➵Mi Omega Manipulador➵ [2° LIBRO]

C A P I T U L O [11]

★-Sentirme bien-★

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Pov Yeonsuk..

Estaba tomando una ducha, hoy con mi madre iríamos a comprar. Había cobrado justo ayer, y hoy iríamos por ese chaleco que ella tanto quería, además de otras cosas para el hogar. En mi opinión, necesitamos un nuevo microondas, ya que pues..

(. . .)

Yo estaba bajando de mi habitación, llendo a la cocina a preparar el desayuno y vi a mi madre intentando abrir el microondas.

—Buenos dias.. ¿Que estás haciendo? —le pregunté y mi acerqué a intentar abrir el microondas.

—Quería prepararte un desayuno diferente, sin que tengas que cocinar tú y busque un tutorial en youtube, pero creo que me timaron.

Negué con la cabeza, y le dí un ligero golpe al microondas logrando que se abra. Y de brazos cruzados volteé hacia mi madre.

—¿Y como iba el tutorial?

—Bueno, primero tenía romper cuatro huevos y separar la clara —empezó, y la escuché. —Batí las claras hasta que quedó como espuma, y luego le puse bicarbonato, pero lo que ponían era azúcar glass. No le di al caso y seguí el tutorial.

—Ma, no hacía falta —suspiré pesado aquella vez, pero nl encontraba sentido y espere a que ella hablara.

Ahí había más que bicarbonato y claras de huevo batidas.

—Lo intente arreglar con canela, luego se veía raro y le puse un poco de limón y se vió más raro. Agarre la maizena y le agregué un poco al molde,unas 5 cucharadas. Lo volví a batir y se veía feo pero cuando lo puse en el microondas pues.. se había resbalzado algo de la mezcla y luego se manchó un poquito y luego no podía abrir el microondas.

Luego de que termino su explicación, desenchufe el microondas y me preparé para limpiarlo mientras ella me pedía perdón, a pesar de que ya la había perdonando.

(. . .)

Y desde ese entonces, el microondas falla.

Supongo que yo me encargaré de hacerle acordar, mi madre parece una niña y no es algo nuevo, o de hace poco. Pero esta bien, puedo manejarlo.

Nos encontrábamos ya en el shopping, y yo estaba en la sección de electrodomésticos mientras mi madre se iba a no se donde. Yo tenía una extensión de su tarjeta, algo como una "tarjeta junior" para los menores de edad, y así podría pagar con la tarjeta haciendo las compras por separado con mi madre.

Ella compraba lo que quería o veía útil, y yo lo necesario.

—¿Que buscas, niño? —no me gustaba que me llamaran así, con un "¿Que desea, joven?" Estaría más que conforme.

Bueno, no puedo quejarme —Busco un microondas, no necesito su ayuda. Gracias igualmente.

Hice una reverencia hacia la muchacha alfa, y me dirigí por donde yo creía que estarían los microondas, cerca de los hornos y anafes. Y claro que estaban ahí, entonces tendría que ver cual tenía un buen precio a modo razonable.

—Disculpe, podría decirme cuanto cuestan de estos microondas? Es que no tienen el precio —le dije al chico que parecía atender ahí.

Este se levantó, y sentí un horrible olor pudrefacto que me hizo arrugar la nariz. Por no ser descortés, no dije nada, pero mi nariz estaba que no se salvaba.