Pequeño Merodeador

🎃 Halloween 🎃

𝟹𝟷 𝚍𝚎 𝙾𝚌𝚝𝚞𝚋𝚛𝚎 𝟷9𝟾𝟾
𝙶𝚘𝚍𝚛𝚒𝚌 𝙷𝚘𝚕𝚕𝚘𝚠

En una modesta residencia en el valle Godric una pelirroja terminaba de ajustar el traje del único niño en la casa, Lily acomodaba el poco maquillaje que adornaba el querubín rostro de su sobrino.

Tom están vestido del famoso muñeco diabólico Chucky, aunque de diabólico no le veía nada.

¡Su pequeño Tommy se veía tan adorable!

¡Que daban ganas de morderle sus lindos y gorditos cachetes!, chillaba emocionada mentalmente

Aún recuerda con adoración cuando en su tercer Halloween Harry se vistió de hombre lobo ¡Tan lindo! .

Tenía fotos de cada Halloween de los niños, pero este sería el primer Halloween de Tom sin Harry y aunque eso ponía triste al menor este no iría solo, habían invitado a Molly y Alice a que trajeran a sus hijos para que los acompañaran a pedir dulces.

Esta sería una noche bastante movida, con cuatro niños y dos adultos con mentes de niños de cinco años, Lily no sabía cómo haría para sobrevivir ella sola. Aunque eso no evitó que su sonrisa desapareciera, ¿como podría?, cuando hace unas pocas horas había llegado una carta desde Hogwarts de su retoño Harry, contándole las maravillas de Hogwarts en el mes de Octubre, además de que esa noche se celebraría su primer ritual de Samhain en un nuevo lugar.

Todo ex estudiante de Hogwarts conocía el ritual que había sido hecho por los mismos fundadores. Este tenía el objetivo de agradecer a Lady Hécate por su magia, además de fortalecer las barreras del Castillo así como unir a los nuevos miembros de primer año con los más grandes, él ritual estaba hecho para unir a todos. Después se realizaba un gran banquete con muchos dulces en honor a la celebración muggle Halloween para que los nacidos de muggles o mestizos no se sintieran excluidos por no conocer estas tradiciones.

Al finalizar la cena todo el mundo salía por última vez al patio y levantaban sus varitas recitando un último hechizo de la noche antes de irse a dormir, este hechizo brindaba un poco de su magia a las barreras del castillo que con cada año se renovaban y se mantenían firmes para proteger a los habitantes del castillo.

Lily aún recordaba su primer y último Samhain en el castillo, la magia abrazándole y llenándole de una infinita calidez como si fuera un abrazo de bienvenida pero jamás de despedida, porque Hogwarts se creó con el fin de ser un refugio un hogar para después ser transformado a una de las mejores escuelas de magia.

Amaba Hogwarts y esperaba que las nuevas generaciones y sus niños también lo amaran tanto como ella.

— Tía Lily, ¿podemos ir ya a pedir dulces? —

— No tan deprisa pequeño saltamontes, aún tenemos que esperar a los Longbottom y Weasley antes de partir — respondió mientras terminaba te arreglar el último detalle del disfraz del menor

— Okeey... puedo al menos comer una galleta — pregunto con sus enormes ojos de perrito

Oooww

¿Como podría resistirse ante esa mirada?

— Está bien pero solo una —