🖍 Dibujo 🖍

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𝙷𝚘𝚐𝚠𝚊𝚛𝚝𝚜
𝟷𝟶 𝚍𝚎 𝙼𝚊𝚛𝚣𝚘 𝚍𝚎 𝟷9𝟾𝟺

— Hola Tom, ¿que estás haciendo? — preguntó Albus Dumbledore al menor al verlo sentado en el suelo de uno de los vacíos pasillos del colegio

— Dibujó — respondió simple el pequeño de tres años continuando con su dibujo en el papel que estaba en el suelo donde estaba acostado boca abajo

— Y ¿qué es lo que dibujas? pequeño — se inco en el suelo hasta la altura del menor que en ningún momento dejó de hacer lo que estaba haciendo

— Dibujo a mi familia, mira este es el tío Monny, el tío Paddy, tio Proggs, tío Pet y el tío Sev —

— ¿Severus también está ahí? —

— ¡Si!, el también está aquí al igual que la tía Lily y la tía Minnie — sonrió feliz el menor al mayor, a quien veía como un abuelito para él tomó uno de los crayones negros y pintó la túnica de a quien había señalado que era Severus

— Eres un gran artista Tom, ven porque no vamos a mi oficina para esperar que Remus venga a recogerte — levantándose  del suelo Albus con un pase de varita ayudo a recoger los diferentes colores de crayones esparcidos por el suelo, donde fácilmente alguien podía resbalar si no miraba por donde pisaba y él no tenía pensado caer ante esa trampa mortal

— ¡Okey! — el infante se paró del suelo y sostuvo la mano del mayor que le era extendida, con su otra manita agarró su dibujo del suelo y comenzaron a caminar mientras  daba pequeños brincos de vez en cuando

— Abuelo Al, ¿crees que a Monny le guste mi dibujo? —

— Estoy seguro que si Tom —

Albus Dumbledore nunca se arrepentiría de la decisión que tomo aquel día cuando les ordenó a aquel sin igual grupo de jóvenes, sin objetivo alguno, el proteger y criar a este pequeño ángel.

Tom Riddle dejó de existir en el momento en que Tom Black-Potter-Lupin nació el 31 de Diciembre de 1980.

Pasaron las siguientes media hora agregándole detalles al dibujo del más joven y comiendo algunos dulces de limón en el acto. Tom tenía una fascinación por los agrios dulces como el estaba orgulloso que alguien más compartiera su gusto. Cuando el dibujo del infante estaba casi listo, la red flu se activo de las llamas verdes salió un joven de no más de veintidós años con cabello castaños, piel pálida con algunas cicatrices en el rostro pero todo eso se ignoraba por los brillantes ojos color caramelo que con la luz del sol tomaban tonos dorados como el mismo sol.

— Tom ya llegue — anunció su llegada el joven castaño
— Buenas tardes profesor Dumbledore, gracias por cuidar a Tom espero que no haya causado problemas — saludo al mayor con una sonrisa y una leve inclinación

— Oh! Remus siempre es bueno verte y no, no te preocupes el pequeño Tom nunca causa problemas aquí es más creo que incluso alegra el día de los que viven aquí — sonriendo como el abuelito que era al joven adulto que le devolvió la sonrisa

Mientras tanto el único infante en la habitación asomó su cabeza detrás de su escritorio donde se había situado para continuar su dibujo, pero levantó su cabeza al escuchar la distinguida voz de uno de sus tutores.

— ¡Monny llegaste! — chilló el azabache de ojos granate al ver al castaño con rapidez corrió a los brazos de este, quien con facilidad lo atrapó en el aire cuando este brinco

— Cachorro, te extrañe tanto — olió el cabello del menor de este brotaba aquel tan distinguido olor a bebé con una pequeña combinación a vainilla
— ¿Te portaste bien? — le preguntó al pequeño niño de tres años


Tom a pesar de ser tan joven era muy inteligente, tenía un extenso vocabulario, con tan solo un año ya había comenzado a hablar, a los pocos meses de nacido ya caminaba por si solo aunque aveces se tropezaba, los merodeadores pensaban que era la cosita más tierna que jamás podría existir y por eso los álbumes de fotos rebosaban de fotos del bebé Tom en sus primeros pasos. Algunos de ellos alegaban de que era porque quería ser como su primo Harry.

El pequeño Harry de ahora seis años amaba a su pequeño, adorable y único primo, le encantaba jugar con él no se sentía superior o incómodo por jugar con un niño de tres años, cuando él mismo tenía seis él quería a su pequeño Tommy igual.

— Yo siempre me porto bien — sonrió inocente el menor como el pequeño ángel que era, estaba seguro que con esos ojitos y esa sonrisa encantaría a las personas y fácilmente tendría al mundo mágico a sus pies

— Eso es bueno, pero es hora de ir a casa recoge tus cosas y despídete del abuelo Albus — declaró el castaño cuando dejó al menor en el suelo

— Okey, pero antes quiero que mires mi dibujo — corriendo por sus cosas que ya estaban dentro de su pequeña mochila de Batman, tomo su dibujo del suelo se acercó y le dio un abrazo a su abuelito que fue gustosamente correspondido y con un beso sobre su cabeza, regreso con su tío Remus a mostrarle su obra de arte

— Oh! ¿este soy yo? — sonrió al ver aquella desordenada representación de sus amigos en crayones, aún recordaba cuando Harry también hacía esta clase de dibujos para ellos

— ¡Si!, ¿te gusta? — preguntó emocionado el oji-rojizo sus ojos brillaban gracias a la luz del sol que entraban por los ventanales a su lado solo haciendo la imagen del niño más angelical

— Creo que es hermoso, vayamos a casa a mostrárselo a los demás —

— Está bien, ¡adiós abuelito Al! —

— Adiós Tom — agitó su mano el mayor sin dejar en ningún momento de sonreír cuando las llamas verdes se apagaron, bajando su mano tropezó con una hoja a su lado dándole la vuelta se encontró con una representación abstracta de él y su fénix Fawkes

— Un verdadero encanto, ¿no lo crees Fawkes? — él ave fénix chillo feliz ante la mención del menor

-LeviAckerman185

Pequeño MerodeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora