tíos, a Tommy le gustaba jugar a las escondidas con ellos y más cuando podía hacer trampa con el mapa que habían perdido sus tíos por el cuidador Flith quien le guardaba cierto afecto al menor, así que como un regalo y venganza contra los merodeadores le entregó el mapa, está de más decir que el pequeño Tommy había hecho muchas travesuras con el, así que mientras jugaba a las escondidas con sus cuidadores y hermano Harry decidió sacarlo y entrar a aquella habitación que no aparecía en el mapa.

Tommy era un niño inteligente, así que no le costó mucho descifrar como entrar a esta y justo a tiempo porque podía escuchar la voz de su tío Peter al otro lado del corredor, con pasos apresurados entró a la habitación cerrando la puerta detrás de él esta al otro lado desapareció dejando en su lugar una pared común y corriente.

El pequeño merodeador de cinco años en ese momento bago por la habitación sin rumbo fijo, solo observando los montones de cosas que le rodeaban, había armaduras, libros, escobas viejas, varitas incluso, siguió así hasta que se encontró algo muy bonito ante sus ojos.

— ¡Una tiara! — rápidamente corrió hacia la bonita tiara de plata con piedras azules que le recordaron a los colores de la caza de los cuervos

Brinco lo más que pudieron permitirle sus pequeños piecitos, pero no alcanzó la bendita tiara que le había atraído, con un pronunciado puchero por su fracaso, buscó un banquillo al que pudiera subirse para alcanzarla pero eso no fue necesario por que tan repentinamente como lo había pensado apareció un banquillo con tres escalones , sin ponerse a pensar de cómo había aparecido subió con cuidado y estiró sus brazos hasta alcanzar la tan bonita tiara.

Ya en el suelo la sostuvo entre sus manos y la admiro más de cerca podía decir que era muy bonita y que está se vería aún mejor en el. La risa infantil llenó el lugar solo haciendo enternecer a los fantasmas que le vigilaban entre las sombras.

Se la puso en la cabeza y en busca de un espejo encontró uno de cuerpo completo con un mensaje escrito al revés.

— ¿Lo que tu corazón desea? — se preguntó el menor su reflejo poco a poco comenzó a cambiar, revelando una forma de él más grande con sus ojos rojos sangre brillando feliz, a su lado estaban su familia pero había algo diferente el chico a su lado que sostenía su mano delicadamente, todo el mundo sonreía y miraban al frente pero la mirada de aquel chico jamás se apartó de su versión mayor luego él miró al otro chico y le sonrió de la misma forma

Tom no entendía quien era el otro niño, pero sentía que lo conocía de algún lado pero no sabía de donde esos ojos le recordaron a alguien, ¿pero a quien?.

Después de lo que parecieron horas de estar jugando en aquel divertido lugar lleno de cosas por fin salió, cuando le dio un poco de hambre ¡se había perdido la hora de la merienda!, eso lo puso de mal humor, ¡de seguro papá Sirio se acabo todo el pudin!

Caminando lo más rápido que podía llegó al gran comedor, empujando las grandes y pesadas puertas se asomó y al ver toda la comida que había en una de las mesas donde siempre se sentaba a comer casi corrió hacia ella pero no podía, el tío Regulus le dijo que eso no era digno de un heredero sangre pura.

Así que con toda la elegancia y él hambre que tenia camino hasta la mesa repleta de comida, no noto que está era una clara trampa de los tramposos de sus tíos.

— ¡Te tengo! —

— ¡Noooo mi pudiiin! — chillo cuando los fuertes brazos de su tío James lo aprisionaron en un gran abrazo de oso
— ¡Eso es trampa! —

— No, no lo es — beso las regordetas mejillas del menor ganándose otro chillido de su parte, sonriendo el mayor puso al menor sobre su cadera y camino hacia donde estaban los demás adultos que los esperaban aliviados porque por fin había aparecido Tom

— Pequeño escuincle, escurridizo ¿donde te habías metido? — preguntó Sirius no pudiendo evitar pellizcar uno de los gorditos mofletes ganando otro chillido del menor por el repentino pellizco

— Por ahí —

— ¿A sí? y de donde salió esta bonita tiara —refutó el mayor tocando la tiara sobre los ondulados cabellos negros del menor quien sonrío al ver que había notado su bonita tiara

— La encontré en una habitación rara, ¿verdad que me veo bonito? — preguntó el menor por fin en el suelo corriendo a tomar las manos de Monny quien le sonrió al ver la forma tan tierna de expresarse de su cachorro

— Por supuesto, eres el niño más guapo —

— ¡No soy guapo, soy bonito! — puchero al escuchar tremenda ofensa a su parecer

¡Él era el niño más bonito!

A Tom no le gustaba sentirse atractivo, le gustaba sentirse bonito como las niñas...

¡Pero claro el era aun más bonito que ellas!

— Bueno yo creo que nuestro pequeño Tommy se ve muy adorable con su nueva tiara —

— Ven la tía Lily lo entiende —
— Vamos tía por unos pudin — tomo al mano de la pelirroja y la llevo a la mesa llena de dulces

Evans solo pudo reír ante las ocurrencias del menor, en verdad que era adorable el pequeño merodeador, el pequeño Tom era como esos tiernas criaturas mágicas que les gustaban las cosas brillantes

Un pequeño escarbato.

-LeviAckerman185

Pequeño MerodeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora