El estruendoso sonido del despertador me despertó haciendo que maldijera por despertarme tan pronto. Apagué esa irritable melodía y me di media vuelta al lado opuesto a donde estaba esa dichosa máquina. Después de unos segundos, me di cuenta de que tenía que ir a trabajar y no hacerme la remolona para no tener que oír las quejas del comisario.
Al levantarme de la cama y ver que estaba en mi habitación, me hizo muy feliz, pues era un indicio de que no había soñado con esa espeluznante chica que me hacía andar en sueños. Tanta era mi felicidad, que me recorrí el apartamento entero, hasta en los rincones más profundos de éste para poder compartir este sentimiento con Daphne. Después de mirar en todos lados y no verla, me extrañé, ya que era raro que a esas horas de la mañana no se encontrara en el piso, pues era muy temprano para irse a echar currículums por las empresas.
— ¿Daphne? — preguntaba mientras volvía a mirar todo el apartamento pero era en vano, pues no obtenía ninguna respuesta por su parte.
Al no verla, me dirigí hacia su habitación, cabía la posibilidad de que estuviera durmiendo, cosa que me extrañaba, pues siempre madrugaba mucho aunque no hiciera gran cosa pero, siempre se despertaba la primera. Golpeé un par de veces la puerta, al hacer ese gesto mi cabeza empezó a reproducir aquel sonido una y otra vez, pero la única diferencia entre esos golpes y los que se reproducía en mi cabeza era que, los de mi cabeza, se reproducían con un ritmo frenético. En esos momentos me llevé las manos a la cabeza, pues ese sonido hizo que ésta me doliera.
— ¿Daphne? — volví a preguntar acompañado con otros dos golpes a su puerta.
Al no obtener respuesta decidí entrar. No me preocupaba hacer eso ya que había mucha confianza entre nosotras. Al entrar, la vi acostada en la cama. Estaba arropada con sus sábanas, solo se veía su cabeza apoyada sobre la almohada. Rodeé los ojos al verla en ese estado, pues no se había levantado. Seguidamente, encendí la luz y me arrimé a ella para poder despertarla, aunque se me hizo muy raro que no se despertara después de encender la luz ya que ella tenía el sueño muy liviano.
— ¿No crees que es hora de levantarse? — pregunté mientras sonreía al ver que yo era la única persona responsable en el apartamento, aunque fuera por un día. Ya tenía algo más para mi colección cuando sacara algún trapo sucio sobre nuestra convivencia.
De nuevo, al ver que no tenía una respuesta ni una queja de ella, cogí las sábanas y las retiré de su cuerpo dejándolo al descubierto. Al ver aquella escena no hice más que gritar mientras me senté en el suelo causado por el impacto. Su cuerpo estaba ensangrentado por múltiples heridas de arma blanca y, lo que más me llamó la atención, con un hueco en el pecho izquierdo, justo donde se ubica el corazón.
Me quedé en shock en unos instantes, pero pronto pude recuperar la "normalidad" y actuar para poder salvar su vida. Llamé rápidamente a la ambulancia y a la policía, pues podría ser que alguien entrara a robar y puede que el asesino o asesina de Daphne estuviera por el apartamento o en la calle disfrutando de su libertad. En cuanto llegó la ambulancia, los médicos estuvieron tomándole el pulso y, por el tono tan blanco de su piel, no se podía hacer nada, pues llevaba muerta muchas horas. Seguidamente, llegó la policía, concretamente, James para investigar el caso. En cuanto lo vi y, como acto inconsciente, fui corriendo hacia él para abrazarle. Sin darme cuenta, hundí mi cara en su cuello para dejar un reguero de lágrimas. James, por su parte, correspondió al abrazo mientras me acariciaba el pelo para que me tranquilizara, o por lo menos, para que intentara provocar ese sentimiento en mí.
— Siento mucho el fallecimiento de tu amiga — dijo James para romper aquel silencio que nos había sumergido a ambos —. Parece ser que los compañeros no han encontrado a nadie por el apartamento, por lo que no tienes nada que temer.
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Twila #Diamondawards2022
Misteri / ThrillerTodo empezó cuando era pequeña. La ausencia de mis padres por un accidente de tráfico (o eso me dijeron), la acogida en la casa de una familia totalmente desconocida, el tener que buscarme la vida a los dieciocho, inestabilidad emocional... Todo eso...